El desastre de Del Cerro Grande en el VAR: de la sombra de Negreira a su jornada más dura

La duodécima jornada de La Liga no va a pasar desde luego a la historia del arbitraje como uno de los mejores fines de semana del gremio. Más bien todo lo contrario, porque en esta fecha hubo pocos estadios que se salvaran de ver decisiones de lo más polémicas e incluso ridículas por parte de los colegiados.

Muchos equipos y aficiones terminaron notablemente cabreados con los trencillas. El Celta, la Real Sociedad, el Almería, el Granada... Al menos la mitad de los encuentros de la jornada se vieron azotados por acciones que se resolvieron de una manera cuanto menos dudosa y por unas revisiones del VAR que no hicieron sino calentar todavía más los ánimos. 

Son muchos los que cada vez se preguntan con más insistencia para qué existe el VAR si no elimina las injusticias del fútbol al menos en La Liga, y desde luego que después de este pasado fin de semana esa corriente contraria al videoarbitraje se ha cargado de razones. Volver a ver las acciones polémicas una y otra vez por el monitor no sirvió en muchos partidos para determinar cosas que el resto del público apreció con claridad.

Si el gremio arbitral quedó claramente señalado en su conjunto, hubo un hombre en particular que aireó sus vergüenzas de manera extraordinaria. Del Cerro Grande centró muchas de las iras esta jornada porque él fue el encargado del VAR en dos partidos que tuvieron dos de las acciones más polémicas. 

Primero se comió un penalti que parecía clamoroso sobre Oyarzabal por parte de Koundé en el Real Sociedad - Barcelona. Un día más tarde, doblando su turno en el VAR, dio validez a una pena máxima ridícula a favor del Valencia en el encuentro que enfrentó al conjunto ché contra el Granada. 

Del Cerro Grande, en la diana

Es habitual que algunos árbitros hagan más de un turno en el VAR en la misma jornada. En esta duodécima fueron tres los que doblaron sus esfuerzos, pero uno de ellos fue el más criticado por todos. Jaime Latre se encargó del videoarbitraje en el Las Palmas - Atlético y en el Betis - Mallorca, Hernández Maeso hizo lo propio en el Villarreal - Athletic y en el Getafe - Cádiz, mientras que Del Cerro grande copó esta tarea en el Real Sociedad - Barcelona y en el Valencia - Granada.

Este último colegiado tuvo el premio de llevarse uno de los partidos más importantes de esta duodécima jornada. Del Cerro Grande se sentó ante los monitores en el Real Sociedad - Barça que resultaba importante para el devenir por el título de Liga y para las aspiraciones del conjunto donostiarra.

Fue un choque muy igualado que se decidió por detalles, y fue ahí donde la Real Sociedad salió perdiendo. Los de Imanol Alguacil reclamaron un penalti sobre Oyarzabal en la segunda mitad cuando el partido marchaba con empate a cero que no fue señalado pese a la claridad de las imágenes de televisión.

En las repeticiones se ve claramente como el jugador de la Real se interna en el área de castigo con el balón controlado y Koundé, que llegaba por detrás, arrolla y golpea la pierna izquierda del futbolista donostiarra. Este contacto tan claro que terminó con Oyarzabal en el suelo no fue considerado suficiente como para señalar los 11 metros pese a la indignación de los vascos y la estupefacción del público en general.

Con el 'caso Negreira' todavía caliente sobre la mesa y sin resolver, este tipo de acciones favorables al FC Barcelona vuelven a alimentar la teoría de la conspiración de los más incrédulos.

El escándalo de Mestalla

Fue una manera muy grosera de estrenar su fin de semana, pero Del Cerro Grande todavía tenía más trabajo por delante el domingo. El partido de Mestalla enfrentaba a un Valencia que quería acercarse a los puestos europeos frente a un Granada que pedía auxilio desde la zona baja de la clasificación.

Con Víctor García Verdura en el césped, el colegiado más joven de toda la Primera División, Del Cerro Grande fue el encargado de supervisar las acciones más polémicas en los monitores. 

El bochorno sucedió al filo del descanso, cuando parecía que el marcador se iba a quedar en un empate a cero al término de la primera mitad. El Valencia atacaba en busca del gol y en esas Hugo Duro peleó un balón sin dueño claro que estaba botando dentro del área.

Torrente, defensor del Granada, acudió a la lucha y, prácticamente sin querer y de manera muy liviana, tocó con su mano en la cara a Hugo Duro. El roce, que apenas tenía intensidad y que no parecía ni de lejos suficiente como para derribar a un futbolista, terminó con el delantero del Valencia retorciéndose de dolor en el terreno de juego reclamando penalti.

El colegiado cayó en la trampa y señaló los 11 metros, pero lo que escamó de verdad al Granada fue que Del Cerro Grande desde el VAR no rectificara esta decisión. Hugo Duro terminó incluso riéndose pocos segundos después, sabedor de que había conseguido engañar a los colegiados, y el Valencia terminó ganando el partido por esa polémica acción.

[Paco López explota contra el VAR por la gran polémica de Mestalla: "Nos están queriendo hundir"]

La reacción de Paco López, el entrenador del Granada, fue contundente y señaló además a Del Cerro Grande: "El árbitro que está en el VAR... No sé si el Granada le ha hecho algo, lo digo porque es reincidente en varios partidos", comentó el técnico, que también recordó una dura entrada de Paulista con los pies por delante a la altura de la tibia que no fue señalada con cartulina roja.

Dos acciones que parecen claras a ojos de todos los aficionados e implicados en el mundo del fútbol, que se vieron con imágenes nítidas por la televisión y por los monitores del VAR que, sin embargo, no evitaron otra debacle del videoarbitraje. Esta vez, Del Cerro Grande completó un fin de semana nefasto para él y para el VAR.