Odell Beckham, en una rueda de prensa.

Odell Beckham, en una rueda de prensa. REUTERS

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Odell Beckham, campeón de la Super Bowl, sobre los sueldos de los deportistas: "Un contrato de 100 millones no dura una vida"

El ganador del anillo en 2022 concienció sobre la importancia de saber en cuánto se queda realmente un gran sueldo tras impuestos.

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A. M.
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Odell Beckham Jr. se ha convertido en uno de los grandes ejemplos modernos de cómo una superestrella de la NFL puede ganar más de 100 millones de dólares… y aun así advertir que el dinero no es eterno. Su discurso reciente sobre finanzas personales ha abierto un debate incómodo pero necesario: "Un contrato de 100 millones no dura toda la vida".

El jugador nacido en Baton Rouge en 1992 es un receptor que irrumpió en la NFL con los New York Giants y se transformó de inmediato en uno de los jugadores más mediáticos de la liga. Ganó el premio a Novato Ofensivo del Año en 2014 y fue tres veces Pro Bowler, ubicándose durante varios años entre los receptores más productivos de la competición.

Más allá de su rendimiento, su espectacular recepción a una mano contra los Cowboys en 2014 lo convirtió en icono global, símbolo de la era de los highlights virales y del cruce entre deporte, moda y cultura pop. Desde entonces su nombre ha estado asociado tanto a grandes jugadas como a grandes contratos y campañas de marketing.

Contratos, impuestos y riesgo

Beckham ha acumulado más de 100 millones de dólares en contratos NFL a lo largo de su carrera, sin contar patrocinios, acuerdos comerciales y primas. Sin embargo, en el podcast 'The Pivot' y en otras intervenciones ha matizado el titular: explica que un acuerdo de cinco años y 100 millones, entre impuestos y gastos profesionales, se reduce de forma brutal.

"Yo siempre se lo explico a la gente: te dan un contrato de cinco años y 100 millones, ¿qué es en realidad?", reflexionó, detallando que, después de impuestos, esa cifra puede quedarse en torno a 60 millones.

A partir de ahí, calcula que solo en estilo de vida, mantenimiento físico, ayudantes, familia y compras clave -"voy a comprar un coche, le voy a comprar una casa a mi mamá"- se puede ir fácilmente a 4 millones al año.

Su mensaje es claro: entre fiscales, comisiones de agentes, gastos fijos y el ritmo de vida que se espera de una estrella, esos supuestos 100 millones pueden convertirse en unos 8 millones anuales reales durante un tramo muy concreto de la carrera.

De ahí su advertencia: "Un contrato de 100 millones no dura toda la vida", una frase que, lejos de victimismo, pretende aterrizar el mito de la riqueza infinita del deportista de élite.

Beckham también se ha expuesto al riesgo financiero de forma pública con decisiones como convertir su salario de 2021 con Los Angeles Rams -unos 750.000 dólares- en bitcoin. La operación fue muy comentada porque ligaba su sueldo a la volatilidad extrema de la criptomoneda, ejemplificando hasta qué punto los atletas modernos se mueven entre inversiones agresivas.

Su caso encarna un dilema recurrente: carreras cortas, ingresos muy altos concentrados en pocos años y una presión ambiental para gastar y "vivir como una estrella" que complica construir riqueza generacional real. 

Un gran receptor de la NFL

En el campo, Beckham fue durante sus mejores años uno de los receptores más dominantes de la NFL, combinando velocidad, cambio de dirección y manos espectaculares. En sus tres primeras temporadas con los Giants superó las 1.300 yardas en cada una, algo inédito hasta entonces en la liga, y se convirtió en el jugador más rápido en alcanzar tanto las 200 recepciones como las 4.000 yardas de recepción.

Su carrera le llevó posteriormente a Cleveland Browns, Los Angeles Rams, Baltimore Ravens y Miami Dolphins, con momentos de brillo y lesiones graves que condicionaron su trayectoria. Con los Rams firmó uno de sus capítulos más importantes: participó en la conquista de la Super Bowl LVI, anotando el primer touchdown del partido antes de caer lesionado de la rodilla.

En total, suma 575 recepciones, 7.987 yardas y 59 touchdowns en temporada regular, además de un anillo de Super Bowl y el reconocimiento unánime como uno de los talentos más electrizantes de su generación.