Michu y José Fernando en una imagen de archivo. Gtres
Así son las cardiopatías congénitas como la que padecía Michu, la expareja de José Fernando Ortega
El 1% de los recién nacidos vivos, aproximadamente, padecen algún tipo de estas lesiones del corazón, formadas durante el periodo embrionario.
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Este martes, 8 de julio, se ha conocido la noticia del fallecimiento de María Rodríguez Gamaza, comúnmente conocida como Michu. La expareja de José Fernando, hijo de José Ortega Cano, y madre de su única hija, murió anoche a los 33 años de edad.
Todavía no se conocen las causas de la muerte, pero sí se sabe desde hace tiempo que la joven tenía diagnosticada una cardiopatía congénita. De hecho, en 2018, tuvo que ser intervenida por este motivo y tenía reconocida una discapacidad del 38%.
Las cardiopatías congénitas son un grupo de enfermedades cardiacas caracterizado por la presencia de alteraciones estructurales del corazón y están producidas por defectos en la formación de este órgano durante el periodo embrionario, informa la Federación Española del Corazón (FEC).
Tres tipos de cardiopatías congénitas
Se diagnostican, aproximadamente en el 1% de los recién nacidos vivos, pero hay una gran variedad. Hay unas 25, pero se amplían porque muchos pacientes pueden tener combinaciones de varias de ellas, explicó el cardiólogo Julián Pérez-Villacastín a EL ESPAÑOL en una ocasión anterior.
Para simplificar un poco toda esa variedad, se ha establecido una clasificación con tres tipos: cortocircuitos izquierda derecha, lesiones obstructivas y cardiopatías congénitas cianóticas, indica la FEC.
En las primeras hay un defecto en las estructuras cardiacas que separan la circulación mayor (la que se reparte por todo el cuerpo) de la pulmonar. Esto provoca el paso de sangre de la primera a la segunda.
En el segundo caso, las lesiones dificultan la salida de la sangre de las cavidades cardiacas. Las del tercer grupo impiden la correcta oxigenación de la sangre que llega a los tejidos y aparece la cianosis, el amoratamiento de los labios o de la piel bajo las uñas.
Dentro de cada grupo, se dividen entre leves, que se suelen curar solas; moderadas, que permiten realizar actividades poco o moderadamente intensas; y graves, que deben tratarse con mucho cuidado y solo se recomiendan las actividades poco intensas, explican desde el Hospital Universitario La Paz (Madrid).
Los tratamientos disponibles
En general, cuando requieren tratamiento, este tipo de patologías suelen tener un abordaje quirúrgico, explica la FEC en su web. En casos sencillos, estas alteraciones, se pueden corregir solo con una operación, pero los pacientes más complejos pueden necesitar varias
La intervención pueden incluso realizarse antes de que el niño nazca, de forma intrafetal. Por otro lado, también pueden hacer falta fármacos para controlar los síntomas o las complicaciones de un defecto cardíaco congénito, cuenta la Clínica Mayo en su web.
Además, también pueden hacer falta intervenciones, como la instalación de un marcapasos para evitar las arritmias. Es el caso de Michu, como ha podido saber este periódico.
En los casos más extremos, si el defecto cardíaco no se arregla por sí solo ni con el paso por quirófano, es probable que el paciente necesite realizarse un trasplante de corazón, según la clínica estadounidense.
Estas patologías tienen tratamiento, pero es cierto que el riesgo de muerte en quienes lo padecen, aunque estén operadas desde la infancia, es "entre 25 y 100 veces" mayor que en la población general, explicó Pérez-Villacastín a este periódico.
Un aborto a causa de su enfermedad
Desde la primera intervención de 2018, la que fuera nuera del torero Ortega Cano, tuvo que pasar varias ocasiones más por el quirófano para tratar su afección y retrasar la necesidad de trasplante, cuenta la revista Semana.
No fue la única consecuencia de su enfermedad. En 2024 se vio obligada a poner fin al embarazo del que iba a ser su segundo hijo a los dos meses de gestación.
Según explicó a Semana, lo hizo por recomendación médica. “Era mi salud o mi salud. O un hermano para Rocío [su pequeña] o que mi hija se quedara sola”, declaró Michu en esos duros momentos.
Su caso no es la norma general. En la mayoría de las ocasiones y, a no ser que la enfermedad lo impida, la mayoría de las mujeres con cardiopatías congénitas pueden tener un embarazo exitoso. Eso sí, deben consultar antes con su médico.