Un anciano a punto de recibir la vacuna en el País Vasco.

Un anciano a punto de recibir la vacuna en el País Vasco. VINCENT WEST Reuters

Salud

Las 10 comunidades donde ha muerto más gente ahora por Covid-19 que en el tsunami de marzo - abril

A falta de saber la contabilidad completa de las muertes por Covid-19, todo parece indicar que muchos regiones lo han pasado peor en la tercera ola. 

1 marzo, 2021 01:34

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Mientras agoniza la tercera ola en lo que se refiere a la transmisión del virus y sus contagios, aún vemos demasiado de cerca los efectos del descontrol anterior. Día a día siguen sumando, a un ritmo insoportable, las muertes de aquellos que se contagiaron en pleno apogeo.

Incluso en la mejor semana de incidencias del año y la mejor en ingresos desde agosto, el Ministerio ha añadido 2.041 fallecidos a su total acumulado desde el inicio de la pandemia, para un total de 69.142 en aproximadamente un año.

Si nos vamos a los datos de las propias comunidades autónomas, la última semana consolidada -la del 15 al 21 de febrero- nos da un número casi idéntico: 2.042 defunciones notificadas.

Llevamos desde el 12 de octubre superando 1.000 muertos semanales y aunque es probable que en marzo veamos alguna semana por debajo de este número, lo cierto es que ya son muchos más los muertos registrados fuera del gran tsunami de marzo-abril de 2020 que durante aquellos días atroces.

En ello tiene mucho que ver, por supuesto, el hecho de que aún hoy no sepamos con exactitud cuánta gente murió durante los primeros días del confinamiento, cuando no se contaba ningún muerto que no hubiera dado positivo en una prueba PCR… pese a que ni residencias ni domicilios ni buena parte de los hospitales de determinadas comunidades tenían suficientes tests para toda la avalancha que les vino encima.

Entre Madrid, Cataluña y Castilla y León pudo haber unos 20.000 muertos por Covid más de los que registran aún las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, lo que nos acercaría a esos 100.000 muertos de más que nos da el INE para este período.

Aunque, desgraciadamente, aún nos quedan unos cuantos días por encima de los 150-200 fallecidos notificados cada 24 horas, no es mal momento para hacer balance de hasta qué punto ha sido terrible esta tercera ola que parece que vamos dejando atrás.

Aunque en algunas regiones ya se vieron aumentos considerables de los contagios desde principios de diciembre, vamos a establecer la fecha de inicio de esta tercera ola en las fiestas navideñas. Pongamos el 22 de diciembre, último día de curso en escuelas y universidades de todo el país. Desde aquel día, las comunidades han notificado al ministerio un total de 1.358.630 positivos y 19.622 defunciones, a fecha del viernes 26 de febrero.

Fallecidos por la Covid-19 en España.

Fallecidos por la Covid-19 en España.

Las cifras de por sí son terribles, sobre todo si tenemos en cuenta que no se pueden dar ni mucho menos por cerradas. A la hora de comparar con la primera ola, hay varias cuestiones que dificultan la tarea. De entrada, tendríamos que fijar una fecha de finalización de dicha primera ola y, aparte, no nos queda otra que coger la mayoría de los datos con pinzas: ni se hacían suficientes tests entonces como para comparar los casos de entonces con los de ahora -incluso durante la segunda ola, relativamente suave en nuestro país, se detectó más y mejor que en la primera- ni sabemos con certeza el número exacto de fallecidos… aunque si quitamos las anomalías de Madrid, Cataluña y Castilla y León, el resto podemos darlas más o menos por buenas, con alguna excepción de residencias de Castilla La Mancha y Galicia.

Al primer problema solo se le puede dar una solución completamente subjetiva. Para la comparación de este artículo, vamos a fechar el final de la primera ola el mismo día que se inició la desescalada, es decir, cuando la mayoría del país entró en la llamada por entonces “Fase 0” de la “nueva normalidad”: el 4 de mayo de 2020.

Desde los primeros casos hasta dicho lunes, se habían registrado en España 216.582 positivos -una broma en comparación con la realidad- y 25.100 fallecidos “oficiales”. Ese mismo 4 de mayo aún se registraron en España 276 defunciones, cifra similar a las 329 que se sumaron al acumulado el pasado viernes.

