Los jugadores de Auckland City, antes del debut en el Mundial de Clubes ante el Bayern Munich

Los jugadores de Auckland City, antes del debut en el Mundial de Clubes ante el Bayern Munich Reuters

Fútbol

Los 'outsiders' del Mundial: entre las 'víctimas' del 10-0 del Bayern hay un comercial de Coca-Cola y un ecografista

El debut del Auckland City en el torneo de la FIFA esconde historias de sus jugadores que se ganan la vida más allá del fútbol.

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El renovado Mundial de Clubes de la FIFA abrió con una duelo que resumió la esencia de este torneo: gigantes del fútbol frente a aspirantes que combaten por la gloria.

El resultado más escandaloso lo protagonizaron los semiprofesionales neozelandeses de Auckland City, vapuleados por un contundente 10‑0 en su debut contra los todopoderosos bávaros del Bayern Múnich.

Según la última actualización del ranking global de Opta, el conjunto teutón aparece en sexta posición con una valoración de 97,2 sobre 100, solo por detrás de Liverpool, Arsenal, PSG, City y Barça, mientras que el Auckland City ocupa la alejada posición 5.074 con un puntaje de 54,7.

En total, hay cinco clubes por debajo del Top 250 que han alcanzado esta cita mundialista: además de los neozelandeses, figuran Al Ain (624), Ulsan HD (395), Wydad AC (367) y Esperance Sportive de Tunis (257).

Con la tarde de Cincinnati como escenario, el Bayern se dio un festival ofensivo. Kingsley Coman, Thomas Müller y Michael Olise anotaron dos goles cada uno, mientras que la joven estrella Jamal Musiala se adjudicó un hat‑trick.

El videomarcador muestra el resultado del partido del Mundial de Clubes entre Bayern Múnich y Auckland City

El videomarcador muestra el resultado del partido del Mundial de Clubes entre Bayern Múnich y Auckland City Reuters

El defensa Sacha Boey completó la goleada, certificando un hito: nunca antes un club había alcanzado esa cifra de tantos en un partido de Mundial de Clubes.

Lejos de quedarse en el mero resultado, los protagonistas de Auckland City vivieron la experiencia como un logro que trasciende lo deportivo. La convivencia entre sus once titulares refleja un mosaico de oficios y responsabilidades que compaginaron con los entrenamientos y la ilusión de medirse a la élite.

El guardameta Conor Tracy atajó con heroísmo a pesar de compaginar su carrera futbolística con un empleo en un almacén. En la zaga, Adam Mitchell trabaja en el sector inmobiliario; Michael Den Heijer se dedica a levantar cimientos; y Nikko Boxall alterna su faceta de defensa con tareas de ventas.

Por la banda derecha, Regont Murati despliega su velocidad tanto en el terreno de juego como en su empleo en una naviera. Y en el flanco opuesto, Nathan Lobo combina el fútbol con su labor como ecografista, manejando equipos de ultrasonido con la misma precisión con la que define sus centros.

El doble pivote lo formaron el español Gerard Garriga, que ejerce como entrenador en una academia local, y Mario Ilich, que durante el día conquista clientes como comercial de Coca‑Cola.

"La gente dice que los jugadores profesionales trabajan duro, y lo hacen, pero nosotros intentamos competir al más alto nivel manteniendo dos, y en algunos casos tres, trabajos”, declaró el capitán Mario Ilich a CNN Sports.

"Ellos ganan millones y millones de dólares, y nosotros sólo somos aficionados que jugamos por amor al juego. Lo que tenemos es que todos somos compañeros dentro y fuera de la cancha y vamos a competir muy duro unos por otros”.

En la delantera, los entrenadores comunitarios David Seung‑Ho Yoo y Myer Bevan lideran con su ejemplo, mientras que el ingeniero Dylan Manickum aporta creatividad estratégica al equipo.

Mario Ilich, con el brazalete de capitán, durante el Bayern Múnich - Auckland City

Mario Ilich, con el brazalete de capitán, durante el Bayern Múnich - Auckland City Reuters

Algunos de sus compañeros, atrapados por compromisos laborales, siguieron el duelo desde la distancia, una muestra más de las dificultades que enfrentan los semiprofesionales.

Según datos de Infobae, los futbolistas del Auckland City no perciben un salario por su actividad deportiva; la normativa neozelandesa limita los ingresos semanales a NZD 150 (poco más de 75 euros), destinados a cubrir gastos básicos como la cuota del gimnasio.

Aún así, su ilusión no se ve menguada: “cumplir un sueño” es para ellos tan real como el gol más lejano.

La brecha profesional entre ambos planteles se sintetiza en la comparación con el equipo de Vincent Kompany: mientras los jugadores del Bayern Múnich se dedican exclusivamente al fútbol, los kiwis ajustan horarios de dos o tres empleos para entrenar y viajar al Mundial.

Acción defensiva de Auckland City contra el Bayern Múnich

Acción defensiva de Auckland City contra el Bayern Múnich EFE

"Así que simplemente iremos allí y haremos lo que siempre hemos hecho: soñar en grande", recordó el capitán Mario Ilich, subrayando el espíritu de sacrificio y compañerismo que impulsa a estos aficionados convertidos en protagonistas.

Otros modestos que roban miradas

Ulsan HD, fundado en 1983, es uno de los clubes más sólidos de la K League. Su solvencia táctica y la cantera de talentos locales le han permitido consolidarse en el panorama asiático.

Wydad AC, emblema del fútbol marroquí con varios títulos continentales, aterriza en este Mundial tras superar la Liga de Campeones de la CAF. Aunque popular en Casablanca, su fama no trasciende al aficionado global.

Esperance Sportive de Tunis, nacido en 1919 como símbolo de resistencia cultural durante la ocupación francesa, atesora más de 30 ligas tunecinas y cuatro Champions africanas. Representa la tradición y el orgullo de Túnez en el escenario mundial.

Estos clubes ‘outsiders’ demuestran que el Mundial de Clubes no solo sirve para coronar al mejor, sino también para homenajear el esfuerzo y la pasión de quienes, lejos de los focos, mantienen viva la llama del fútbol.