Salud

Ni alcohol ni tabaco: el hachís se ha disparado entre los menores en España un 172% durante la última década

Su forma de consumo del cannabis ha experimentado un cambio en la última década, con una caída de la marihuana frente al repunte del hachís.

Más información: La España enganchada al cannabis: "Empiezas a los 14, y a los 20 tienes la cabeza hecha 'puré'"

Publicada
Actualizada

Las claves

El consumo de alcohol y tabaco entre adolescentes españoles ha caído a mínimos históricos, pero el uso de cannabis, especialmente hachís, ha aumentado un 172% en la última década.

El hachís ha superado a la marihuana como la forma más consumida de cannabis entre jóvenes, con un 33,2% de prevalencia y un aumento notable en la potencia del THC.

Expertos advierten sobre los riesgos del consumo precoz de cannabis en el desarrollo cerebral adolescente, destacando la banalización social de sus riesgos y el aumento de menores en tratamiento por consumo.

Los adolescentes en España cada vez beben y fuman menos. Así se desprende de la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), que el Ministerio de Sanidad ha presentado este miércoles, con datos de estudiantes de 14 a 18 años.

En 2025, la prevalencia de consumo en los últimos 30 días fue del 51,8%. Es la cifra más baja desde que se tiene registro. El tabaco, por su parte, también ha caído a mínimos históricos, con un 15,5%.

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha valorado que los jóvenes de nuestro país tengan los hábitos más saludables de los últimos 25 años. Aunque también ha alertado de que aún hay "cifras muy preocupantes".

Y es que, más allá del alcohol y del tabaco, la sustancia psicoactiva ilegal con mayor prevalencia de consumo entre los adolescentes sigue siendo el cannabis, cuya edad media de inicio en el consumo se produce poco antes de cumplir los 15 años.

De marihuana a hachís

En 2025, un 21% de los estudiantes reconoció haberlo probado alguna vez en su vida, aumentando una décima respecto al porcentaje que se registró en 1994, cuando se alcanzó la cifra más baja.

Los datos de la última encuesta consolidan una tendencia descendente que comenzó en 2004, cuando un 25,1% dijo haber consumido cannabis en los últimos 30 días. Este año, 'sólo' respondieron afirmativamente un 11,6%.

En este grupo, sin embargo, se ha experimentado un cambio durante la última década en lo que se refiere a la forma de consumo, pasando de la marihuana al hachís.

En 2016, el 51,1% aseguraba consumir principalmente marihuana, frente al 12,2% de hachís. El porcentaje superaba incluso al de aquellos que reconocían consumir de los dos tipos (36,7%).

La diferencia se ha reducido de tal forma que la marihuana ha dejado de ser en 2025 la más consumida. El hachís ocupa ahora esta posición con un 33,2%, aunque aún está ligeramente por debajo de lo que consumen de los dos tipos (35,4%).

Las chicas muestran una cierta tendencia a consumir más marihuana que los chicos (34,0% frente al 29,8%), mientras que en el caso del hachís se observa un dato levemente mayor en los chicos (34,0% frente al 31,8% de las chicas).

Para Xavier Roca, psicólogo clínico de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, lo más preocupante no es que haya habido un cambio en la forma de consumo, sino en la potencia.

"Los que cultivan cannabis utilizan métodos para potenciarlo. Por ello las plantas del 2025 no tienen nada que ver con las del 2016".

Este incremento de la potencia ha sido más acentuado en el caso del hachís. Así lo revela la Monografía sobre Cannabis 2025: Consumo y Consecuencias, elaborada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Del cannabis decomisado, la concentración de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) es mayor en el hachís que en la marihuana. Su contenido se ha duplicado en la última década. En 2023, fue de un 29% frente a un 12,6% de la marihuana.

El THC se considera el principal responsable de los efectos psicoactivos del cannabis. Y cuanto más alto sea su contenido, mayores riesgos existen para la salud mental y física del que lo consume, sobre todo si se trata de un adolescente.

"Se piensa que no pasa nada por fumar cannabis y no es así", advierte Roca, a quien le preocupa que entre los menores que consumen la media de porros consumidos al día es de 3,8 en 2025. "Es un gramo diario de hachís o de marihuana".

Para los adolescentes es una cifra a tener en cuenta, pues existe un riesgo muy importante de que afecte al desarrollo cerebral: "El lóbulo frontal madura hasta los 18 o 20 años. Consumir antes de esa edad daña su desarrollo".

Pese a que por su consulta sólo pasan adultos, entre ellos se suele repetir un patrón básico: "Todos empiezan en la adolescencia".

La banalización del consumo

En 2022, el 93,5% de los menores en España que fueron admitidos a tratamiento por consumo de drogas ilegales en nuestros país lo han hecho por problemas asociados al cannabis.

Desde Proyecto Hombre también han observado que cada año atienden a más adolescentes en los programas de prevención ante el consumo de cannabis, como apunta su directora general, Elena Presencio.

El perfil con el que se encuentran es el de un menor que ha consumido tanto cannabis como alcohol, y que acude con los padres, pues no hay una mayoría de familias que sean monoparentales. Tampoco existen diferencias en cuanto al estatus económico.

Los dos expertos consultados por EL ESPAÑOL coinciden en que este aumento responde a la banalización del consumo de cannabis que hace la sociedad y que llega también a los jóvenes.

El mensaje de que no va a causar ningún problema, comenta Roca, llega desde muchas direcciones porque existen intereses económicos que hacen que se tenga la percepción de que incluso es más sano que fumar tabaco.