La doctora Amara Aladel.

La doctora Amara Aladel.

Salud

La médica Amara Aladel advierte a España: "No toques el móvil en los primeros 30 minutos tras despertarte"

Vivimos en una época de dopamina instantánea y exposición total y constante a pantallas a cualquier hora del día. 

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Usar el móvil recién levantados es una costumbre muy habitual en la sociedad occidental actual. Sin embargo, que algo esté normalizado no implica que sea saludable o recomendable. Empezar el día con exposición a las pantallas y revisando notificaciones de múltiples aplicaciones no es algo natural ni debería serlo: nuestro cerebro no está preparado para ese exceso de dopamina instantánea.

Recientemente, la Dra. Amara Aladel, médico y divulgadora, ha vuelto a poner el foco en esta práctica tan habitual como poco saludable. Como bien comenta, estos estímulos matinales e inmediatos están "destruyendo nuestro cerebro", y no deberíamos mantener este tipo de costumbres a medio o largo plazo.

Como comenta la misma Amara en su reciente reel de Instagram: "Nada más abrir los ojos, lo primero que haces es mirar el móvil. Notificaciones, WhatsApp, Instagram... Te bombardeas el cerebro con luz azul y dopamina artificial antes de darle a tu cuerpo lo que realmente necesita. Resultado: empiezas el día con ansiedad, con el cortisol descontrolado y con cansancio sin razón. Tu cuerpo necesita una señal clara de que es de día".

En este último aspecto, la Dra. Aladel explica que lo ideal es que nuestro organismo se exponga a la luz solar natural matinal, y no a la luz de una pantalla. Con solo 30 segundos de exposición solar, especialmente en los ojos sin gafas, ya son suficientes para activar nuestro ritmo circadiano sin caer en la trampa de la dopamina instantánea. "¿La solución? Espera al menos 30 minutos antes de mirar la pantalla, sal al sol o haz una respiración profunda, toma agua y mueve tu cuerpo", escribe en la publicación la especialista.

Mirar el móvil nada más despertar da lugar a una activación, o más bien sobreactivación, del conocido como circuito de recompensa, dando lugar a una liberación precoz y excesiva de la dopamina. Si esto se produce de forma puntual no debería ser un problema, pero seguir este patrón de forma continuada a largo plazo da lugar a reforzar esta búsqueda constante de estímulos y recompensas rápidas, dificultando tareas que requieren atención sostenida y motivación. En definitiva, patrones como este, entre otros, acaban quebrando nuestra atención y motivación natural. Y el problema es que la mayoría de las apps móviles están pensadas para explotar este circuito de recompensa, como ya nos han indicado algunos estudios.

Esta exposición no solo le indica a nuestro organismo que ya es de día, y que se debe reiniciar el ritmo circadiano normal, sino que también colabora en la regulación hormonal, la liberación de energía real, y nos hace ser menos dependientes de otros estímulos externos, como por ejemplo el café.

En este aspecto, también existe evidencia de que la exposición a la luz azul de las pantallas colabora en la inhibición de la secreción natural de melatonina, incluso si dicha exposición se produce al inicio del día y no por la noche, alterando la correcta regulación del ciclo sueño-vigilia o regulación circadiana. De hecho, un despertar con una luz artificial intensa puede provocar una desorganización de una fase circadiana, algo que puede empeorar más si cabe usando pantallas por la noche.

Además, si nada más despertarnos usamos el móvil, interrumpimos el conocido como "modo de reposo" de nuestro cerebro. En esos momentos nuestro cerebro se encuentra en una transición entre ondas theta y alfa, favoreciendo la introspección, creatividad y equilibrio emocional, y usar el móvil interrumpe dicho estado y da lugar a un modo reactivo y multitarea de forma repentina, aumentando el cortisol y favoreciendo la ansiedad y el desequilibrio en el estado del ánimo.

Por suerte, hay algunas cosas que podemos hacer para evitar o al menos mejorar estos malos hábitos, como explica la propia divulgadora. Nos avisa, eso sí, de que deben ser cambios progresivos. Al final un hábito, a pesar de que sea poco o nada saludable, es difícil de modificar en el corto plazo.

En este aspecto, recomienda:

- Esperar al menos 30 minutos antes de mirar la pantalla.

- Salir al sol o realizar una respiración profunda.

- Tomar agua y mover el cuerpo.

Como 'bonus', otros expertos aconsejan dejar de usar el móvil como despertador, y volver al uso de despertadores físicos, dejando el móvil alejado de nosotros por las mañanas, con el fin de evitar más si cabe la tentación de la exposición a las pantallas.