
Rubén Rodríguez, el aventurero que dejó el tenis profesional para asumir desafíos extremos y llegar a poner su vida en peligro
Rubén Rodríguez, el aventurero que dejó el tenis profesional para asumir desafíos extremos y llegar a poner su vida en peligro
El deportista ha completado el desafío de correr el número de kilómetros que marca el calendario superándose cada día en una maratón propia.
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Rubén Rodríguez es un amante de la naturaleza, de los deportes al aire libre, de los perros de trineo y de los deportes que tienen que ver con el sacrificio y con la tenacidad de los grandes retos, como por ejemplo es correr.
Al madrileño se le puede atribuir el lema "solo entiende mi locura quien comparte mi pasión", puesto que el protagonista de esta historia es una persona como cualquier otra. Rubén tiene su familia, su trabajo y es en los ratos libres cuando intenta vivir grandes aventuras.
Después de haber completado el desafío de correr cada día el número de kilómetros que marca el calendario, comenzando el 1 de mayo con mil metros, y terminando el 11 de junio corriendo un maratón completo, Rubén Rodríguez ha atendido a EL ESPAÑOL para contar su ejemplo de superación y cómo su relato ha servido de inspiración para quienes le han acompañado en un viaje de 903 kilómetros.
Pregunta. ¿Cómo se explica que si el ser humano es cómodo por naturaleza, a usted le guste tanto los deportes extremos?
Respuesta. Yo tengo una cierta necesidad de salir fuera y trasladarme o de seguir viajando como hacían antepasados nuestros, me refiero anteriores a los Homo Sapiens. Entonces, hay como un vínculo que me incita a hacer estas cosas y yo lo achaco a esto, que puede ser o no.
¿En qué momento comienza su vínculo tan fuerte con el deporte?
Desde chiquitito. Mi familia me educó en ese ámbito deportivo, yo jugaba al tenis de pequeño y llegué incluso a tener futuro profesional. Y bueno, pues corrí, montaba en bici, me iba por ahí de excursión... siempre he tenido esa inquietud de moverme y de vivir aventuras a través del deporte.

Rubén Rodríguez, en la nieve con sus perros.
¿Podría profundizar sobre su carrera como tenista?
Sí, jugué durante muchos años como deporte típico de actividad que le puedes heredar a tu hijo. Mi padre jugaba al tenis y pues bueno, me iba con él los domingos a jugar, lo típico, ¿no?
De la herencia del padre al hijo y bueno, pues empezaron a ver que se me daba bien y ya con trece o catorce años entré en un centro de alto rendimiento en el sur de Madrid y estuve jugando ya torneos profesionales hasta los dieciséis o diecisiete años que decidí dejarlo, justo en el momento en el que mejor me iba, incluso ya tenía algún punto ATP. De hecho, jugué algunos partidos con Verdasco.
¿Por qué decidió no seguir con su carrera como tenista?
Me empezó a llamar mucho la atención la montaña, yo vivía en Madrid y a partir de los quince o dieciséis años empecé a compartir el tenis con ir a la montaña en toda la Sierra de Guadarrama y empecé a interesarme por el snowboard y al final el snowboard desbancó al tenis.
Adentrándonos en el reto, ¿qué es lo que le motivó a enfrentarte a él?
Uno de los puntos clave fue en el pasado mes de abril corrí la maratón de Madrid por segundo año consecutivo y en el kilómetro 30, justo a la entrada de la Casa de Campo, decidí abandonar porque realmente no me había preparado durante el invierno bien la carrera y acumulé mucha fatiga.
Decidí abandonar y estuve andando durante la Casa de Campo hasta el metro de Lago, 2 km hasta llegar al metro para poder subirme e irme a casa de mis padres y en ese tramo decidí que algo tenía que hacer para resarcirme de ese mal sabor de boca de la maratón y nació el reto ahí.
¿Cómo diseñó el formato de este maratón?
La regla un poco establecida es empiezas a correr el día 1 de un mes que tiene 31 días, por ejemplo, mayo y a partir del día 31, pues sigues sumando los siguientes días en el calendario del siguiente mes hasta llegar al kilómetro 42, hasta el día 42, siempre 1 kilómetro más cada día.
¿Qué le llevó a después de abandonar en Madrid sumergirse en este desafío?
Quizás el hecho de no poder acabar la maratón de Madrid, era la cuarta maratón que corría en 2 años y la primera que tenía que abandonar. Ese pequeño traspiés seguramente fue uno de los indicios y el otro es el hecho de que por la razón que sea tengo la necesidad de buscar retos continuamente.
