Cristiano Ronaldo, en una gala de los Globe Soccer Awards

Cristiano Ronaldo, en una gala de los Globe Soccer Awards Europa Press

Fútbol

La dieta diaria de Cristiano Ronaldo (40): 6 comidas, 3.200 calorías y sus alimentos totalmente prohibidos

El delantero portugués, camino de los 1.000 goles como profesional, ha logrado alargar su carrera deportiva extremando sus cuidados.

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A los 40 años, Cristiano Ronaldo continúa siendo una anomalía biológica en el fútbol mundial. Mientras muchos jugadores de su edad se retiran, el delantero portugués del Al-Nassr mantiene un nivel competitivo envidiable gracias, en buena medida, a un régimen alimenticio que convierte la nutrición en ingeniería de precisión.

Su estructura nutricional se edifica sobre un principio fundamental: seis comidas distribuidas estratégicamente a lo largo del día, sumando aproximadamente 3.200 calorías. Este volumen está diseñado específicamente para sostener entrenamientos intensivos de tres a cuatro horas sin generar depósitos de grasa.

"Si entrenas con regularidad, es importante mantener los niveles de energía altos para alimentar tu cuerpo para tener mejor rendimiento", ha explicado en el pasado el portugués, revelando una comprensión sofisticada de cómo la nutrición acelera la recuperación muscular.

Las proteínas de alta calidad forman el núcleo de su régimen. Pollo, pescado fresco (pez espada, lubina, salmón y atún), carnes magras y huevos aparecen en prácticamente cada ingesta.

Ronaldo considera el pollo 'mágico' por su perfil nutricional optimizado, mientras que el bacalao deshilachado portugués (bacalhau à Brás) se ha convertido en su plato emblemático, combinando proteína con carbohidratos complejos de raíces locales.

Cristiano Ronaldo, en la concentración de Portugal

Cristiano Ronaldo, en la concentración de Portugal Europa Press

Complementa estas proteínas con carbohidratos integrales-arroz, pasta integral y frutas como plátanos y frutos del bosque-que proporcionan energía sostenida sin picos glucémicos. Las grasas provienen de fuentes saludables: aguacate, aceite de oliva virgen extra y aceite de coco, cuidadosamente seleccionadas para minimizar inflamación y maximizar biodisponibilidad de nutrientes.

Un ejemplo de su día alimenticio incluye desayuno con quesos, jamones variados y yogur desnatado acompañado de frutas; snacks con tostadas de aguacate; almuerzos alternados de ensalada con pollo, pescado con verduras, huevos y aceitunas; y cenas que oscilan entre filetes magros y pescado blanco, siempre acompañados de vegetales frescos.

Donde la disciplina de Ronaldo deviene casi religiosa es en sus prohibiciones absolutas. Alimentos azucarados, bebidas gaseosas, alcohol y productos ultraprocesados permanecen completamente excluidos de su ecosistema nutricional.

Su retirada pública de dos botellas de Coca-Cola durante una rueda de prensa en la Eurocopa 2020 -recomendando agua como alternativa- se convirtió en un símbolo de su inquebrantable postura: el cuerpo es un templo que no tolera contaminación química.

La hidratación constituye otra obsesión meticulosa. Agua abundante sustituye completamente bebidas azucaradas; ocasionalmente incorpora bebidas deportivas con electrolitos pero exenta de azúcares refinados y enriquecida con vitamina B12.

Las 3.200 calorías están perfectamente balanceadas macronutricionalmente, el contenido proteico es óptimo para su nivel de entrenamiento, y la ausencia prácticamente total de procesados constituye un modelo de referencia para atletas de élite.

Aunque la población general requiere menos comidas (entre 3 y 5 bien estructuradas), la arquitectura de Ronaldo permanece como estándar de oro para rendimiento deportivo sostenido.

Curiosamente, incluso esta máquina biológica se permite excepciones ocasionales: pizza, especialmente cuando comparte comidas con sus hijos. Estos momentos de flexibilidad estratégica no comprometen su arquitectura nutricional global, sino que reflejan la comprensión moderna de que la perfección perpetua es enemiga de la adherencia a largo plazo.