Cristiano se lamenta con James de fondo

Cristiano se lamenta con James de fondo PACO PUENTES EFE

Fútbol

El 'efecto Zidane' se diluye en el Benito Villamarín

El Madrid no pasa del empate ante el Betis (1-1) frenando el subidón de la llegada del francés. El Barça, con un partido menos, y el Atlético, líderes a cuatro puntos de distancia.

24 enero, 2016 23:07

Siete eran los partidos que llevaba consecutivamente el Betis sin marcar y siete fueron los minutos que tardaron los andaluces en sacar los colores al Real Madrid de Zidane. El francés se llevó el primer rejonazo en el banquillo blanco y sufrió el gran mal del Madrid este año, no aprovechar los pinchazos de los rivales para recortar distancias en Liga.

A los blancos (en Sevilla vestidos de gris) le llegó un partido totalmente diferente a las dos goleadas con las que se había estrenado y seguramente a lo que habían planeado. Un Betis correoso, por momentos cabreado, asustó a un Real Madrid que saltó al Villamarín dormido, como si los primeros minutos no existieran.

Los verdiblancos, que se dieron cuenta de ello, salieron en tromba, y rápidamente se pusieron por delante con un precioso gol de Cejudo, que se inventó una volea desde la frontal del área, sorprendiendo a Keylor Navas. El Madrid, noqueado, apenas supo reaccionar y se limitó a esperar la calidad individual de los James, Benzema o Cristiano, algo que no llegó.

La cara del portugués reflejaba la desesperación en la que se empezó a sumergir el Real Madrid en el Villamarín, anulado por la defensa bética. Entre el desorden, los de Zidane pidieron dos penaltis, especialmente uno sobre Benzema por un pisotón de Petros por detrás.

Tras esto, el Real Madrid se estiró y llegó con más frescura al ataque, aprovechando los pocos fallos que la muralla verdiblanca cometía. Un cabezazo de Pepe y un mano a mano de Cristiano ante Adán completaron una primera parte frenética.

Al Madrid le aparecieron los fantasmas de Villarreal, donde se dejó otro trozo de Liga cuando más necesitaba la victoria. El guión era el mismo. Con la segunda parte bien comenzada, llegó la mejor versión del Real Madrid, que acuciado por la clasificación, obligó a Zidane a mover el banquillo. Desde ahí irrumpió Carvajal, sustituyendo al fallón Danilo. Un simple cambio hombre por hombre acabó siendo clave. El juego del Madrid se volcó hacia la banda derecha y ahí empezó un asedio que encumbró a Adán como héroe del beticismo.

A donde no pudo llegar el ex portero blanco fue al gol del empate. Una jugada combinativa del Madrid, con exquisito pase de Kroos entre líneas, acabó con remate de Benzema en boca de gol, previo pase de la muerte de un James que, cuando recibió el balón, estaba en fuera de juego. 

Cuando Zidane se dio cuenta que la victoria pasaba por las bandas, se cansó de James, que completó uno de sus peores partidos desde que llegó al Real Madrid, para dar entrada a Jesé. Era demasiado tarde. El Betis se agazapó bien, achicando las numerosas ocasiones, y firmó un empate que celebró como una victoria. No es para menos cuando llegaba al duelo en coma inducido, estado en el que parece no querer alejarse el Real Madrid.