Max Verstappen logra la pole en el GP de Hungría del Mundial de Fórmula 1

Max Verstappen logra la pole en el GP de Hungría del Mundial de Fórmula 1 Reuters

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Verstappen y el Mundial de su consagración: la amenaza de Mercedes tras la caída de Ferrari

Su podio del Gran Premio de Austria tras el doblete de las balas plateadas y su regularidad en clasificación le sitúan como la mayor amenaza.

18 julio, 2020 23:53

Max Verstappen, el piloto revelación de las últimas campañas, la joven promesa, el gran talento de la Fórmula 1, quiere hacerse realidad. Ese es su cometido esta temporada, dar un paso al frente y cumplir el objetivo de estar ahí, de ser considerado como un favorito, de no fallar porque no lo tiene permitido.

El piloto de Red Bull aspira a consagrarse definitivamente como la gran alternativa a Mercedes, al único o a los únicos coches que aspiran realmente a competir por el Campeonato del Mundo, por las victorias, por los podios y por todos los puntos. Con un coche claramente inferior, su talento y, sobre todo, su regularidad, pueden ponerle en el mayor escalafón del ‘Gran Circo’.

Por ello, debe abandonar su faceta de chico duro, quitarse su careta de niño malo y dar rienda suelta a su inmenso potencial. Con todos los detalles que ha ido dejando curva tras curva desde que debutó en el Mundial, Verstappen ha demostrado tener un futuro campeón dentro sí, un competidor para cualquier trofeo y un verdadero aspirante a los grandes de la historia de este deporte. El sucesor de la gran era de Schumacher, Alonso, Vettel o Hamilton tiene que empezar a ser el sucesor de los Mercedes.

Verstappen, tras Mercedes en 2020

Parece aventurado firmar que algún coche esté cerca de los Mercedes. Y más cuando en el único punto en el que los Mercedes han flaqueado, el cuarto puesto de Hamilton en el primer Gran Premio de Austria, Verstappen tuvo problemas con su Red Bull y no pudo terminar la carrera. Sin embargo, se puede afirmar que el piloto neerlandés es el único que se acerca al dominio de las balas plateadas.

Max Verstappen, durante los entrenamientos libres del Gran Premio de Estiria en el Red Bull Ring de Spielberg

Max Verstappen, durante los entrenamientos libres del Gran Premio de Estiria en el Red Bull Ring de Spielberg REUTERS

Gracias a su talento y a un coche que, a pesar a estar lejos del equipo de Toto Wolf, supera al resto de la parrilla, Verstappen se sitúa como la única alternativa real al dominio que lleva varios años monopolizando la Fórmula 1. Mientras Mercedes ha dominado las dos carreras que se han disputado y se ha llevado las tres poles que se han puesto en juego, el resto sigue intentado rascar algo de los puestos cabeceros como hizo McLaren con el podio de Lando Norris.

Sin embargo, en la única carrera que se ha disputado en una posición real, Hamilton demostró su poderío venciendo con comodidad, bien secundado por su compañero Valtteri Bottas. Tras ellos a apareció la mancha azul del Red Bull de Verstappen demostrando cual es sitio. Con ese podio demuestra que la situación normal de carrera le sitúa ente los mejores y, seguramente, con alguna victoria.

Esa tercera posición de Max demuestra cual debe ser el objetivo de su lucha, ya que, conseguir ser la estela de Mercedes y ganar al resto debe su principal meta. Si su ritmo no decae, le puede permitir ser el primero de los mortales y superar a equipos como Ferrari, Renault, Racing Point o McLaren.

Max Verstappen. Foto: Twitter (@Max33Verstappen)

Max Verstappen. Foto: Twitter (@Max33Verstappen)

Además, el Red Bull, y las manos de Verstappen, han demostrado ser muy fiables a una vuelta, lo suficiente como para mostrar una gran regularidad en la parrilla de salida. En la primera carrera de la dos celebradas en Austria fue tercero, saliendo por detrás de los dos Mercedes, mientras que en la segunda consiguió ser segundo tras dar un recital en agua que a punto estuvo de redondear con una pole, pero una fatídica maniobra en su último giro le privó de ello tras una sesión de clasificación excelente.

Solo en el Gran Premio de Hungría falló a su habitual cita con los puestos altos al conseguir un séptimo puesto, línea muy regular a la mostrada durante todo el fin de semana en los entrenamientos libres en los que había rondado el sexto y el octavo lugar.