Si vamos comunidad por comunidad, y nos ceñimos a los datos del Ministerio, que sabemos que van con retraso en la fecha pero no con tanto retraso en la notificación -cuestiones de burocracia- nos encontramos con que las más afectadas en esta tercera ola han sido Comunidad Valenciana (3.899 defunciones notificadas), Andalucía (3.454), Madrid (2.162), Cataluña (2.033), Castilla La Mancha (1.546) y Castilla y León (1.328).

Entre las que menos, nos encontramos Cantabria (145), La Rioja (146), Navarra (147) y Canarias (195). Ahora bien, los números en bruto nos dicen poco: hay más fallecidos en comunidades con mayor población y menos en las que menos habitantes tienen. ¿Cómo se compara esto con lo que pasó hace justo un año?

Las grandes perjudicadas de esta tercera ola han sido sin duda alguna Comunidad Valenciana y Andalucía, por ese orden. A 4 de mayo de 2020, nuestra fecha de corte para la primera ola, estas dos comunidades presentaban 1.258 y 1.253 defunciones notificadas respectivamente.

En otras palabras, esta tercera ola ha dejado prácticamente tres veces más fallecidos que entonces y no nos consta que hubiera en su momento problemas de contabilidad que expliquen esta diferencia. Peor aún es el porcentaje -aunque no el volumen- de Murcia: 132 fallecidos en la primera ola… y 738 en la tercera, casi seis veces más. También se han registrado más fallecidos en Asturias (279 y 448), Baleares (197 y 260), Canarias (140 y 195), Extremadura (458 y 669), Galicia (557 y 861) y las dos ciudades autónomas: en la primera ola, Ceuta y Melilla registraron un total de seis fallecidos por los 50 de esta tercera.

En el lado “positivo”, aunque Cataluña y Madrid presentan cifras totales muy altas, no tienen nada que ver con lo que pasó en la pasada primavera: de un total combinado de 13.429 fallecidos (cifra “oficial” que probablemente fuera más del doble en la realidad) hemos pasado a 4.195.

Las cifras también son claramente inferiores en Castilla La Mancha, la comunidad con más fallecidos por habitante en la primera ola, así como en Castilla y León, Navarra y País Vasco. En otras palabras, aunque la incidencia por comunidad no ha variado demasiado -ha sido exageradamente alta en prácticamente todas- sí se ve una gran diferencia en la mortalidad: aquellos sitios que sufrieron mucho en la primera ola han sufrido menos en la tercera y viceversa.

Fallecidos por comunidades autónomas.

Fallecidos por comunidades autónomas.

¿Varían mucho estos datos si en vez de tomar las cifras del Ministerio tomamos las de las comunidades autónomas? Según el seguimiento diario que hace el usuario de Twitter @homosensatus , nos encontramos con que en este mismo período de la tercera ola la comunidad con más defunciones notificadas sigue siendo Comunidad Valenciana, con unas cifras prácticamente idénticas a las del Ministerio (3.916 fallecidos).

Ahora bien, el segundo lugar aquí lo ocuparía Cataluña, con 3.686 defunciones, es decir, habría 1.653 muertos notificados por la Generalitat que aún no han entrado en el registro del ministerio. No sabemos si lo harán en los próximos días o quedarán en el limbo como en la primavera pasada.

A continuación, llegarían Andalucía (3.550) y Madrid (2.699), que también ha notificado en sus informes 537 fallecidos más de los que registra el Ministerio. Las dos Castillas han informado de 2.616 muertos entre ambas, un poquito menos de lo que marca Sanidad para ese período.

Para el propósito de este artículo, estas diferencias no afectan mucho, más allá de confirmar la doble contabilidad Generalitat-Ministerio que se arrastra desde el inicio de esta crisis.

Siguen siendo diez las comunidades o ciudades autónomas que han visto cómo esta tercera ola les pasaba por encima con más virulencia que la primera sin que se tomaran medidas tan restrictivas como entonces.

El problema, insisto, es que se siguen notificando unas 200-250 muertes diarias por parte de las comunidades autónomas, más aún por parte del Ministerio debido a las acumulaciones pendientes. Es posible que, para finales de marzo, resulte que el invierno 2020-21 ha sido tan letal como la primavera 2020. Esto, siempre, según datos oficiales. Los reales, me temo, costará mucho más saberlos y habrá que escudriñar en los MoMos y los INEs para acercarse a la verdad.