José Elías, CEO y presidente de Audax Renovables

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Salud

José Elías, 49 años, empresario: "Comer sano y entrenar no te hará rico. Nunca me levanto a las cinco y no me va nada mal"

Madrugar, comer sano y hacer ejercicio son solo algunos factores para tener una vida saludable, pero no te harán millonario.

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Las claves

José Elías, empresario, cuestiona la idea de que hábitos saludables conducen a la riqueza, afirmando que "comer sano y hacer deporte no te va a hacer rico".

El éxito económico depende de diversos factores como capital social, educación, oportunidades y suerte, más que de madrugar o hacer ejercicio.

Estudios muestran que hábitos saludables pueden mejorar la salud y productividad, pero no tienen una relación directa con la acumulación de riqueza.

La teoría del efecto Mateo sugiere que el éxito económico tiende a acumularse en quienes ya tienen recursos, mientras que los hábitos saludables son más accesibles para los ricos.

Durante los últimos años se ha ido repitiendo la falacia de que, si realizamos determinados hábitos, será más probable que atesoremos riqueza. Se trata, esencialmente, de buenos hábitos de estilo de vida: madrugar, meditar, comer sano, hacer ejercicio, etc. Nuestra vida será más saludable y alargarán nuestra esperanza de vida sin sufrir enfermedades o reduciendo su riesgo. Sin embargo, la relación entre estos hábitos con la prosperidad es, cuanto menos, escasa.

Esa misma idea la ha compartido recientemente el conocido empresario José Elías en su cuenta de X, haciendo referencia al mensaje repetitivo que sigue hoy en día circulando por diferentes redes sociales: "Si te levantas a las 5 AM, meditas y comes bien, serás millonario". Con su conocido estilo directo, replica: "Comer sano y hacer deporte no te va a hacer rico".

No son pocos los programas de 'gurús' que se han basado en la premisa de asimilar los hábitos saludables -e incluso propios de atletas de élite- como sinónimo de éxito económico. Sin embargo, aunque se sabe que llevar a cabo un buen patrón alimentario, un nivel mínimo de actividad física, una buena gestión del estrés (mediante la meditación, por ejemplo); son buenos hábitos de estilo de vida, no tienen nada que ver con la riqueza.

De hecho, estudios como el conocido Estudio Caerphilly ya sugirieron hace décadas que asociar 4-5 hábitos de vida saludables, como no fumar, no beber, mantener un peso corporal adecuado, llevar a cabo un mínimo de actividad física y consumir una dieta baja en grasas se asociaría con un menor riesgo de diversos tipos de enfermedades crónicas. Pero, de nuevo, nada de ello tiene que ver con hacerse millonario.

El éxito económico depende de múltiples factores: capital social, educación, oportunidades, inversión, riesgos, contexto cultural, familiar e incluso geográfico, y suerte. De hecho, la relación entre vida saludable y riqueza suele ser justo al revés de lo que se suele pensar: las personas con más recursos tienden a ser las que pueden permitirse una mejor salud en general, y muchas de estas personas mejoran su estilo de vida tras poseer dicha riqueza.

Por su parte, la relación entre madrugar y poseer éxito económico también se ha estudiado durante las últimas décadas. Uno de esos estudios, publicado ya en 2006, analizó la posible relación entre acostarse temprano, levantarse temprano y acabar poseyendo riqueza. Y la conclusión fue que no había relación con la riqueza. Si bien es cierto que este tipo de rutinas fomentan la constancia y la disciplina, no parecen ser clave en el éxito económico.

Otros estudios más recientes sí han sugerido que hacer ejercicio regularmente puede colaborar, al menos indirectamente, en aumentar la riqueza. El pasado año 2022 una investigación sugirió un aumento modesto, del 3,79%, en la riqueza de aquellos que hacían ejercicio regularmente. La hipótesis barajada sería que, dado que el ejercicio mejora la salud, esto a su vez mejoraría la productividad laboral, dando lugar a más ingresos. Sin embargo, se trataría de un efecto modesto.

Como comenta el mismo José Elías: "La inmensa mayoría de la gente que conozco se cuida, hace deporte... y no son millonarios. Simplemente son gente sana. No hay una relación directa de causa-efecto. Yo nunca me he levantado a las 5 AM y no me va nada mal. Por lo tanto, esa idea de que te harás rico siguiendo ciertos hábitos es un cuento".

En la otra cara de la moneda, también existe evidencia sobre qué factores sí colaboran realmente en la riqueza y son clave en la misma: hábitos personales, contexto social, nivel educativo e incluso nivel socioeconómico familiar serían solo algunos. Uno de los análisis al respecto lo realizó el Aspen Institute, y se publicó en su informe de 2023: la acumulación de capital, el acceso al ahorro e inversión desde jóvenes y las desigualdades estructurales tendrían un peso muy superior a los hábitos saludables en cuanto a riqueza a futuro se refiere.

De hecho, existe una teoría en este sentido, la conocida como teoría del efecto Mateo ('Matthew effect'): "el rico se hace más rico, y el pobre se hace más pobre". Se trata de un fenómeno de acumulación de bienes, ya sea riqueza o fama, o ambas. Este término se le atribuye a Robert K. Merton, el cual lo nombró por primera vea en 1968 en la revista Science.

Sin embargo, el uso del concepto ha calado en otras disciplinas como economía, psicología y educación. Su nombre, procede de la Biblia, dado que se refiere al versículo de Mateo 13:12 donde el evangelista explica: "Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más: pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado".

En conclusión, aunque los hábitos saludables son deseables y aconsejables, y mejorarán significativamente tanto nuestra calidad como nuestra esperanza de vida, los factores a tener en cuenta para llegar a acumular riqueza son muy diferentes. Ser sano no equivale a ser rico; pero ser rico puede facilitar el bienestar y la vida saludable.