El sitio de Ferrari

Ocupar el sitio de Ferrari parece tan utópico como cierto. La realidad es que Mercedes se ha quedado sin rivales en la parte alta y el descalabro de la firma italiana deja un panorama desolador en la lucha por las posiciones cabeceras. La clase media gana a un hermano mayor que promete dar mucha guerra ahí abajo porque no tiene nada más, pero solo una escalada en solitario del bueno de Max puede evitar un paseo triunfal de Mercedes.

El equipo de Toto Wolf es el amo y señor de la parrilla y su tiranía parece inquebrantable. El desplome de los del Cavallino Rampante, que siguen a vueltas con su unidad de potencia fallida, ha sembrado el drama en Maranello ya que ni ellos mismos se ven, en algún momento de la temporada, peleando por algo con un coche plateado. Esa es la labor que está consiguiendo hacer Verstappen, capaz de colarse entre ambos en alguna clasificación y de incomodar en cierto modo a los dos líderes del Mundial.

Ferrari haciendo un pit stop

Ferrari haciendo un pit stop Instagram (scuderiaferrari)

Para muestra, un botón, el que decidió coser Verstappen en el segundo Gran Premio de Austria con un adelantamiento increíble por el exterior sobre Valtteri Bottas. El neerlandés, casi sin gomas, fue capaz de realizar un trazada inverosímil y a base de puro talento y valentía pasar a su rival.

Sin embargo, el compañero de Lewis Hamilton tardó poco en devolverle el adelantamiento simplemente tirando de potencia. El propio Max conocía el desenlace de la historia, pero fue su manera de decir que ahí estaba él, con un coche mucho más inferior, con menor carga aerodinámica y más lento, pero con un talento incalculable y la valentía de jugársela hasta el último centímetro del asfalto.

La magia de Verstappen, el gran diamante en bruto de una parrilla cada vez más joven y prometedora, es lo único que puede hacer soñar al aficionado con ver en apuros a los tiranos del Mundial, los Mercedes de Toto Wolf, Lewis Hamilton y Valtteri Bottas.

La experiencia de Max

A pesar de su juventud, Verstappen ya es todo un piloto curtido en mil batallas. O mejor dicho, en cien, porque esa es la cantidad de grandes premios que atesoran sus manos con tan solo 22 años. Siempre va a parecer el pequeño de la parrilla, el espíritu indomable e incorregible que con apariencia de niño se monta en un Fórmula 1 cada fin de semana.

Sin embargo, ha sido su prematura llegada gracias a su talento especial la que le permite seguir siendo uno de los más jóvenes de la parrilla y a la vez atesorar ya una enorme experiencia. Parecen solo datos, pero a sus 22 años, el piloto nacido en Hasselt acumula ya 104 grandes premios, una auténtica pasada.

Muchas de estas carreras han llegado con coches muy poco fiables y con muy pocas opciones de conseguir algún éxito, pero aun así han conseguido sumar ocho victorias y casi mil puntos en los cinco años que lleva ya en el Mundial de pilotos. Todo un veterano con cara de niño que se las sabe todas y que no es fácil de engañar. Agresivo y aguerrido como pocos, su carácter temperamental le lleva a ser un férreo defensor de posiciones y verdadero virtuoso de los adelantamientos.

Max Verstappen y Sebastian Vettel pelean en la salida del GP de Estados Unidos de Fórmula 1

Max Verstappen y Sebastian Vettel pelean en la salida del GP de Estados Unidos de Fórmula 1 REUTERS

No obstante, aun tiene mucho que aprender, aunque está en el sitio adecuado. Con un coche competitivo, pero sin la exigencia de pelear por títulos, Verstappen puede seguir creciendo y soñando con lo que más quiere, proclamarse Campeón del Mundo de Fórmula 1.

Su gran objetivo para la presente temporada, el de derrocar a Ferrari como la alternativa e intentar asentarse en el podio para poder atacar la posición de Bottas o vencer en alguna carrera, no es nuevo para él, ya que ya consiguió hacerlo el año pasado.

Con un Mercedes mucho más cercano al de este año y con un Ferrari que por lo menos le daba para estar entre los mejores, Verstappen ya consiguió en el último mundial su objetivo real de este año, ese mágico y merecido tercer puesto por delante de la escuadra de Ferrari.El año pasado se trató de un premio mayúsculo por el esfuerzo y el trabajo, casi por sorpresa y con mucho valor.

Por ello, este año debe ser capaz de igualar ese registro, pero por un camino diferente, no el de la sorpresa si no el de la confirmación, el de aquel que intenta pelear por el segundo puesto, el que termina siendo el primer por encima del resto de los mortales demostrando la misma diferencia que se puede comprobar en la pista.

