Fútbol LIGA DE CAMPEONES

Milagro en el Bernabéu

Un inverosímil gol de Nacho da la victoria al Madrid ante el PSG (1-0) tras un pobre partido de los blancos, clasificados ya a octavos.

3 noviembre, 2015 23:25

El Real Madrid es el único equipo de Europa que no ha perdido un partido esta temporada, pero sigue sin disfrutar una noche de gloria. Había encontrado en el equipo más caro de Europa un rival idóneo para demostrar galones e infundir miedo al continente. Este martes, pese a su derrota (1-0), el equipo francés demostró muchísima personalidad y salió reforzado de su visita al líder del grupo, ya clasificado matemáticamente a los octavos de final, cuya primera parte fue un compendio de horrores balompédicos.

El partido comenzó algo lento, interrumpido por la brecha de Isco y la lesión de Verrati en el minuto 11 (sustituido por un muy prometedor joven francés, Adrien Rabiot, de notable actuación). El Madrid se había ordenado en un 4-1-2-3, con Casemiro de lugarteniente y un comprometido Kroos presionando arriba, como falsa mediapunta, desplazado de su lugar habitual por el brasileño y el irremplazable Modric. El PSG jugó en el Bernabéu como si jugase en Lille: presionó arriba durante todo el partido, salvo algún repliegue táctico en busca de contraataques, y logró asfixiar al Madrid a partir del minuto 20 de la primera mitad.

Hasta entonces no había habido claro dominador ni ocasiones. Jesé, incisivo durante un cuarto de hora, permutaba bandas con un Isco superado físicamente que nunca pudo parar a Maxwell en sus constantes incursiones por la izquierda. Pareció durante rachas del partido un juvenil contra un equipo de primera división, aunque su orgullo le hizo estar a punto de decidir el encuentro con un segundo gol hacia el final. Ibrahimovic se movía por todo el campo, pero el partido estaba dormido todavía.

En el minuto 20 llegó la primera ocasión, un desborde de Di María con entrada de Aurier por la derecha que Matuidi remató mal desde la frontal. Un minuto después 'Ibra' rozó el palo en una genialidad dentro del área. Empezaba a llegar el PSG, Luka Modric apenas tocaba el balón y el Bernabéu empezaba a impacientarse. Le tocó asistir a un recital visitante durante 25 minutos que terminó asombrosamente bien para los blancos. La presión parisina era asfixiante: Cavani fijaba a Danilo atrás y la pareja Di María-Aurier en la banda derecha era un infierno para Marcelo, en ocasiones muy solo, que terminaría retirándose con molestias. El PSG era muy superior y el Madrid, que no había realizado ni un solo disparo a puerta, estaba irreconocible.

La crisis del Madrid en la primera parte fue absoluta. Matuidi no se despegaba ni un metro de Modric y el equipo no daba tres pases seguidos. 'Ibra' volvió a rozar su gol soñado en el Bernabéu, de falta directa, en el minuto 28. El Madrid apenas existía sobre el campo. Sólo Varane y Casemiro evitaban el desastre. La lesión de Marcelo en el mejor momento de su carrera parecía el presagio definitivo en plena epidemia de lesiones. Mientras el Bernabéu coreaba su nombre como para distraerse de la tremenda superioridad parisina, entraba Nacho de lateral izquierdo suplente.

Minutos después sucedió algo inverosímil. El propio Nacho, el jugador menos dotado para el ataque de la alineación, metió el gol más inesperado de los años recientes al recoger un rechace por alto, solo en la banda izquierda, y colocarla suavemente al segundo palo con asistencia del portero Trapp cuando todo el mundo esperaba un centro. El Madrid estaba desaparecido pero ganaba. Un minuto después Rabiot disparaba al poste con violencia. El récord de Keylor Navas podía considerarse ya producto de la suerte.

