En España se espera que haya 32.188 nuevos casos de cáncer de próstata este año.

En España se espera que haya 32.188 nuevos casos de cáncer de próstata este año. Getty Images

Salud

Un nuevo estudio azuza la polémica del cribado de cáncer de próstata: "Su impacto sobre la mortalidad es muy escaso"

Un reciente análisis sugiere que, aunque permite detectar casos de forma precoz, su impacto en la reducción de fallecimientos es bastante limitado.

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Las claves

Un estudio europeo con más de 160.000 hombres y 23 años de seguimiento concluye que el cribado del cáncer de próstata mediante PSA reduce la mortalidad solo un 0,22%.

El sobrediagnóstico y los tratamientos agresivos derivados del cribado generan morbilidad en pacientes cuyo tumor podría no ser mortal.

La detección precoz del cáncer de próstata muestra un beneficio marginal en la esperanza de vida, especialmente en mayores de 70 años, donde el riesgo de muerte por otras causas es mayor.

Expertos abogan por estrategias de cribado más personalizadas que combinen PSA, calculadoras de riesgo y resonancia magnética para reducir falsos positivos y evitar intervenciones innecesarias.

En 1993, un grupo de investigadores europeos se propuso abordar una pregunta: ¿la detección del cáncer de próstata mediante la prueba del antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) salva vidas?

La respuesta, tres décadas después, aún sigue dejando más dudas que certezas. Así se desprende del último análisis, publicado en The New England Journal of Medicine, del Estudio Europeo Aleatorizado sobre el Cribado del Cáncer de Próstata (ERSPC).

Este trabajo, realizado en ocho países, recopila los datos durante 23 años de 162.236 hombres con edades comprendidas entre los 55 y los 59. El 28% de ellos tuvo al menos un resultado positivo en el cribado, lo que no siempre implica un diagnóstico de cáncer de próstata.

Se estima que alrededor del 25% de los varones que se hacen una biopsia por una concentración elevada del PSA terminan siendo diagnosticados de este tumor. Esta prueba, además, tiene un impacto limitado en la reducción de fallecimientos.

Impacto escaso en mortalidad

La mortalidad por cáncer de próstata fue un 13% más baja en el grupo que participó en el cribado; sin embargo, el riesgo absoluto de mortalidad se redujo un 0,22% tras 23 años de screening.

A los 16, el porcentaje era del 0,14%, por lo que mejoró ligeramente la eficiencia del cribado: el número necesario a examinar para evitar una muerte pasó de 628 a 456.

En los países desarrollados como España la incidencia de cáncer de próstata es muy alta porque se lleva a cabo el cribado. Sin embargo, su mortalidad es similar a la de países menos desarrollados donde la incidencia es más baja.

Esta incoherencia responde a que "se hace un esfuerzo por buscar los tumores, pero el impacto sobre la mortalidad es muy escaso", como apunta a EL ESPAÑOL Marcos Luján, jefe de la Unidad de Urología del Hospital Infanta Cristina y uno de los autores del citado estudio.

Aunque reconoce que entre los firmantes hay quienes recomiendan el screening para toda la población, en su caso se muestra más cauto y no afirmaría con rotundidad que salva vidas.

Sobre todo porque los tratamientos que se siguen tras detectar un nivel de PSA elevado son agresivos, con lo cual se añade morbilidad y efectos adversos a personas cuyo tumor podría no poner en riesgo su vida.

Luján cita un reciente estudio en el que se analizó la esperanza de vida ganada con el cribado del cáncer. En el caso del de próstata, la diferencia no fue significativa, con un beneficio de unos 37 días.

Para Javier Puente, vocal de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncólogo del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, hay varios motivos que explican el beneficio tan modesto en la reducción de la mortalidad.

El cáncer de próstata suele tener un curso evolutivo lento. Por ello muchos tumores detectados por un nivel de PSA elevado pueden no poner en riesgo la vida del paciente, lo que provoca que el impacto del diagnóstico precoz sea limitado en la mortalidad de una población de edad avanzada.

Además, la cohorte de pacientes crece y, en el seguimiento a 23 años, casi la mitad de ellos mueren por causas no relacionadas con esta enfermedad, lo que "puede diluir el efecto del screening en mortalidad específica".

Hacia una detección personalizada

Se espera que la mortalidad por cáncer de próstata se duplique para 2040. De ahí la importancia de una detección temprana. Pero, como apuntan los expertos, no sólo se trata de diagnosticar más, sino también de hacerlo mejor.

El sobrediagnóstico implica comprometer la vida de personas para las que el cáncer de próstata no supone una amenaza real. En los mayores de 70 años, de hecho, el riesgo de muerte por otras enfermedades suele superar el beneficio potencial de detectar precozmente un tumor prostático.

Las guías clínicas desaconsejan el cribado rutinario en este grupo. Pero la práctica difiere de esta recomendación: hasta un 40% de los mayores de 75 años continúa sometiéndose a pruebas de PSA pese a que los datos muestran un beneficio marginal.

Pese a ello, según opina Puente, el cribado del cáncer de próstata no desaparecerá, sino que avanzará hacia una estrategia altamente personalizada, en la que se integren los niveles de PSA, las calculadoras de riesgo y la resonancia magnética.

Los estudios recientes ya han demostrado la combinación de estas herramientas permite limitar las intervenciones solo a quienes tienen más riesgo, evitando así los miles de casos que serían falsos positivos.

"El problema es que aún no hay estudios que hayan aplicado este nuevo esquema a largo plazo", apunta Luján, quien considera que, teniendo en cuenta la evidencia científica actual, no sería necesario un cambio en las recomendaciones.

En nuestro país ya se había evaluado en 2011 la evidencia disponible sobre el cribado de cáncer de próstata y los informes no fueron favorables. Pero, en 2022, el Consejo de Europa recomendó estudiar la factibilidad de ampliar algunos cribados como el de cáncer de próstata.

En base a esta recomendación, desde el Ministerio de Sanidad se ha solicitado un informe de actualización del cribado de cáncer de próstata a la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias.

"Uno empieza a pensar si no hay criterios políticos detrás, y no exclusivamente científicos", concluye Luján.