Es una necesidad, no sé muy bien por qué ni de dónde me viene, pero lo tengo siempre ahí, de hecho y ahora ya estoy buscando nuevos retos, ya tengo un nuevo reto y siempre es así, mi vida siempre ha sido así.
Usted tiene un planteamiento muy progresivo del deporte, ¿no es así?
Junto con un amigo tengo un podcast que se llama 'P0litalentos' y hablamos precisamente de gente como nosotros que tiene muchas inquietudes mentales y que mientras que está haciendo una cosa tiene como una especie de necesidad, como un empuje mental de hacer como siete, ocho cosas a la vez y además hacerlo siempre a tope.
Ese punto de multipotencialidad en mi cerebro, yo creo que me empuja directamente en el aspecto deportivo y en el aspecto de la vida esta de vivir aventuras a que no pueda parar de incluso terminar una al día siguiente.
"El aspecto mental es vital, incluso más importante que el nivel deportivo".
¿Cómo de importante ha sido la preparación psicologica?
Este aspecto es clave en este tipo de retos, incluso más importante que el nivel deportivo, que el aspecto deportivo, la psicología en no solo deportes, sino actividades que tengan que ver con el sacrificio y sobre todo con el compromiso de algo diario, ¿no?
De forzarte a hacer algo diario, el aspecto mental es vital y yo creo que no ha habido una preparación concreta, porque soy una persona muy tenaz, muy determinante con las cosas que me propongo y que generalmente suelo llevar a cabo el 100% de los objetivos que me pongo en la vida.
¿Le ha servido como motivación dar a conocer su historia en redes sociales?
Lo más bonito que he podido sacar y es que ha habido gente que me ha contactado por redes, amigos que me siguen ya o personas que no me conocen de nada, que me han empezado a seguir a través del reto y me han dicho que les he inspirado a través de los vídeos a moverse o a volver a correr.
Sentir y saber que hay alguien detrás de tus vídeos que gracias a ese movimiento que he ido generando cada día y a esa energía que he ido transmitiendo en los vídeos le han motivado... eso para mí es seguramente lo que me pone más feliz de todo esto.

Rubén Rodríguez, deportista.
¿Cuál fue el momento más duro que le tocó vivir durante este reto?
Momentos concretos de bajón corriendo siempre hay, porque el running, sobre todo el running de larga distancia es una especie de noria de parque de atracciones en el que a través de los kilómetros y de las horas en la carretera o en la montaña, sufres altibajos continuamente y tienes momentos de euforia, de fatalidad, de desastre, de querer dejarlo.
Lo más complicado a todo ha sido encajar cada día a partir de no sé qué decirte, quizás el día 20 o el día 21, que ya estamos hablando de 3 horas de carrera diaria, encajar esas 3 horas con mis responsabilidades diarias, el trabajo, la familia, mi casa, mis perros, todo lo que son las obligaciones típicas de cada día.
¿Sabe cuál va a ser su próximo reto?
Sí, ahora ya pasamos a un reto competitivo. Me voy a apuntar a un triatlón distancia Iron Man que hay en Peñíscola el 5 de octubre, porque es un reto que llevo queriendo hacer desde los diez o doce años que seguía las retransmisiones de Eurosport de Antonio Alix de la Iron Man de Hawaii y el triatlón siempre ha sido para mí una especie de sueño y este año, por la razón que sea, me siento motivado y lo voy a empezar a entrenar y a compartir en redes estos últimos 100 días y ese va a ser mi objetivo.
¿Podría contar alguna anécdota que le haya marcado?
Como cariño, que es una experiencia de doble filo porque es tan bestia que hay cariño y también dolor a la vez es mi experiencia viviendo en Noruega. Allí viví durante cuatro años y trabajando de mi pasión realmente, que es entrenar perros de trineo, conseguí el sueño.
He vivido experiencias en el bosque con los perros en momentos y situaciones de mucha peligrosidad con temperaturas y aislamiento muy potentes y esto lo guardo, seguramente es lo más heavy que he podido hacer en mi vida y lo guardo con mucho cariño y ha sido, quizás eso también me ha hecho la persona que soy hoy en día me ha hecho ese tipo de experiencias ahí en Noruega.
Por último, ¿ha tenido miedo ahí alguna vez porque haya visto peligrar su vida?
Tanto como la sensación de miedo a morir no, pero sí ese miedo de decir, lo que está sucediendo en este momento sé que está en riesgo mi vida y la de mis animales, por ejemplo y necesito estar muy concentrado para salir de esta situación. Eso lo he vivido varias veces y todo por placer, no ha sido en ningún momento nada que me haya obligado a nada a hacerlo ni nada, ha sido un poco por aventura.