En el minuto 40 Cavani e Ibrahimovic estuvieron a centímetros de rematar a bocajarro un centro del solvente Maxwell. En el 43 otro córner produjo pánico en el área merengue. Cavani incordiaba en defensa y ataque como sólo sabe hacerlo un uruguayo. Cristiano, desconectado y apático, se dignaba a bajar a defender los saques de esquina. Modric había firmado la peor primera parte de toda su etapa madridista. El público animaba al disciplinado y héroe Nacho a subir: una entrada suya casi provoca el 2-0 en los pies de Isco, que dio un regate de más antes de parar Trapp. Varane, en el 44, sacó un balón de Cavani en la línea de gol tras un contragolpe de libro liderado por Di María. En el descanso la sensación predominante era de irrealidad.

Ibrahimovic se lamenta durante el encuentro.

Ibrahimovic se lamenta durante el encuentro. Sergio Pérez Reuters

La segunda parte fue más equilibrada (algo sencillo), aunque permitió ver el esplendor de Di María en el estadio que dice nunca quiso abandonar. En el minuto 48 estuvo cerca de empatar en un balón a la espalda y durante la media hora siguiente fue el amo de los tres cuartos del ataque francés por el centro, su zona menos frecuentada.

El Madrid comenzó con más seriedad y trazó alguna jugada al comienzo de la segunda parte. Matuidi no pudo continuar el implacable acoso a Modric y el Madrid mejoró ligeramente; al menos tenía más posesión. Di María daba sensación de peligro en cada toque, mientras Varane seguía manteniendo la casa limpia y Cristiano, perdido en su empeño personal, seguía concluyendo las jugadas con disparos estériles desde 30 metros.

La presión del PSG siguió cortocircuitando el juego blanco, oxigenado por la mayor participación de Modric (que pese a sus molestias físicas termimó el partido mucho mejor de lo que lo empezó). Jesé, que se había ido apagando, fue reemplazado pòr Lucas Vázquez: el gallego refrescó la banda derecha sin llegar a convertir el gol de la presunta tranquilidad. Isco pudo sentenciar en el 73 tras una buena jugada colectiva por la derecha, pero eran impulsos esporádicos frente a un equipo crecientemente volcado que acabó dispuesto en un 2-5-3. El partido había bajado un poco de ritmo: una gran noticia para el Madrid. Lavezzi calentaba en la banda, pero el Bernabéu seguía enamorado de Nacho, la estrella inverosímil, una señal de la auténtica calidad de un partido en la élite mundial.

Tras un partido pésimo, el Madrid sigue batiendo récords con la enfermería llena. Keylor es ya el portero debutante con más partidos imbatidos en la historia de la Champions. Pero por fin se le notaron las bajas: Benítez gana, pero ni convence ni ilusiona. Pocas veces un líder en ambas competiciones habrá generado tantas dudas a una hinchada sedienta de buen fútbol, a la que ni siquiera reanimó el intercambio final de golpes, sobre todo teniendo en cuenta el balón que Di María envió al larguero en el 88.

El PSG perdió una oportunidad de lograr una victoria histórica, pero el mundo del fútbol vio el martes por la noche a un equipo valiente, ordenado y sobrado de calidad individual. La victoria del Madrid en semejantes condiciones y en plena epidemia de lesiones profundiza el debate sobre el estilo de su entrenador. Y el equipo que más dinero ha gastado en el último lustro para conquistar su primera Champions, aunque hasta ahora no pasa de cuartos de final, puede estar por fin en el buen camino a tenor de lo visto en Chamartín.

1 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Nacho, m.33); Casemiro, Kroos, Modric; Isco (Kovacic, m.82), Jesé (Lucas Vázquez, m.63) y Cristiano Ronaldo. 0 - PSG: Trapp; Aurier, Thiago Silva, David Luiz, Maxwell; Verratti (Rabiot, m.17), Thiago Motta, Matuidi (Lucas Moura, m.75); Di María, Ibrahimovic y Cavani. Goles: 1-0, m.35: Nacho. Árbitro: Marc Clattenburg (ING). Amonestó a Casemiro (88) por el Real Madrid; y a Aurier (45) y David Luiz (67) por el PSG.
Encuentro correspondiente a la cuarta jornada de la Liga de Campeones, Grupo A, disputado en el estadio Santiago Bernabéu que presentó su primer lleno de la temporada, con 83.500 espectadores.