Simeone protesta en un partido en el Metropolitano.

Simeone protesta en un partido en el Metropolitano. Reuters

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Simeone y el Atlético necesitan creer por encima de sus posibilidades

El conjunto rojiblanco tiene que ganar al Chelsea en Stamford Bridge y que el Qarabag puntúe contra la Roma. 

5 diciembre, 2017 01:33

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El ser humano puede actuar sobre el futuro, pero nunca modificar el pasado. Eso se mantiene inalterable siempre, pesando como una losa, aplastando cualquier porvenir. Y bien que lo sabe el Atlético de Madrid, que lo tiene muy presente. Sus dos empates contra el Qarabag (a cero en Bakú y a uno en el Wanda Metropolitano) no le permiten depender de sí mismo. El equipo de Simeone puede ganar este martes (20:45 horas) y, sin embargo, no clasificarse para octavos. Para estar en la siguiente fase, tendrá que esperar a que los azerbaiyanos den la sorpresa en el Olímpico y puntúen contra la Roma. Una tarea difícil –o casi imposible– que insta a los colchoneros a creer por encima de sus posibilidades.


El equipo de Simeone necesita que se den muchas circunstancias para clasificarse para los octavos de la Champions League. Deberá comparecer en Stamford Bridge, donde ya salió con los brazos en alto (1-3) hace tres años, y propiciar la machada. No le queda otra que ganar ante un equipo que viene de una muy buena racha. El Chelsea ha acabado invicto sus seis últimos partidos (cinco victorias y un empate) y no pierde desde el 30 de septiembre en su campo (0-1, contra el Manchester City). Además, llega tras sacar tres puntos contra el Newcastle de Benítez (3-1) y con Hazard (dos goles el fin de semana) y Morata (nueve tantos y cuatro asistencias esta temporada) en un buen momento de forma.


Su momento se parece, de alguna forma, al del Atlético de Madrid. El equipo de Simeone, que arrancó mal el curso en Liga (llegó a estar a 10 puntos del primer puesto), se ha repuesto en las últimas jornadas. Tras su victoria ante la Real Sociedad (2-1), se queda a seis puntos del Barcelona y se vuelve a meter en la pelea por la Liga. Y algo parecido le ha pasado en la Champions. Sus dos empates contra el Qarabag podrían haberlo mortificado para el resto de sus días, pero su victoria ante la Roma lo mantiene con vida a la espera de lo que ocurra este martes.

Griezmann celebra su gol contra la Real Sociedad.

Griezmann celebra su gol contra la Real Sociedad.


La mejora del equipo de Simeone es evidente. Acumula la mejor racha de resultados de toda la temporada (cuatro victorias consecutivas) y ha sepultado la falta de gol. En los cuatro últimos choques, ha anotado 12 tantos y tan solo encajado uno. A esto hay que sumarle que Griezmann ha resucitado sumando cuatro dianas y dos asistencias en los últimos duelos. Hasta Gameiro, desahuciado a principio de temporada, está aportando (tres goles en los últimos tres choques). Por tanto, lo más lógico parece que Simeone vuelva a apostar en Londres por la pareja de delanteros franceses, pero también podría optar por meter en el once a Fernando Torres, que fue titular contra la Roma en el partido del Metropolitano.


Esa es la realidad del Atlético, que se la juega en un campo complicado y ante un rival difícil, pero con poco que perder. Afición, club y jugadores dan por hecho que el equipo está condenado a acabar en la Europa League. Pero, claro, ¿y si los milagros existen? ¿Y si el Qarabag da la sorpresa? ¿Y si la Roma tiene un mal día? ¿Y si se gana en Stamford Bridge? Si pasa todo eso, el conjunto rojiblanco estará en octavos. “En el fútbol, a veces, pasan cosas que nadie espera”, ha dicho más de una vez Simeone desde que volvió como entrenador a Madrid. Y esa creencia es la que mantiene vivo a su equipo.


El Atlético, por unos u otros motivos, ha tenido mala suerte en la Champions, en ambas ocasiones contra el Madrid y en la final, pero, ¿por qué no pensar que la competición les puede devolver cierto grado de fortuna? Puede ocurrir. En efecto, a veces, sucede. Esa es la realidad, y a ella se agarrará el conjunto rojiblanco este martes esperando un milagro. Sin rezar, jugando al fútbol. Nada más. Y después, mirando al cielo (o a los marcadores) con la esperanza de ver un resultado adverso de la Roma. Creer, siempre creer. Esa es la consigna para esta última jornada de Champions.

Godín celebra su gol contra la Real Sociedad.

Godín celebra su gol contra la Real Sociedad.