El cardiólogo Aurelio Rojas.

El cardiólogo Aurelio Rojas.

Salud

Aurelio Rojas, cardiólogo: "Un solo rasguño en estas sartenes en España libera millones de tóxicos cancerígenos"

Las sártenes antiadherentes llevan años en el punto de vida, y recientes investigaciones confirman nuestros miedos.

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Hace tan solo unas décadas, tanto sartenes como ollas y otros utensilios de cocina eran de materiales similares y sobradamente conocidos: hierro fundido, acero inoxidable o incluso cerámica. Sin embargo, las sartenes de teflón o sartenes antiadherentes han ido ganando poco a poco protagonismo en el mercado. Pero no siempre lo más novedoso o más moderno es la mejor opción.

Como avisó recientemente el famoso cardíólogo Aurelio Rojas en un nuevo reel de Instagram, el uso de sartenes antiadherentes con un mínimo rasguño ya conllevaría serios riesgos para la salud por todo lo que implican estos daños en un material como es el teflón: liberación de millones de microplásticos y 'químicos eternos', que acaban siendo absorbidos por el ser humano.

Como ha explicado Rojas, estudios recientes sugerirían que "un simple rasguño en una sartén de teflón puede liberar millones de partículas microplásticas y quimicos tóxicos, como los compuestos perfluoralquilados (PFAS), conocidos como 'químicos eternos', ya que no se degradan fácilmente en el medio ambiente ni en el cuerpo humano".

Sartenes antiadherentes

De hecho, como comentan los mismos autores del estudio, el teflón o politetrafluoroetileno (PTFE) es un plástico sintético con una elevada estabilidad química, térmica y eléctrica, lo que lo convierte en un material idóneo para revestir las sartenes, sin olvidar su extremadamente bajo coeficiente de fricción.

Sin embargo, la seguridad de su uso y el de otros compuestos ha sido muy vigilada durante los últimos años, dado que los PFAS en general se han relacionado con problemas para la salud. Además, cuando se aplica una alta temperatura sobre estos utensilios de teflón, junto a la fricción con un objeto duro (como una espátula por ejemplo), se liberan partículas de teflón, que no deja de ser un microplástico, y posteriormente puede ser ingerido por el ser humano.

En otras palabras: cualquier mínimo daño en una sartén antiadherente liberaría sustancias que, una vez entran en contacto con el agua, el suelo, o el mismo organismo humano al tratarse de utensilios usados en cocina, permanecerían allí para siempre. De hecho, otros estudios previos ya han sugerido que estos compuestos están presentes en la sangre de hasta el 99% de la población.

Como también explica el conocido cardiólogo, tanto los microplásticos como los químicos eternos se han vinculado con graves problemas para la salud: desde diversos tipos de cáncer, hasta problemas hormonales, de fertilidad, inmunológicos y perjuicios en el desarrollo infantil.

Así mismo, cabe recordar que los PFAS se encuentran en muchos otros utensilios de uso diario, más allá de las mencionadas sartenes antiadherentes, y se ha demostrado que pueden contaminar el agua potable, ropa y otros productos de uso diario. De hecho, la exposición prolongada a estos compuestos puede afectar al sistema inmune y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas graves.

Como conclusión del estudio, los autores habrían sugerido que los microplásticos y nanoplásticos del teflón pueden liberarse durante el mismo proceso de cocción, y la mayoría de ellos todavía llegan a adherirse entre ellos y acabar adheridos a la espátula de cocina. Por ello, explican, hay que ser cuidadosos con los utensilios que se usan en la cocina, evitando la contaminación alimentaria con estas sustancias.

Como posibles formas de protegernos frente a estos compuestos, Rojas aconseja evitar el uso de utensilios de cocina dañados, y optar por alternativas más seguras, como es el caso de las ollas y sartenes hechas con acero inoxidable, hierro fundido o cerámica, entre otros ejemplos.