Pablo Barrios se viste de héroe ante el Sevilla y el Atlético de Madrid se reencuentra con la victoria para soñar con La Liga

El Atlético de Madrid ha despertado de su letargo y se ha reencontrado con la victoria después de ganar al Sevilla en un partido donde los rojiblancos tiraron de coraje y corazón. A pesar de la dificultad del encuentro, los de Simeone consiguieron remontar un partido que se puso cuesta arriba tras el gol de Agoumé. [Así hemos vivido la victoria del Atlético de Madrid]

Cuando todo hacía indicar que el empate que imperó en el marcador durante la mayor parte del partido sería el resultado definitivo, apareció Pablo Barrios para marcar un gol que dio un triunfo capital al Atlético de Madrid después de la eliminación en la Copa del Rey ante el Barça.

El Sánchez Pizjuán fue testigo de un partido entre dos equipos que buscaron en todo momento la victoria y que no quisieron conformarse con el empate. Había mucho en juego: los hispalenses, en tierra de nadie en la clasificación, soñaban con una victoria que les acercase a Europa; mientras que el Atlético de Madrid quería recuperar el orgullo perdido.

El conjunto colchonero llegó a la capital andaluza con la moral baja tras quedar apeado días antes de la Copa del Rey, unido a la reciente eliminación en la Champions, aunque los resultados del sábado, con la derrota del Real Madrid y el empate del Barcelona, hicieron revisar otra vez los números de la clasificación para recobrar la fe de pelear aún por LaLiga.

El Sevilla, no menos deprimido que su rival por la aún caliente derrota en el derbi ante el Betis (2-1) unida a la sufrida en su anterior comparecencia como local ante el Athletic Club (0-1), también tuvo que mirar la tabla, que indica que los de abajo se resisten a darse por vencidos en la pelea por la permanencia pero, que de igual forma, la lucha por puestos europeos sigue abierta.

Intercambio de ocasiones

En esa indecisión se unieron en el Sánchez-Pizjuán los malos números del equipo del argentino Diego Simeone como visitante y del conjunto de Xavi García Pimienta como local y ambos con ganas de revertir la situación, aunque el arranque sevillista fue el mejor.

A los tres minutos ya había forzado tres saques de esquina la formación hispalense y a los siete, una jugada que empezó con un gran taconazo del suizo Rubén Vargas por la izquierda, acabó con un certero remate desde la frontal del área del francés Lucien Agoumé, quien logró su primer tanto como sevillista.

La alegría local no fue total en ese lance, pues el taconazo de Ruben Vargas lo dejó tendido en el césped y no pudo seguir al quejarse con mucho dolor de la parte trasera del muslo derecho, por lo que fue sustituido por el nigeriano Chidera Ejuke.

Julián Álvarez celebra el gol ante el Sevilla. Reuters

Tardaron los de Simeone en reaccionar y la primera aproximación fue en el minuto dieciocho en un remate del argentino Nahuel Molina, aunque poco después una internada del inglés Conor Gallagher fue interceptada sin control por el central francés Loïc Badé, quien hizo un penalti que transformó Julián Álvarez.

El nuevo empate dejó el partido abierto en la fase final del primer periodo, cuando se vieron alternativas en las dos áreas, aunque más en la atlética, donde el meta esloveno Jan Oblak tuvo trabajo ante las ganas sin precisión de su rival.

Un triunfo capital

La segunda parte se inició con cambios desde el inicio, con la entrada del lateral Javi Galán por Nahuel Molina, por parte visitante, y la del serbio Nemanja Gudelj también por otro lateral Adrià Pedrosa, en el Sevilla, aunque Simeone volvió a mover el banquillo pocos minutos después con el ingreso de noruego Alexander Sorloth y Koke Resurrección por Griezmann y Azpilicueta.

El juego, con esas modificaciones, no varió demasiado, se mantuvo abierto, sin grandes ocasiones para marcar y sin que ningún equipo diera un paso definitivo, aunque con el paso de los minutos, y más novedades en el Atlético como Rodrigo Riquelme y el francés Thomas Lemar, a los visitantes se les vio más ímpetu, lo que se tradujo en el tanto de Pablo Barrios en el alargue y, otra vez, en la desesperación sevillista.