No está siendo nada fácil el duelo que está viviendo la familia del desaparecido Paco Arévalo, desde que el pasado 3 de enero de 2024 perdiera la vida a los 76 años en su domicilio de Valencia. El dolor de sus hijos, Paquito y Nuria Rodríguez, y de su única nieta, Ana, sigue siendo lacerante y, por momento, inconsolable.

Así lo pudo constatar hace unos días EL ESPAÑOL cuando entrevistó a Paquito, el hijo de Arévalo. "Notando mucho su ausencia y echándole mucho de menos. (...) Ha sido tan grande como padre, como persona, como amigo... Ha sido tan, tan grande que se nota muchísimo la ausencia. Es muy difícil de suplir. Lo ha sido todo", explicó, embargado por la emoción, el vástago del inolvidable cómico.

Paquito está al cuidado de su hermana, Nuria, aquejada de Síndrome de Williams. Por ella tiene que mantenerse fuerte y entero y, a veces, ha de esconder la debilidad. Son tiempos complicados y por este motivo, según ha podido confirmar este periódico, Ana, la nieta de Arévalo, se trasladó a vivir a Valencia -desde Madrid, donde reside- hace unas semanas, para arropar y ayudar y, sobre todo, cuidar de su tía Nuria.

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Paquito Arévalo junto a su hija, Ana, es una fotografía publicada en las redes sociales.

Su estancia, eso sí, es tan sólo temporal. Cuenta quien bien lo sabe que Ana está siendo de gran ayuda para su tía, sobre todo mientras se tramita la gestión de su ingreso en un centro de día. "Me tienen que dar la resolución. Puede ser mayo o incluso antes. Lo que no sé es la fecha. Todo eso lleva un trámite complicado. (...) Es una espera larga y tediosa incluso, pero esto es así", informó Paquito a este medio. 

Mientras tanto, hasta que ese momento llegue y Nuria pueda estar bien atendida durante el día, Ana se ocupa de su tía, con el amor que le profesa. La relación entre ambas es estrechísima y confidente. Además, según conoce este medio, Nuria se lleva de maravilla con Darío Ángel, el joven con quien comparte su vida la nieta de Arévalo. Darío Ángel y Ana viven en Madrid, donde han instalado su residencia. 

En estos días en que la hija de Paquito está en Valencia, es su razón de amor quien se desplaza a la Comunidad Valenciana. Ambos han disfrutado de las Fallas juntos, así como de la Semana Santa. El hecho de que Ana está de regreso en el domicilio de la familia permite que Paquito quede algo más liberado y, sobre todo, pueda atender plenamente sus compromisos profesionales.

"Paquito no está pasando un buen momento emocional", confía un buen amigo del hijo de Paco Arévalo. La presencia de su hija también le está viniendo muy bien a su ánimo. Ana y Nuria pasan el día juntas, haciendo planes, escuchando música y bailando, como da buena cuenta el TikTok de Ana Arévalo -hace un tiempo, la joven tomó la decisión de lucir el apellido de su abuelo-. 

Paquito Arévalo junto a su hija, Ana, y su hermana llegando al tanatorio, donde se velaron los restos mortales de su padre. Gtres

El último vídeo que compartieron tía y sobrina fue hace justo cinco días. En él se puede ver cómo Nuria trata de seguir los pasos del baile de su sobrina. Un material audiovisual que demuestra, entre otros aspectos, la gran complicidad que existe entre ellas. 

El día a día de Nuria 

Hace unos días, durante su entrevista con EL ESPAÑOL, Paquito Arévalo desveló como es la vida, el día a día, de Nuria. "Ella vive en su mundo. Es una enfermedad complicada. En España hay pocos casos, uno o dos más. Ella tiene un síndrome que es más frecuente en Estados Unidos. Ella es feliz con su YouTube. Es feliz con poquito también", detalló el vástago de Arévalo.

Nuria, hija de Paco Arévalo, en una fotografía de archivo.

Y añadió: "Se da paseos por el barrio y tengo que ir yo detrás sin que ella lo sepa... a escondidas. A ella le gusta la libertad, pero yo tengo que estar pendiente. Que hay gente muy mala. (...) Aparte de eso, tengo que ducharla, vestirla, cambiarla... Son 24 horas del día. Ella no puede hacerlo sola. Lo hago encantado: ojalá me dé Dios salud para que pueda hacerlo muchos años más". 

Ya en aquella charla con este medio, Paquito confesó que su mayor felicidad y prioridad pasa por el bienestar de su hermana y de su hija: "Con poco soy feliz. Soy feliz si mi hija y mi hermana están bien y son felices. (...) El amor, para mí, es mi hermana y mi hija. No quiero nada más. Soy un hombre, tengo amigas, claro. Pero lo que no quiero son compromisos. No tengo a nadie. Es que es muy complicado... No me gusta tener una relación seria. Estoy muy tranquilo así".