Técnicos realizan investigaciones en Guinea Ecuatorial.

Técnicos realizan investigaciones en Guinea Ecuatorial. ONU

Salud África

Crece la alarma en África por el virus de Marburgo: los datos apoyan "una transmisión amplia"

Se han confirmado 22 casos entre Tanzania y Guinea Ecuatorial. En este último país, hay casi 1.200 personas en vigilancia.

10 abril, 2023 01:31

El Ministerio de Salud y Bienestar Social de Guinea Ecuatorial informaba el pasado 7 de febrero de la muerte de varias personas con presunta fiebre hemorrágica. Cinco días más tarde, una muestra recogida de los fallecidos daba positivo en virus de Marburgo, una enfermedad similar al ébola. Al poco, Tanzania anunciaba otro brote en su país.

La preocupación por la situación radica en que el virus de Marburgo puede matar hasta al 90% de las personas a las que infecta, tiene una alta transmisibilidad y no dispone de vacunas ni tratamiento específico. Cursa como una fiebre hemorrágica que produce vómitos, diarrea y, en los casos más graves, sangrado por los orificios.

Se considera que el huésped natural del virus es el murciélago de la fruta (Rousettus aegyptiacus), que luego lo transmite a las personas. Entre humanos, se propaga a través del contacto directo con la sangre y otros fluidos de los infectados, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama. Un foco importante a tener en cuenta son los funerales, donde los asistentes suelen tener contacto directo con el cuerpo.

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El periodo de incubación oscila entre los dos y los 21 días después del contacto y los síntomas suelen aparecer bruscamente. Primero con fiebre alta, un fuerte dolor de cabeza y malestar general. Las manifestaciones hemorrágicas graves acontecen entre los cinco y siete días tras el inicio de esas señales.

22 confirmados y decenas en sospecha

La enfermedad se notificó por primera vez en 1967, tras registrarse simultáneamente brotes en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia). Más adelante, se han notificado brotes y casos esporádicos en Angola, Kenia, República Democrática del Congo, Sudáfrica y Uganda. El más reciente tuvo lugar en julio de 2022, en Ghana, donde se reconocieron tres casos de la enfermedad. Afortunadamente, todos compartían el mismo hogar y no se consideró que hubiera una alta transmisibilidad.

El problema es que en Guinea Ecuatorial los casos han sucedido en tres provincias distantes. "Las áreas donde se han reportado casos están a una distancia de unos 150 kilómetros, lo que sugiere una transmisión más amplia del virus", alertaba la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un comunicado. 

Según la última actualización de la situación en ambos países, a fecha de 5 de abril, en Tanzania se han registrado ocho casos. Cinco han fallecido. Mientras, se han identificado 212 contactos, de los cuales 35 han finalizado el seguimiento.

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Mientras, en Guinea Ecuatorial, se elevan a 14 los casos confirmados. Entre ellos, se han producido diez fallecimientos. Además, se tiene sospechas de que una veintena de muertos del país, que no se habían relacionado con la enfermedad, tenían el virus de Marburgo. Asimismo, hay 1.159 contactos en vigilancia.

Circunstancias desfavorables

El elevado número de pacientes potenciales y la mencionada distancia entre los brotes es lo que provoca que la mirada internacional esté más situada en Guinea Ecuatorial. A ello, se suma el hecho de que es la primera vez que el país se enfrenta a una situación como esta. "No dispone de capacidad suficiente para gestionarlo", advierte la OMS.

El organismo también señala que se desconocen las circunstancias del entierro de ocho de los diez fallecidos, lo que preocupa por la gran afluencia de gente que suele ir a los funerales, un citado foco potencial para la propagación de la enfermedad.

No ayuda tampoco el fuerte arraigo que tienen las supersticiones allí. Como declaraba el doctor Florenito Abaga en una rueda de prensa celebrada en Guinea Ecuatorial, "las creencias de la población es uno de los aspectos que dificulta la respuesta sanitaria sobre Marburgo. Muchos atribuyen la enfermedad a la brujería, espiritismo y más ideas supersticiosas".

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"Considerando la situación descrita, el riesgo se considera alto a escala nacional, moderado a escala regional y bajo a escala mundial", termina la OMS.

Aunque la última parte pueda resultar tranquilizadora para ciertos agentes, no hay que olvidar que la globalización de los problemas de salud es un hecho. Así lo exponía en una entrevista con EL ESPAÑOL José Muñoz, médico del Servicio de Salud Internacional y Medicina Tropical del Hospital Clínic de Barcelona e investigador de ISGlobal: "Nos miramos tanto el ombligo que no vemos lo que pasa en el resto del planeta, pero hoy en día, con los movimientos de gente y los transportes, lo que pasa en China nos importa y lo que pasa en Brasil nos importa".

Salud global

Sus palabras venían a colación de la alerta por la detección del virus de la polio en occidente, una situación que también desató preocupación. Con estas noticias, siempre están presentes las lecciones aprendidas del VIH. El primer caso verificado de esta enfermedad vino de una muestra de sangre tomada en 1959 a un hombre de Kinshasa, en la República Democrática del Congo, pero hasta que no se expandió por el mundo no se hizo nada.

Si bien, la situación actual con Marburgo puede ser, dentro de lo malo, positiva. Como anunciaba la OMS en un comunicado posterior al de la alarma, el foco de Guinea Ecuatorial tiene potencial para ser la oportunidad idónea de empezar con ensayos de la vacuna. "Se ha revisado la evidencia relativa a cuatro vacunas candidatas. Los protocolos están listos", declaraba. 

Ana Maria Henao-Restrepo, asesora del organismo en esta materia, detallaba que hay dosis disponibles para inyectar el remedio a los círculos de los casos confirmados. "Esta metodología de vacunar entre a 10 y 50 personas alrededor de cada enfermo haría posible documentar el nivel de eficacia de las vacunas", remachaba.