Lucas Hernández, en los juzgados de Majadahonda en febrero.

Lucas Hernández, en los juzgados de Majadahonda en febrero. EFE / Archivo

1ª División

Lucas Hernández, puesto en libertad tras declarar en el juzgado

El jugador del Atlético ha pasado la noche en los calabozos de Moratalaz tras haber sido arrestado por quebrantamiento de condena al volver de vacaciones con su novia. 

14 junio, 2017 01:35

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Lucas Hernández, central del Atlético de Madrid, ha sido puesto en libertad este miércoles después de prestar declaración en los juzgados de Plaza de Castilla por quebrantamiento de condena y haber pasado la noche en el calabozo. El futbolista fue detenido el martes al romper la orden de alejamiento con su pareja, Amelia de la Osa Llorente, según ha adelantado Onda Cero. Ambos mantuvieron una discusión el pasado mes de febrero y fueron condenados como autores de un delito de maltrato de ámbito familiar con 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Además, el Juzgado de lo Penal número 35 de Madrid les impuso una orden de alejamiento de 500 metros.


Sin embargo, ambos han hecho caso omiso de la condena. Lucas Hernández y su pareja decidieron retomar la relación después de aquel incidente y, tras terminar la temporada, decidieron irse juntos de vacaciones. Tanto el central como Amelia regresaban este martes de las islas Bahamas y, al pasar por el aeropuerto, fueron detenidos. Ella, según Onda Cero, habría quedado en libertad por algún tipo de resquicio legal existente en su condena y él fue arrestado a las 9:00 horas.


Lucas ha pasado todo el día en Moratalaz y ha dormido este martes en los calabozos.  Todo hace pensar que ni el jugador ni su pareja eran conscientes de la orden de alejamiento que se les impuso en su día.


Todo este lío entre el jugador y su pareja comenzó en febrero. Entonces, Lucas llegó a su casa tras cenar con unos amigos y discutió con Amelia. Ella le rayó el coche y ambos mantuvieron un rifirrafe que los llevó a pasar por los juzgados. Ambos fueron condenados a 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad como responsables de maltrato en el ámbito familiar. Les prohibieron también, como ya se ha señalado, que pudieran acercarse 500 metros o comunicarse durante seis meses y tampoco a llevar armas durante año y medio.