Vettel o cómo ser campeón con Red Bull

Verstappen, a pesar de su juventud, se trata ya de un piloto con cierta madurez tanto en la pista como en su carrera. Se trata de un piloto valiente, agresivo, batallador, capaz de lo mejor y a veces también de lo peor. Carismático, polémico, una persona que no deja indiferente a nadie y que su propia forma de ser y de actuar obligan a los demás a opinar de él. Se trata del mayor talento de la ´Fórmula 1’.

Aun así, las características que hoy se pueden ver en Verstappen no son realmente las que en el día de mañana le definirán como piloto ya que en algún momento tendrá que aparcar la moto, quitarse el casco, colgar la chupa de niño malo y salir a batallar. Y ese momento cada vez está más cerca. Sin embargo, Max necesita un coche acorde a sus pretensiones que le permita luchar y pelear por el campeonato del mundo. Por ello, se mira en un espejo alemán que fue capaz de llevar el nombre de su escudería a lo más alto.

Vettel, en Red Bull en 2013

Vettel, en Red Bull en 2013 EFE

Verstappen sueña algún día con convertirse en el Sebastian Vettel de Red Bull, el dominador de cuadro mundiales con un poderío absoluto e incontestable, una delicia para los sentidos en forma de bólido azul oscuro que arrasó con cuatro títulos seguidos.

Aquel Red Bull sí era un coche dominador que volaba sobre la pista y que llevó al alemán hasta cuatro coronas consecutivas ante rivales como Alonso o Hamilton. Eso es lo que quiere Verstappen para triunfar, que Red Bull, tras muchos años de seguía, vuelva a conformar un coche competitivo, rápido, interesaste y sobre todo dominador, que no se quede a medias en la lucha por el podio, si no que permita a Max sumar algún entorchado mundial o, al menos, pelear con Mercedes en una mayor igualdad de condiciones.

El propio Verstappen indicaba hace algunos días que se mostraba inquieto y expectante por ver la llegada de ese momento, esa vuelta de tuerca que le pusiera a la cabeza y que ganar no le costara un esfuerzo físico y mental titánico.

Ganar carreras o incluso algún mundial sin tener el mejor coche puede ser bonito y de una plenitud y satisfacción tremendas, pero Max prefiere vencer en repetidas ocasiones con un coche arrollador para sumar títulos y estrechar distancias con leyendas como Hamilton o Schumacher. Marcar su propia era dentro del ‘Gran Circo’.

La nueva era

La temporada 2020 de Verstappen se presenta tan complicada como la del resto. Situado a años luz de Mercedes, debe remar contra y viento marea para intentar llevar a cabo sus objetivos de situarse en la tercera plaza cuando finalice la temporada. A priori, lo hace con el segundo mejor coche de la parrilla tras la caída de Ferrari, aunque la recuperación de la Scuderia y el crecimiento de los Racing Point, las balas rosas, puede hacer que este orden varíe.

Aun así, pocas dudas hay de que Verstappen es la alternativa real a los dos primeros carrera tras carrera y, por ende, para todo el mundial. Sin con unos Ferrari mucho más competitivos la tercera plaza fue suya, este año también debería serlo. Así es la exigencia de un talento descomunal, la tercera plaza del Campeonato del Mundo con 22 años. Sin embargo, la calidad de Verstappen, digna de liderar cualquier proyecto al título, tiene por delante dos años que podrían ser claves en su futuro.

Max Verstappen y Helmut Marko, durante un Gran Premio

Max Verstappen y Helmut Marko, durante un Gran Premio REUTERS

2021 se presenta como el primer año del cambio, el de la entrada en la nueva era. Cambios en las reglamentaciones, llegada de nuevos pilotos y, sobre todo, la reducción de los presupuestos. Verstappen tendrá la oportunidad de aleccionar a sus hombres con Helmut Marko a la cabeza para poder hacer el próximo año un coche campeón. Obtener de los mínimos recursos los máximos rendimientos posibles. Exprimir a fondo cada pieza y cada avance, tal y como se hacía hace unos años con el coche de Sebastian Vettel.

Además, la llegada de Carlos Sainz a Ferrari, la salida de Vettel, seguramente rumbo a Racing Point, el aterrizaje de Ricciardo en McLaren y el de Fernando Alonso en Renault supondrán un cierto ‘totum revolutum’ en casi todas las marcas que tardarán en adaptarse, tanto pilotos como ingenieros, dando tiempo a aquellos que ya están asentados de años anteriores a avanzar a mayor ritmo.

Con un primer año de adaptación a las nuevas reglas, Red Bull podría tener la oportunidad de crear un gran monoplaza en 2022 y darle a Verstappen su primera oportunidad real de sumar su primer título y comenzar así su legado, ese que, visto su talento, parece que marcará una época de este deporte.