Xavi Hernández, durante un partido del FC Barcelona.

Xavi Hernández, durante un partido del FC Barcelona. AFP7 / Europa Press

Fútbol CHAMPIONS LEAGUE

La primera final Xavi en el banquillo del Barça: entre los fantasmas de Lisboa y la venganza del Bayern

Robert Lewandowski tiene sed por no llevarse el Balón de Oro y dejar al FC Barcelona de Xavi Hernández sin Champions y en Europa League, los precedentes.

8 diciembre, 2021 06:00

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Seguro que Xavi Hernández cuando se imaginó jugando su primera final como entrenador del FC Barcelona se esperaba una copa presidiendo el encuentro, un lugar engalanado para la ocasión, con la afición culé respaldándole en el estadio y las florituras propias de un gran evento de fútbol. Pues no va a ser así. Este miércoles el equipo azulgrana se ve contra las cuerdas en Múnich ante un Bayern con ganas de dejarles fuera de la Champions League.

El primer gran encuentro del técnico de Terrassa será este último choque de la fase de grupos de la máxima competición continental donde el Barça se juega el todo por el todo: seguir en la Champions o caer a disputar la Europa League. No solo la honra y la temporada deportiva están en juego; hay un componente económico clave para el futuro de la entidad. Es por lo que este partido en el estadio de Baviera, que no permitirá público en las gradas, se ha convertido en una final en diciembre.

Para estar en uno de los bombos del sorteo de los octavos de final de la Champions el Barça tiene que ganar al Bayern. Si lo hace, dependerá de sí mismo. Si empate, no; el Benfica, que juega en Lisboa ante un Dinamo de Kiev ya eliminado y sin opciones, ganando se metería y enviaría a los culés a la segunda competición continental. Más de lo mismo si directamente los de Xavi no consiguen ganar al equipo de Julian Nagelsmann que llegará con alguna baja al choque.

Reacción de Lewandowski tras marcar el 0-2 ante el Barça

Reacción de Lewandowski tras marcar el 0-2 ante el Barça Reuters

Goretzka, Kimmich, Sabitzer, Choupo-Moting y Gnabry no estarán este miércoles en el Allianz Arena. Sí lo harán los Neuer, Pavard, Coman, Sané, Müller y, sobre todo, Robert Lewandowski. El polaco llega con unas ganas especiales por lo acontecido durante el último mes. Ya vio portería en el partido de ida en el que los bávaros humillaron al Barça en el Camp Nou. No tienen otra idea mejor que tratar de hacer lo mismo en su territorio para seguir atemorizando a sus rivales por el cetro europeo.

Los fantasmas

Esa es la última referencia entre estos dos equipos y, evidentemente, es negativa. Poco se esperaba de aquel conjunto de Ronald Koeman que empezaba a tambalearse en el comienzo de la temporada. El equipo ha cambiado de entrenador, pero no de dinámica. La derrota en Liga frente al Betis ha provocado que la entidad culé llegue tocada a la gran final de este miércoles. Lo hace tanto anímicamente como físicamente.

Durante los últimos días se ha confirmado la baja de Ansu Fati, que se suma a las de Pedro González 'Pedri', Sergi Roberto, Sergio Agüero y Martin Braithwaite. Además, el extremo del filial Ez Abde no pudo entrar en la convocatoria al no estar inscrito en la competición. Las bazas pasan por la titularidad de Ousmane Dembélé, el reencuentro con el gol de Memphis Depay, el duende de la pareja Nico - Gavi y que la solidez defensiva vuelva con la dupla Piqué - Éric García. Xavi ha apelado en rueda de prensa al espíritu de las grandes noches.

"Afrontamos el partido con mucha ilusión y muchas ganas de que empiece. Tenemos delante uno de los peores rivales que podíamos tener. Es uno de los mejores clubes del mundo, pero sabemos que dependemos de nosotros. Si ganamos estamos clasificados. No hemos ganado nunca en Múnich y la historia está para romperla. Estamos con mucha ilusión para competir con nuestras armas", expuso el técnico catalán.

La clave está en ese "no hemos ganado nunca en Múnich". El equipo azulgrana aún tiene demasiado frescos en el recuerdo los dos últimos enfrentamientos con el Bayern, que supusieron dos debacles: el 2-8 de Lisboa en los cuartos de final de la Champions de 2019/2020 y el 0-3 en el Camp Nou del partido de la primera vuelta de la actual fase de grupos. Además, en sus cinco visitas a Baviera sólo han conseguido dos empates como los resultados más positivos.

La venganza por el dinero

Es otro encuentro que suena a revancha para el Barça. La realidad es que el club no pasa por su mejor momento deportivo para competir de tú a tú al club germano, pero que la ilusión que trajo Xavi Hernández puede ser una luz para guiarles. Por el bien de los equipos españoles, los culés tienen que estar en la siguiente ronda. El equipo catalán no cae en la fase de grupos de la Liga de Campeones desde el curso 2000/2001 y la plantilla diezmada buscará que este dato siga en la misma fecha.

Joan Laporta y Xavi Hernández, fundidos en un abrazo.

Joan Laporta y Xavi Hernández, fundidos en un abrazo. AFP7 / Europa Press

Hay un condicionante muy importante y es el del premio por pasar a la siguiente ronda. Una eliminación supondría ingresar 20,2 millones de euros menos que lo presupuestado por el club que no es menos que llegar a los cuartos de final; o lo que es lo mismo, habría que recalibrar las cifras presupuestadas para la temporada. Si bien es cierto que podría alcanzar una cantidad similar si se clasifica para la Europa League y logra llegar hasta la final, las cantidades se van a ver mermadas de inicio.

Dependen de sí mismos para que esto no suceda. Si bien es cierto que hay un condicionante extra en las piernas de un Lewandowski que viene encendido después de que Leo Messi le robase el último Balón de Oro y quiere demostrar que se merece uno en su carrera, al FC Barcelona no le queda otra que tratar de creer en un grupo joven.

Estos mismos jugadores, seguramente, en un futuro no muy lejano le volverán a dar gloria. Este miércoles tienen que salvar la papeleta en la primera final de Xavi Hernández. El técnico culé también se juega su reputación, así como un Joan Laporta cuyo regreso a la presidencia está siendo más amargo de lo que prometía y esperaba.

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