Muestras de microplásticos en un dedo humano.
Clamor científico contra los microplásticos: nace el proyecto que los vigilará al mismo nivel que el cambio climático
El 69% de las muestras de líquido folicular y 55% de las de fluido seminal estaban afectadas por la contaminación por plástico según el análisis.
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La producción de plástico en todo el mundo se habrá triplicado para 2060, agravando el problema de la contaminación por microplásticos. Se trata de las partículas sintéticas de menos de 5 milímetros de tamaño que se encuentran presentes en el agua corriente, se desprenden como parte de los envases o receptáculos, o incluso se filtran desde la ropa cuando se lava. Esto lleva a los organismos, incluido el ser humano, a acumularlos en su interior.
En vísperas de la aprobación por parte de Naciones Unidas del Tratado sobre los plásticos, expertos internacionales piden desde la prestigiosa revista The Lancet que se preste mayor atención a los efectos sobre la salud a la hora de abordar la contaminación por plásticos. También anuncian la creación de un nuevo proyecto para monitorizar la extensión de esta contaminación y sus efectos a largo plazo.
"El Lancet Countdown on Health and Plastics pretende hacer seguimiento e informar regularmente sobre los impactos de los plásticos en la salud humana y el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida, proporcionando datos científicos para orientar la formulación de políticas públicas basadas en evidencia", explica Anna Sanchez-Vidal, profesora de la Universitat de Barcelona, ICREA Academia y miembro de la Scientists’ Coalition for an Effective Plastics Treaty en declaraciones a Science Media Centre.
El nuevo proyecto, basado en el Lancet Countdown on Health and Climate Change, pone así la vigilancia de la contaminación por microplásticos a la altura de la principal emergencia medioambiental, el cambio climático. Ambos están relacionados, subrayan los autores, ya que la producción de plástico es una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero. También ayudan a la propagación de plagas como los mosquitos ofreciéndoles residuos en los que anidar.
"El empeoramiento de los daños asociados a los plásticos puede mitigarse mediante leyes y políticas basadas en evidencia, con seguimiento transparente, implementación efectiva y financiación adecuada", subraya Sanchez-Vidal. "Y ya se dispone de datos suficientes para afirmar que estos daños son significativos, y se cuenta con información suficiente sobre las tendencias de producción de plásticos para anticipar que, en ausencia de intervención, la situación empeorará".
Microplásticos y reproducción humana
Una investigación presentada en el encuentro anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE por sus siglas en inglés) ha documentado la presencia de microplásticos en los fluidos reproductivos tanto de hombres como mujeres. El trabajo, realizado por investigadores de Murcia con 29 mujeres y 22 hombres, plantea que la contaminación por plástico puede estar contribuyendo a la caída de la fertilidad a nivel mundial.
El análisis de muestras detectó microplásticos en el 69% del líquido folicular extraído de los folículos ováricos de las participantes, y el 55% del fluido seminal de los varones. Los resultados, que se publican en la revista Human Reproduction, identificó una amplia gama de polímeros de microplástico usados de forma habitual, destacando el politetrafluoroetileno (PTFE).
"Estos resultados se apoyan en una metodología sólida y demuestran cómo el aumento del uso de plástico en la vida diaria puede afectar al sistema reproductivo en humanos", valora Rocío Núñez Calonge, directora científica del Grupo UR Internacional y coordinadora del Grupo de Ética de la Sociedad Española de Fertilidad .
En el caso de las muestras femeninas, el PTFE fue el polímero hallado de forma más habitual, presente en el 31% de los casos. El polipropileno (PP) aparecía en un 28%, el polietilentereftalato (PET) en un 17%, la poliamida (PA) en un 14%, el polietileno (PE) en un 10%, el poliuretano (PU) en un 10% y el poliestireno (PS) en el 7%.
El PTFE fue de nuevo el contaminante más prevalente en las muestras de semen, presente en un 41% de los casos. Por orden de incidencia, se detectaron restos de PS (14%), PET (9%), PA (5%), y PU (5%).
"No nos sorprendió encontrar microplásticos en el sistema reproductivo, ya que estudios previos los han localizado en múltiples órganos", explica Emilio Gómez-Sánchez, investigador principal. "Lo chocante fue descubrir lo comunes que resultaron ser".
"Lo que sabemos a partir de los estudios con animales es que los tejidos en los que se acumulan sufren inflamación, oxidación por radicales libres, daño en el ADN, senescencia celular y alteraciones endocrinas", advierte Gómez-Sánchez.
El investigador admite que estos contaminantes podrían estar dañando la calidad reproductiva humana, pero llama a la calma. "No hay motivo de alarma por el momento. Los microplásticos son solo uno de los elementos que forman parte de la fertilidad".
No obstante, "lo razonable sería valorar cómo podemos reducir nuestra exposición. Medidas como usar recipientes de vidrio para guardar y calentar la comida, o limitar el agua que bebemos de botellas de plástico pueden minimizar la ingesta", concluye.