Roglic y Sepp Kuss acuden al control de firmas bajo la lluvia.

Roglic y Sepp Kuss acuden al control de firmas bajo la lluvia. GIRO DE ITALIA

Ciclismo GIRO DE ITALIA

La decisión que divide al Giro de Italia: así se recortó la 13ª etapa con final en Crans Montana

Los ciclistas acordaron el día anterior modificar el recorrido, mientras que la organización planteó una alternativa poco antes de la salida. 

19 mayo, 2023 17:53

La polémica sigue marcando esta edición del Giro de Italia. Este viernes se disputó la decimotercera etapa de la Corsa Rosa, un día muy esperado en el calendario porque se trataba de una jornada muy exigente después de las numerosas decepciones previas. 199 kilómetros entre Borgofranco d’Ivrea y Crans Montana, con tres puertos muy exigentes y con unas condiciones meteorológicas que, sobre el papel, no iban a ser benévolas.

Sin embargo, en los minutos previos al inicio de esta etapa que estaba previsto para las 11:00 horas, saltó la noticia. El recorrido inicial se modificaba, se quitaba gran parte del kilometraje y quedaba un trayecto de tan sólo 75 kilómetros. Se eliminaba toda la parte inicial, unos 120 kilómetros, y todo arrancaba en los pies de la Croix de Coeur. 

Enseguida se montó un gran revuelo y el habitual debate surgió entre los aficionados. ¿Estaba justificado este cambio de recorrido o se trataba de una medida de presión exagerada por parte de los corredores? Lo cierto es que tan sólo tres equipos pidieron correr la etapa tal y como estaba en el libro de ruta, mientras que el resto, la gran mayoría, abogaron por el cambio. 

[Caídas, Covid-19 y polémicos abandonos: los factores que dejan huérfano al Giro de Italia]

Los ciclistas apelaban a unas lluvias intensas que les harían pedalear bajo el agua durante muchas horas, unos descensos demasiado largos y unas bajas temperaturas que no serían buenas para su salud ni para el espectáculo. Pidieron activar el protocolo de condiciones extremas. La etapa se reanudó pasadas las 14:00 horas y nada de aquello sucedió. Salió un día seco, apenas se pudieron ver unas gotas de agua en un momento muy puntual, pero ni el agua ni las gélidas temperaturas hicieron acto de presencia.

La postura de los ciclistas

En este tipo de conflictos es cuando entra en juego la Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA). Adam Hansen, el presidente de este organismo que vela por los intereses de los deportistas, explicó cómo se desarrolló todo y cuáles fueron las exigencias de los corredores para solicitar un cambio de recorrido. 

Hansen explicó que los ciclistas sometieron esta decisión a votación en la noche anterior. En otras ocasiones les habían dicho que no podían hacerlo el mismo día, y tampoco tiempo antes, así que en previsión de las condiciones climatológicas decidieron votar en la noche anterior a la etapa. "Los corredores votaron anoche la aplicación del protocolo de condiciones meteorológicas extremas", dijo.

"De acuerdo con el reglamento, que establece la lluvia helada como punto 1 y las temperaturas extremas como punto 4 durante ciertas partes del recorrido de hoy, los corredores acordaron votar. Si la mayoría superaba el 80%, el resto de corredores acataría y respetaría la decisión mayoritaria, que ponía en marcha el protocolo de condiciones meteorológicas extremas y ejecutaba el punto 3: 'cambio de ruta'", prosiguió en su explicación Hansen.

Esta votación se hizo de manera anónima y más del 90% de los ciclistas votaron a favor de intervenir, así que la CPA apoyó la decisión. El desacuerdo entre el público con esa medida fue grande, así que Hansen salió al paso: "Si alguien no está de acuerdo con su elección, lo asumiré. Así que enviadme vuestras críticas a mí, no a los ciclistas. Los corredores son los héroes de este deporte, y creo que deberían centrarse únicamente en sus carreras en lugar de ser objeto de comentarios negativos".

La alternativa del Giro

Tal y como reconoció el propio Hansen, lo que los ciclistas propusieron fue empezar en el punto de partida pero tan sólo eliminar la subida y la bajada de la Croix de Coeur. Ahí especialmente es donde esperaban lluvia y bajas temperaturas, pero el resto del trazado pretendían hacerlo prácticamente igual. 

Sin embargo, antes de comenzar, RCS, la empresa organizadora del Giro de Italia, hizo una contraoferta. Lo que la carrera planteó fue esa etapa de apenas 75 kilómetros que finalmente se hizo, algo que los ciclistas aceptaron.

Se da la circunstancia de que es algo contradictorio. En este recorrido que se hizo, sí se incluía la subida y el descenso de la Croix de Coeur, precisamente el único punto del día que los ciclistas reclamaban quitar del trazado, y aún así la gran mayoría aceptó esta modificación porque suponía un menor número de horas encima de la bicicleta y evitar el mal tiempo.

Tanto en el paso por la Croix de Coeur como en la ascensión final se pudo ver un clima perfectamente soportable. Apenas apareció la lluvia y, pese a que las temperaturas eran bajas, no fueron extremas ni los ciclistas tuvieron que afrontarlas húmedos. Un año más, el Giro de Italia vuelve a quedar marcado por polémicas de este tipo, como el plante del pelotón que se vivió en 2020.