El bosque prohibido del norte de España: una reserva protegida a la que solo entran 20 personas al día

El bosque prohibido del norte de España: una reserva protegida a la que solo entran 20 personas al día Gobierno del Principado de Asturias, www.muniellos.es

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El bosque prohibido del norte de España: una reserva protegida a la que solo entran 20 personas al día

Un paraje exclusivo, misterioso y casi intacto en plena Asturias. 

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En el Principado de Asturias, al norte de España, se encuentra uno de los secretos naturales mejor guardados del país: la Reserva Natural Integral de Muniellos. Considerado el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa, este bosque ha sido declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO y se mantiene como un espacio casi intocado por la mano del ser humano.

Lo más llamativo es que, para preservar su riqueza ecológica, solo se permite la entrada a 20 personas al día.Aislado y silencioso, Muniellos es un bosque antiguo que ha resistido al paso del tiempo. Su biodiversidad es extraordinaria: robles centenarios, abedules, hayas, musgos y líquenes conviven con especies como el oso pardo y el urogallo cantábrico.

Todo ello hace que recorrer sus senderos se convierta en una experiencia única, casi mágica, para quienes logran acceder a este entorno privilegiado.El acceso a Muniellos es altamente restringido. Para visitarlo, es necesario realizar una solicitud previa a través de los canales oficiales del Gobierno del Principado de Asturias.

Tal y como se indica en la página oficial de Muniellos, el objetivo de este límite de visitantes es asegurar que el impacto humano sea mínimo y que el entorno pueda mantenerse en un estado de conservación excelente.

El bosque forma parte del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, y es considerado un emblema de la conservación en España. Los visitantes autorizados pueden realizar una ruta circular de unas 20 kilómetros de recorrido que atraviesa valles, ríos y laderas cubiertas de vegetación exuberante.

No hay bares, ni tiendas, ni cobertura móvil: solo el murmullo del viento entre los árboles y el sonido del agua fluyendo entre las rocas.El carácter prohibido de Muniellos no es un simple capricho: es una necesidad ecológica. Su delicado equilibrio requiere medidas extremas para mantenerse.