
Ancelotti se lamenta en el partido ante el Arsenal en Champions. EFE
Ancelotti y la Copa que decidirá su futuro: el plan es volver a lo básico a costa de una estrella para frenar el poder del Barça
El técnico del Real Madrid se decanta por jugar con cuatro centrocampistas y renunciar a un delantero. Vuelve Mbappé y se espera mucho de Bellingham.
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Matar o morir. El Real Madrid afronta la final de la Copa del Rey de este sábado con una necesidad vital. Tras el descalabro europeo, a los blancos les quedan el partido de La Cartuja y las últimas jornadas de La Liga para arreglar una temporada que no ha salido como se esperaba. Carlo Ancelotti, más en el alambre que nunca, vuelve a verse con los 'fantasmas' del Barça de Hansi Flick.
Los dos Clásicos que se han jugado este curso no han tenido mucha historia: dominio culé —a excepción de la primera mitad en el Bernabéu— y dos goleadas (0-4 en Liga y 2-5 en la Supercopa). Carletto perdió con claridad sendas batallas tácticas frente a Flick, con un plan más trabajado y sorprendiendo a su rival con las líneas.
Entre un partido y otro, la diferencia del Madrid estuvo en el esquema utilizado, lo cual viene más a cuento que nunca. En el 0-4, sin Rodrygo por lesión, los blancos jugaron con cuatro centrocampistas y dos delanteros (Mbappé y Vinicius). El resultado fue abultado, pero las sensaciones, especialmente antes del descanso, fueron diferentes. La clave estuvo en la trampa que preparó Flick con el fuera de juego, pitándole 12 al Madrid —ocho sólo a Mbappé, al que anularon un gol en el 30'—.
En la Supercopa fue diferente. La sensación de inferioridad blanca fue aún mayor. Aquel día el Madrid sí salió con el 4-3-3 tan visto esta temporada y, aunque se adelantó con un gol de Mbappé, se vio masacrado hasta que el Barça se quedó con diez —por roja a Szczęsny en el minuto 56—. Sólo 34% de posesión y dos remates a puerta por los siete culés antes del descanso. Conclusión: 1-4 al acabar la primera parte y la final decidida.
Con el último precedente y la evidente falta de equilibrio cuando el Madrid juega con tres delanteros, Ancelotti debe volver a lo básico. Un plan que ya le funcionó la temporada pasada —ganando los tres Clásicos que se jugaron— y al que tan sólo hay que encajar a Mbappé. El francés, de vuelta tras su lesión contra el Arsenal, será titular y probablemente desplace a Rodrygo al banquillo. Así, Ancelotti recuperará el 4-4-2 en rombo, un dibujo al que se 'declaró' tras la victoria reciente contra el Athletic, señalando que es su "esquema favorito".
La pizarra tiene que hacer creer al Madrid con la victoria en Sevilla. Si bien Camavinga no está disponible por lesión y Fede Valverde apunta al lateral derecho, Ancelotti puede apostar por cuatro centrocampistas con un objetivo: ganar equilibrio y, en consecuencia, fortaleza defensiva.
Con Tchouaméni de pivote —y en gran momento de forma en su posición natural— y Ceballos y Modric de interiores, los espacios serán más cerrados en la sala de máquinas del Madrid. Se vio en el Bernabéu frente al Athletic, con los de Valverde sin llegar al área de Courtois y un 74% de posesión para el Madrid. El único 'pero' fue el poco movimiento en ataque —capitalizado por Vinicius—, aunque en El Clásico puede salir diferente con un Mbappé que lee mejor los espacios que Rodrygo.
El 4-4-2 en rombo también da otro rol a Bellingham, más cerca del área rival y, por ende, más próximo a la versión con la que superó la veintena de goles la pasada campaña. El inglés, al que hay que exigirle más como a otros de sus compañeros, puede repercutir más en el ataque blanco, si bien Mbappé abarca más espacio por dentro que Rodrygo en estas circunstancias.
Hay antecedentes esperanzadores en cuanto a lo que puede ganar el Madrid ante el Barça con Bellingham adelantado y tres centrocampistas por detrás. El Clásico que se jugó en Montjuïc en la temporada 2023/24 acabó en victoria merengue por 1-2, siendo los dos goles obra del inglés. Uno fue un disparo lejano y otro, en el descuento final, un balón que 'cazó' dentro del área. Jude brilló aquel día y aspira a volver a hacerlo este sábado con un esquema en el que es el principal beneficiado.
Mendy podría ser titular
La otra clave que puede marcar el once de Ancelotti está en el lateral izquierdo. Apuntaba a ocuparlo Camavinga, hasta que se lesionó. Sin Alaba, tocado, la titularidad parecía quedar en manos de Fran García. Sin embargo, las sensaciones son buenas con Ferland Mendy, recuperado de una lesión que le ha dejado sin jugar desde hace mes y medio.
Si Mendy está al cien por cien, Ancelotti se decantará por él pese a que no ha tenido minutos desde su vuelta. El francés aporta mayor fortaleza defensiva y se adapta mejor a lo que requiere un extremo como Vinicius, siendo Fran García un perfil más llegador pegado a la banda. El brasileño necesita de un carrilero defensivo (Mendy) o uno que aparezca por el interior (Camavinga).
Cambios en el Madrid. De vuelta a lo básico. Es a lo que se agarra Ancelotti en una final definitoria para él. La eliminación en Champions League le ha dejado casi sentenciado, y cabe la posibilidad de que ni ganar Copa y Liga le permita seguir en el cargo. La sombra de Xabi Alonso ya es demasiado grande. Carletto, aún así, querrá que su luna de miel con el Real Madrid se mantenga hasta el día en el que toque separar sus caminos. Y eso solo pasa por ganar títulos, más si cabe si el rival es el Barça.