La palabra mágica del fútbol, gol, ha salido de la boca de los madridistas en 324 ocasiones gracias a la habilidad anotadora de Cristiano Ronaldo. En mismo número de ocasiones el Real Madrid celebró y aplaudió, y el club blanco ha querido aunar todas ellas en un homenaje al portugués, máximo goleador de la entidad tras superar a "su amigo Raúl". Algo que el propio homenajeado no esperaba: "Jamás me planteaba ser el máximo goleador de la historia del club".

Para el acto se reunió toda la plantilla, junto a directivos y exjugadores, en un acto de cara a la prensa. Tras un video en forma de tributo a sus goles, tomó la palabra el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que alabó del luso el ser un "ejemplo para todos los que intentan abrirse paso en el deporte y los que aman el fútbol". No solo palabras le ofreció, ya que el delantero recibió una bota conmemorativa por su logro.

Todo un evento dedicado al portugués, que juega según los estados de ánimo. Al marcar pierde ansiedad y al sentir el apoyo del club gana felicidad, y goles, lo que mejor se le da. No podía pues haber elegido mejor momento el club blanco para mimar a su nueva leyenda, con el próximo desafío en forma de derbi frente al Atlético de Madrid. Se trató de un acto impecable, que contrastó la mala imagen desprendida en despedidas a otros jugadores con el trato cercano a la referecia actual del equipo.

Junto al futbolista portugués estuvieron todos sus compañeros y también su entrenador Rafa Benítez. Ninguno de ellos duda de lo que Cristiano significa para el club y para el equipo, con lo que puede aportarles durante el transcurso de la temporada. Para facilitarle ese trabajo se crean unas condiciones en las que el portugués se sienta arropado, tanto como en la foto de grupo rodeando y abrigando y blindando al luso al final del evento.

Ya durante la semana habían llegado felicitaciones de antiguos entrenadores como Ancelotti o Ferguson, de su anterior club, el Manchester United, e incluso del que una vez fue compañero y referencia, pero que ya ahora queda atrás, el propio Raúl. Aquel del que heredó el dorsal siete y que le deseó que marcase otros 300 goles más mediante sms. Ha sido el ahora delantero del Ney York Cosmos la última barrera superada para el luso, una más. "Los que te conocemos sabemos lo duro que ha sido el camino, nada se te ha resistido", explicó Florentino Pérez.

Después de desearle que "su leyenda continúe", era el turno para que hablase Cristiano, con agradecimientos para todos: jugadores, entrenadores (con mención para todos, incluído Mourinho), fisios, Fundación Real Madrid, representantes... También entre ellos la prensa, con los que dijo que ha sido "un poco cabrón". Igualmente agradecido con su madre e hijo, presentes, pese que el benjamín se llevo una reprimenda por llevar calcetines blancos. La "última vez", advirtió su padre, antes de acabar con las mismas palabras que pronunció en su primer día con la elástica blanca: "Hala Madrid".