¿Vuestros cubiertos o joyas de plata han perdido su brillo o se han ensuciado? Es algo completamente normal. La plata es un metal noble que, con el tiempo y la exposición al aire, puede oxidarse y presentar una apariencia opaca o ennegrecida. Afortunadamente, existen métodos caseros y eficaces para limpiar la plata fácilmente, devolviéndole su brillo original sin necesidad de productos costosos.
En este artículo mostramos cómo limpiar cubiertos y joyas de plata paso a paso, con ingredientes que probablemente ya tenéis en casa. Además, os ofrecemos algunos consejos para conservarlos en buen estado durante más tiempo.
¿Por qué la plata se oscurece?
La plata se oscurece por un proceso natural llamado sulfuración, que ocurre cuando el metal reacciona con el sulfuro de hidrógeno, un gas presente en el aire. Esto forma una capa de sulfuro de plata, que es lo que genera ese color negro o grisáceo.
Cómo limpiar bien los cubiertos de plata (y las joyas)
Para limpiar bien los cubiertos o las joyas de plata tienes que coger un recipiente de plástico o de cristal, poner un trozo de papel de aluminio, agua caliente y bicarbonato (unas dos o tres cucharadas por cada litro de agua). Una vez tienes todo esto, introduces la plata ennegrecida en la mezcla y, pasados unos pocos minutos o algo más (dependiendo de lo sucia que esté), recupera su brillo.
¿Cómo se logra esto? La capa negra que se forma sobre los objetos de plata es sulfuro de plata, como ya hemos señalado, y, al ponerla en contacto con el aluminio en presencia de un electrolito (agua con bicarbonato), hay una reacción de transferencia de electrones en la que el aluminio se oxida y la plata (ion) del sulfuro de plata se reduce volviendo a su estado original de plata (metal).
¿Cómo evitar que la plata se oxide?
Después de cada limpieza, es fundamental secar los cubiertos de inmediato con un paño suave, preferiblemente de algodón o de microfibra, para evitar que queden marcas de agua. Si quieres darles un acabado aún más pulido, puedes usar un paño especial para plata y frotarlos suavemente.
También es importante pensar en cómo se almacenan. Guardarlos en un lugar seco y protegido es fundamental para evitar la humedad, que es la principal enemiga de la plata. Muchas personas envuelven los cubiertos en papel de seda o en fundas de tela. Incluso puedes colocar una pequeña tiza o una bolsita de gel de sílice junto a ellos para absorber la humedad y prevenir el ennegrecimiento.
Por último, trata de evitar el contacto prolongado con alimentos ácidos como el vinagre, el tomate o el limón, ya que estos ingredientes pueden acelerar la oxidación de la plata. Lo ideal es enjuagar los cubiertos después de cada comida y no dejar restos por mucho tiempo.
