Cigarrillo electrónico.

Cigarrillo electrónico. Wolf von Dewitz / dpa

Salud

Los expertos antitabaco critican el extremismo: "Causa la mala regulación de los productos con nicotina"

La mala ciencia y los prejuicios están generando una 'visión de túnel' que impide apreciar que no se están consiguiendo los mejores resultados posibles.

E. E:
Publicada

Las claves

Expertos en control del tabaquismo critican que las posturas extremas dificultan una regulación efectiva de los productos con nicotina.

Investigadores destacan que la mala regulación, basada en prejuicios y ciencia politizada, puede aumentar el consumo o fomentar el mercado ilícito.

Estudios muestran que prohibir sabores en vapeadores reduce su uso en jóvenes, pero puede incrementar el consumo de cigarrillos tradicionales.

Se propone regular los productos de nicotina basándose en evidencia científica rigurosa y diferenciando entre los distintos riesgos y efectos de cada producto.

Investigadores y expertos en control del tabaquismo han coincidido en culpar a las posiciones extremistas de estar provocando en muchos lugares una mala regulación de los productos que contienen nicotina, generando efectos contrarios a los del interés de la salud pública.

Los expertos, que participan en la Cumbre del cigarrillo electrónico que tiene lugar en el Real Colegio de Médicos en Londres, explicaron que la "mala ciencia" y los prejuicios están generando una 'visión de túnel' que impide apreciar que no se están consiguiendo los mejores resultados posibles.

Las conclusiones de los ponentes del panel 'Nicotina, ciencia y regulación de tabaco' plantean la necesidad de regular los productos de nicotina con la ciencia más completa y rigurosa.

Piden estudiar los fallos que ya se están produciendo para buscar un punto intermedio entre la protección de la salud pública y de los menores, minimizando mientras el daño de la población fumadora.

El profesor de psicología clínica Lion Shahab, del University College London, también codirector del grupo para la investigación de alcohol y tabaco, denunció que una "mala y politizada ciencia lleva a regulaciones pobres".

Según su experiencia, una "falta de regulación produce un aumento del consumo de productos de nicotina", algo que no consideró deseable. Por el contrario, una "demasiado restrictiva empuja hacia el mercado ilícito de nicotina".

Sobre la nicotina, rechazó la consideración de que sea lo mismo que la cafeína. Existe una "relación directa entre nicotina y problemas de salud mental". Su uso continuado puede "incorporar al hábito a gente que no fumaba", insiste.

Abigail S. Friedman, investigadora de la Universidad de Yale en Estados Unidos, señala que los efectos de prohibir los sabores en los vapeadores han resultado en un aumento del consumo de cigarrillos.

Otro estudio presentado sobre la misma prohibición en Países Bajos indica que una parte de los que vapeaban acabó fumando más, y la restricción llevó a 1 de cada 10 a empezar a fumar cuando antes jamás lo había hecho.

Los estudios realizados por la universidad de Yale apuntan "consistentemente" a que "las restricciones de sabor provocan reducciones en el vapeo entre jóvenes y adultos jóvenes, pero también aumentos en el consumo de cigarrillos en esos grupos de edad".

Esto significa que "cuando uno de estos productos es más caro, menos accesible o menos atractivo, la gente es más propensa a usar el otro", zanja.

También citó el ejemplo del Estado de Maryland, que priorizó la eliminación de dispositivos desechables con sabores y eso provocó una "reducción del vapeo en adultos jóvenes", sin "aumento estadísticamente significativo en el tabaquismo".

Es por ello que la experta y su grupo de trabajo proponen una prohibición de los sabores más dirigida a los productos desechables, aunque manteniendo el sabor mentol o menta para evitar el efecto rebote.

Esto centra el objetivo en "los productos más utilizados por los jóvenes" y "reduce los costes medioambientales derivados de la eliminación de los dispositivos de un solo uso".

La investigadora citó el caso de Reino Unido y su política sobre prohibir exponer en escaparates o estanterías productos de tabaco, especialmente en tiendas a las que tienen acceso menores. Consideró que es una fórmula que funciona.

"La opción política obvia es prohibir la exhibición en el punto de venta, no solo para tabaco de combustión, sino para todos los productos de nicotina no medicinal en tiendas que admiten menores de edad", manifiesta.

El profesor Hayden McRobbie, del Instituto Wolfson de Salud Pública, presenta como un problema el choque científico que se está produciendo sobre el tabaquismo y los diferentes productos de nicotina. "Está haciendo aumentar las dudas entre el público", lamentó.

Esto puede "socavar" políticas de salud pública al considerar los fumadores que las alternativas como el cigarrillo electrónico son iguales o incluso peores a seguir fumando, algo que no son, explica.

El doctor Karl Lund, investigador senior del Instituto noruego de salud pública, defiende que las bolsas de nicotina o las variantes del snus se han demostrado en Suecia como una manera efectiva de llegar a los fumadores, consiguiendo incluso que dejen de fumar.

La literatura científica sobre los efectos en la salud del snus muestra poca relación entre su consumo y el aumento de la prevalencia de enfermedades tradicionalmente relacionadas con el tabaquismo, lo que seguramente se podrá extrapolar a las bolsas de nicotina, valora Lund.

El profesor Robert West profundizó en la adicción al tabaco. Su experiencia le lleva a pensar que la dimensión psicológica de la adicción es mayor que la física, por lo que muchos de los fumadores recaen incluso aunque sustituyan eficientemente los cigarrillos con otros productos de nicotina.

La clave, asegura, sería "mejorar la capacidad de las personas para entender los daños de los diferentes productos" y "no pretender que todos son iguales". Esto "proporciona apoyo y tratamiento para mejorar la resiliencia mental"

Es por ello que West defendió la importancia de "ayudar a la gente a abordar la situación", entender sus "vulnerabilidades" y "qué les lleva" exactamente a esa adicción al tabaco y la nicotina.

Si se consiguen "fomentar comportamientos alternativos que satisfagan sus deseos clave", es probable que sea más fácil acabar con esa adicción, concluye.