Microplásticos en el cerebro. Anna Shvets / Pexels.

Microplásticos en el cerebro. Anna Shvets / Pexels.

Salud

Un estudio da la voz de alarma: el cuerpo humano acumula cada vez más microplásticos, especialmente en el cerebro

La concentración de micropartículas detectadas 'post mortem' es superior en el cerebro en comparación con el hígado y los riñones. 

Más información: Esta es la cantidad de microplásticos que nos bebemos a diario: el riesgo sanitario oculto

P. Fava
Publicada
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El análisis de muestras tomadas a 52 personas que fallecieron entre 2016 y 2024 revela que las concentraciones de partículas de micro y nanoplásticos son mayores en el cerebro que en el hígado o en los riñones, órganos relacionados con la depuración de los compuestos tóxicos del cuerpo humano. La cantidad total de microplásticos hallados en el organismo, según los resultados que ahora se publican en Nature Medicine, ha aumentado en los ocho años de diferencia. 

Estos compuestos presentan un tamaño que va del nanómetro (una milmillonésima parte de un metro) a los 500 micrómetros (una millonésima parte de un metro), y se ingieren inadvertidamente por migración desde los productos y envases artificiales, o por la contaminación del agua corriente y embotellada. Se sabe que la exposición a estas partículas ha aumentado en los últimos 50 años, pero las consecuencias para la salud humana todavía no se han determinado. 

Los estudios previos han usado microscopios espectroscópicos para identificar partículas a partir de los 5 micrómetros, pero el laboratorio de Matthew Campen de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque (EEUU) ha empleado nuevas técnicas en las muestras extraídas de cadavéres a los que se les realizó la autopsia. En el caso del tejido de riñones e hígado tomado de 28 cuerpos en 2016, la concentración de microplásticos fue similar al de las 24 muestras de 2024. Pero en el caso de las muestras de corteza frontal cerebral, la proporción aumentó.

Al remontarse a muestras de tejido cerebral tomadas más atras en el tiempo, en el periodo 1997–2013, los investigadores determinaron que las concentraciones observadas en 2024 eran las más abundantes de toda la serie histórica. Además, la cantidad de micropartículas y nanopartículas de plástico era aún mayor en los cerebros de personas que habían sido diagnosticadas con demencia. No obstante, los autores subrayan que no se puede establecer una relación causal.

Al tratarse de un estudio observacional, Campen y sus colegas instan a realizar más trabajos a largo plazo para poder determinar la potencial causalidad entre la concentración de microplásticos y los problemas de salud. Inciden también en la importancia de diversificar las muestras, ya que los donantes provenían del área de Nuevo México y de la costa Este de EEUU.

"No deberíamos olvidar enfocar los futuros estudios en los posibles efectos que pueden causar los aditivos químicos asociados a estas partículas", valora Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), en declaraciones a Science Media Centre." Sabemos que varios de los aditivos químicos utilizados como retardantes de llama o plastificantes son capaces de atravesar la membrana hematoencefálica y llegar al cerebro".

Según prosigue la experta, también se sabe que "varios de estos compuestos producen efectos neurotóxicos". El aumento de partículas en el cuerpo, por otra parte,"no es de extrañar" dado que la producción mundial de plástico "crece también año tras año", lo que conlleva "un incremento de la contaminación por plástico de nuestros ecosistemas". Según conclue Eljarrat, "datos como los aquí presentados ponen de manifiesto la necesidad de alcanzar de manera urgente acuerdos internacionales para lograr poner un tope a la producción de plástico".