Marcos Llorente posa con la camiseta del Atlético de Madrid

Marcos Llorente posa con la camiseta del Atlético de Madrid EFE

Fútbol ATLÉTICO DE MADRID

Marcos Llorente: espejismo de una ilusión

El entrenador rojiblanco no ha confiado en el exjugador del Real Madrid en este inicio de temporada. 

29 octubre, 2019 21:47

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Tras la marcha de los grandes estandartes del Atleti el pasado verano (Godín, Griezmann, Filipe Luis o Juanfran), la revolución se veía como algo necesario. Atraer jugadores nuevos a un equipo que pretende seguir con la misma mentalidad que en temporadas anteriores. Joao Félix, Herrera, Lodi, Trippier, Hermoso y, aunque no lo parezca, Marcos Llorente. 

El exjugador del Real Madrid disfrutó de su mejor etapa en el conjunto blanco con la llegada de Solari. Tras ello, una lesión le privó de seguir asombrando a los espectadores en el campo de fútbol. La vuelta de Zidane a los banquillos le llevó al mismo sitio antes de su gran explosión, el banco. 

Con las cadenas en la rotación blanca, tocaba otear el horizonte en busca de una mejor situación. El centrocampista no se fue muy lejos, ya que la oferta del Atlético parecía demasiado suculenta. Varios días y 30 millones de euros después, Llorente estaba a las órdenes de Simeone e ilusionaba a una afición que veía cómo cambiaba la cara de su equipo. 

Ilusión y anécdota

Pero al igual que en numerosas ocasiones, la vida no es como un cuento de hadas. Lo que parecía ilusionante se quedó en una anécdota. Uno de los fichajes que menos ha jugado con el entrenador y que parece que no ha terminado de encajar en una larga y notable rotación. 

Marcos Llorente, contra Chivas de Guadalajara

Marcos Llorente, contra Chivas de Guadalajara EFE

Lo que en pretemporada parecía una realidad, la temporada lo ha confirmado como un espejismo. El jugador no ha sido capaz de jugar más de 45 minutos seguidos antes de ser sustituido por Simeone -frente al Alavés el pasado martes-. 

Pocos minutos en ocho partidos

Con apenas ocho partidos disputados en lo que va de temporada -con pocos minutos en todos ellos-, la relación entre Simeone y, como consecuencia, con la afición, y Llorente, se ha enfriado. Tanto es así, que parece un olvidado en el equipo, un jugador que solo sale cuando los titulares se han lesionado o la situación es extrema. 

De joven perla del fútbol español a olvidado en un banquillo que toma diferentes protagonistas cada jornada. Llorente no ha sido importante para Simeone en lo que va de temporada, y parece que seguirá siendo así. El argentino apuesta por la vieja guardia (Saúl, Koke, Thomas) y mientras, los nuevos jugadores miran desde el banquillo cómo se esfuma la ilusión que una vez tuvieron al fichar por el Atlético de Madrid. 

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