Las patatas son uno de los alimentos más populares y más consumidos en nuestro país y en gran parte del planeta, ya que es el mejor acompañante para la carne y los pescados, tanto en guisos como estofados, sin olvidar algunas elaboraciones en las que es el gran protagonista, como sucede en la tortilla de patata. Su sabor y versatilidad, sumado a su asequible precio, hacen que tenga un lugar importante en la gastronomía de muchos países.

Este tubérculo, que se puede preparar asado, cocido o frito, destaca por tener numerosos beneficios para la salud, siendo una excelente fuente de vitaminas B6 y C, así como en carotenoides y potasio, pero también supone un aporte calórico importante, sobre todo por la presencia de carbohidratos. La patata es un básico de la cocina y, entre las formas de prepararlas, las patatas al horno son un clásico de los hogares.

Es por ello por lo que el conocido chef Martín Berasategui, que en su haber tiene 12 estrellas Michelin, ha explicado que no hay que saltarse para que las patatas se hagan más rápido en el horno, y es mucho más sencillo de lo que puedas pensar.

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Según el cocinero vasco, la mejor forma de que las patatas queden perfectas y se preparen con mayor rapidez es cortarlas por la mitad. De esta manera, cuando se van a cocinar al horno, hay que lavar bien las patatas y no olvidarse de calentarlas partidas a la mitad, para posteriormente colocarlas en la bandeja que antes habrá que haber untado con aceite de oliva.

Luego tendrás que añadir sal y las especias que prefieras, para seguidamente proceder a introducir la bandeja de las patatas en el horno a 180 grados centígrados, dejando que se hagan durante 30 minutos. Para comprobar que están hechas por completo, es tan sencillo como pinchar con el tenedor, y en el caso de que puedas hacerlo sin esfuerzo, querrá decir que están listas para comer.

Si prefieres hacerlas en el microondas, tendrás que ponerlas a cocinar a máxima potencia durante 4 minutos, para luego darles la vuelta y volver a cocinar otros 4 minutos. Luego habrá que envolverlas en una hoja de papel de aluminio, para dejarlas reposar durante 5 minutos para que se acaben de hacer sin perder la humedad.

Los beneficios de cocinar las patatas al horno

Las patatas al horno tienen diferentes ventajas que hacen que sea una de las mejores formas de poder disfrutar de todos los beneficios asociados a este tubérculo, que hace que se pueda disfrutar de un alimento rico en nutrientes. Las patatas contienen minerales como hierro, fósforo, magnesio, calcio y zinc, además de vitaminas B3, B6, C y ácido fólico. Estos elementos le otorgan propiedades que ayudan al cuerpo a mantener la estructura ósea o prevenir enfermedades cardíacas al contribuir a nivelar el colesterol.

Una de las cualidades de cocinar las patatas de esta manera es que se vuelven más sencillas de digerir, ya que hace que sean mucho más suaves. Incluso ayuda a que sea más sencilla la ingesta de otros alimentos con los que se pueden acompañar, siendo ideal para personas que sufren algunos malestares digestivos. Esto también sucede por la cantidad de fibra que poseen las patatas, que ayudarán al organismo a digerir mejor al mismo tiempo que contribuye a reducir el colesterol malo.

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Por otro lado, consumir las patatas al horno también ayuda frente a los problemas digestivos, ya que reduce los malestares que se puedan sufrir con algunas alteraciones como el estreñimiento o la diarrea, ya que esta forma de ingerirlas promueve la regularidad del tracto digestivo. Además, si se sufre de diarrea, es un alimento ideal para poder recuperar energía y nutrientes, además de favorecer la regulación del sistema digestivo.

Asimismo, hay que recordar que las patatas pueden ayudar a mantenerse con buen humor y a regenerar los músculos tras el ejercicio, algo que consigue gracias a los niveles de vitamina B6 que podemos encontrar en su composición. El potasio, por su parte, contribuye al correcto funcionamiento de los músculos al contraerse y relajarse constantemente en ejercicios físicos, además de que contiene mucha proteína que hará que estos crezcan.

A las ventajas mencionadas hay que sumar que las patatas al horno suelen ser bajas en grasas, porque no es necesario añadir aceite, como sucede en el caso de las patatas fritas. Es en este momento en el que la propia preparación y los alimentos con los que se acompaña la patata son relevantes, ya que si, por ejemplo, se añade mantequilla en su elaboración, se estará incrementando el consumo de grasa.

Las formas más sanas de cocinar patatas

A la hora de hablar de las formas más sanas de cocinar las patatas más saciantes y sin añadidos, nos encontramos en primer lugar con las patatas cocidas y enfriadas, seguidas de las patatas al vapor y las patatas en microondas, respectivamente, para situarse las patatas al horno como la cuarta mejor opción de preparación en este sentido.

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Después se sitúan las patatas en la freidora de aire caliente, que han ido ganando cada vez más popularidad ante el auge de este electrodoméstico tan versátil y que permite unas elaboraciones más saludables, en gran parte por poder prescindir del uso de aceite en la elaboración. Por el lado contrario, como las peores maneras de preparar las patatas, nos encontramos con las patatas de bolsa y las patatas fritas.