Ben Johnson en Seúl 88

Ben Johnson en Seúl 88 REUTERS

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El triunfo de Ben Johnson: "la carrera más sucia de la historia" cumple 30 años

24 septiembre, 2018 18:23

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El 24 de septiembre de 1988 se convirtió en el día más importante de la carrera de Ben Johnson. El atleta canadiense conseguía el oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Seúl en la categoría de 100 metros lisos batiendo el récord mundial con un tiempo de 9,79 segundos. Ese tiempo pulverizaba el récord anterior, que estaba en 9,83 segundos.

Final de los 100 metros lisos en Seúl 88

Tres días más tarde, su triunfo le fue anulado por dopaje y se quedó en manos de su máximo rival, la leyenda del atletismo estadounidense Carl Lewis. Además, la marca de Lewis fue la más rápida de todo el año en 100 metros lisos.

El ocaso del campeón

Ben Johnson acusó al entorno de Carl Lewis de haber modificado su muestra, pero nunca obtuvo ninguna prueba que apoyara sus acusaciones. Años después reconoció que sí consumió sustancias prohibidas: "Todo el mundo me señaló como un tramposo, pero no fui el único que hizo trampa".

El canadiense volvió a competir tras la sanción en el año 1991, pero nunca volvió a ser la sombra del corredor que consiguió el bronce olímpico en Los Ángeles 1984. En Barcelona'92 ni siquiera consiguió acceder a la final de los 100 metros lisos, y en 1993 la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) lo sancionó de por vida al ser condenado de nuevo por dopaje por su reincidencia.

La carrera "más sucia de la historia"

Participantes en la final de los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988

Participantes en la final de los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988

Por la calle 1 corría Robson Da Silva, por la calle 2 Raymond Stewart, por la 4 Lindford Christie, en la calle 6 Ben Johnson, desde la calle 7 arrancó Desai Williams y en la 8 Dennis Mitchell. Todos ellos fueron, a lo largo de los años, condenados por consumo de sustancias prohibidas.

La sombra del dopaje solo dejó dos supervivientes de Seúl '88, los estadounidenses Carl Lewis y Calvin Smith. Desde las calles 3 y 5, son los únicos que legalmente participaron en este vergonzoso incidente de la historia del deporte que está de aniversario, 30 años.