Lenglet agarra a Roberto Fernández en una acción del partido.

Lenglet agarra a Roberto Fernández en una acción del partido.

Fútbol ESPANYOL 1-1 ATLÉTICO DE MADRID

Lenglet evita la victoria del Atlético de Madrid ante el Espanyol y los rojiblancos se alejan de la pelea por La Liga

Los de Simeone se atascaron en el RCDE Stadium con un penalti cometido por el central francés que evitó la victoria con la que meter presión a Barça y Madrid.

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En el mes de marzo el Atlético de Madrid ha echado por tierra la grandísima temporada que estaban haciendo en La Liga, posicionándose como uno de los candidatos a alzarse con el título. Tras el parón de selecciones, los rojiblancos tenían la oportunidad de redimirse tras el batacazo en Champions y las derrotas consecutivas ante Getafe y Barça, pero el Espanyol también urgó en la herida. [Así hemos vivido el empate del Atlético de Madrid]

Ante el conjunto perico, el Atlético de Madrid no pudo volver a la senda de la victoria en La Liga donde ha sumado sólo un punto de los últimos nueve, registros que hacen imposible que un equipo pueda luchar por el campeonato a falta de nueve jornadas para el final del mismo.

A pesar de ser un partido muy disputado, un golazo de Azpilicueta al filo del descanso mantuvo intacto el objetivo de llevarse los tres puntos ante el Espanyol. Sin embargo, en esto del fútbol quien perdona lo acaba pagando. Sorloth tuvo una ocasión clarísima en la segunda parte con la que encarrilar el partido y del posible 0-2 el partido terminó con empate a uno en una penalti infantil cometido por Lenglet sobre Cabrera.

Los de Simeone tenían el partido muy controlado, pero un error del defensa francés en el 70' deja a los rojiblancos con pocas posibilidades de pelear por el título. El Espanyol supo esperar su momento para seguir sin perder en casa. Nueve partidos seguidos sin conocer la derrota como locales encadenan los pericos, quienes siguen confiados en obtener la permanencia.

Tras el empate de Puado, los últimos 20 minutos del encuentro fueron vibrantes con los dos equipos en busca de la victoria, siendo el punto insuficiente para las aspiraciones de cada uno. Sin embargo, el marcador del RCDE Stadium ya no se movió.

Un partido muy igualado

Ninguno de los dos equipos brillaron especialmente en un duelo sin excesivas ocasiones, ritmo, ni mucho fútbol. El empate supone un cierto balón de oxígeno para el anfitrión, que suma ante uno de los gigantes de la competición en su casa, pero deja un sabor agridulce para los de Simeone.

El Atlético de Madrid arrancó bien y mandó un aviso serio a los dos minutos de partido con un gol anulado a Llorente. Griezmann invalidó la acción por fuera de juego. El cuadro visitante insistió en el inicio de partido y puso a prueba los reflejos de Joan García. El RCDE Stadium asumía que le esperaba un duelo duro.

El partido, pese al intenso inicio, bajó sus revoluciones y dejó paso a una calma tensa, sin llegadas claras. A medida que avanzaba el reloj, el Espanyol apenas llegaba arriba con claridad y los rojiblancos enseñaron más los dientes. Finalmente, los de Simeone recogieron el premio.

En el minuto 38, Azpilicueta, desde fuera del área, mandó un balón a la escuadra conectando un derechazo espectacular, sin opción para Joan García. Fue su primer tanto en Primera División. El Espanyol mostró su malestar con el arbitraje al reclamar una falta previa de Sorloth. El VAR no valoró la acción.

La tensión siguió en los compases finales de la primera parte. Primero, Gallagher estuvo cerca de firmar el segundo. Después, ya en el tiempo de descuento, el conjunto blanquiazul pidió penalti por posible falta de Lino sobre Jofre Carreras, un criterio distinto al que tuvo el colegiado.

Un penalti, un regalo

En la reanudación, el Atlético quiso sentenciar y no especuló con su ventaja. Los rojiblancos controlaban el ritmo del partido y no regalaban el balón. El Espanyol, poco a poco, se desperezó arriba. Esperaba una contra certera, pero apenas tenía opciones claras ante Oblak.

Todo cambió en el minuto 69, con una falta de Lenglet sobre Cabrera en el área. Javi Puado fue el encargado de lanzar la pena máxima y puso la pelota en la escuadra, lejos de los guantes de Oblak. El empate a uno dibujaba un nuevo encuentro.

Pese a los mayores recursos, sobre el papel, del Atlético, el conjunto visitante no inquietaba a Joan García: tiros desviados y tímidos eran la tónica en este tramo por parte del Atlético. El Espanyol, por su parte, tampoco brillaba arriba. No había excesiva pólvora en el duelo y así siguió hasta el pitido final.