El médico William Arias.

El médico William Arias.

Nutrición

William Arias, médico: "La manzanilla no es sólo una infusión de abuelitas, es una herramienta poderosa"

Existen multitud de remedios populares que han ido pasando de abuelas a nietos, algunos con más evidencia que otros.

Más información: Celia García Malo, neuróloga: "Ningún 'producto natural milagro' ha demostrado eficacia en el tratamiento del insomnio"

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Las claves

El médico William Arias destaca las propiedades de la manzanilla, conocida por sus efectos positivos en el insomnio y problemas digestivos.

La apigenina, un flavonoide presente en la manzanilla, se une a los receptores GABA del cerebro, ofreciendo efectos ansiolíticos y sedantes naturales.

Se recomienda consumir 2 gramos de flores secas en infusión antes de dormir, con beneficios modestos pero sin dependencia ni efectos secundarios.

La manzanilla es segura para personas de edad avanzada, mujeres posparto y quienes sufren ansiedad leve, aunque no sustituye otros tratamientos.

Actualmente se calcula que entre un 40-50% de la población mundial sufre problemas para dormir, motivo por el cual cualquier solución, natural o farmacológica, puede llegar a ser de gran ayuda. Como siempre, a menor dosis y menores efectos adversos, mejor. De hecho, durante los últimos años se han popularizado los suplementos naturales basados en la melatonina, pero existirían otras alternativas.

De hecho, nuestras abuelas ya conocían algunas de ellas, como es el caso de la manzanilla o Matricaria chamomilla, una popular infusión utilizada tanto para paliar problemas digestivos como para mejorar el insomnio. Y, como explicó @doctordeladieta en uno de sus reels de Instagram, existe evidencia al respecto.

Como explica @doctordeladieta, la manzanilla poseería propiedades comprobadas frente a los problemas de sueño: "Esta bebida medicinal no es un mito ni un placebo, la manzanilla tiene evidencia científica que la respalda. Un estudio reciente confirmó que reduce el tiempo para conciliar el sueño y mejora su calidad, incluso en insomnio crónico. La clave está en la apigenina, un compuesto que se une a los receptores GABA del cerebro, los mismos que usan los fármacos para dormir, pero de forma natural, sin dependencia y sin efectos secundarios"

La apigenina sería uno de los componentes más estudiados en la manzanilla. Se trata de un flavonoide que, en estudios in vitro, ha demostrado unirse a los mencionados receptores GABa en sistemas animales, lo cual le otorgaría un potencial efecto ansiolítico y sedante. En estudios más recientes se habría llegado a sugerir que esta molécula posee efectos antienvejecimiento.

Por otro lado, @doctordeladieta llega a afirmar que la manzanilla "ayuda a reducir el cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la melatonina, la hormona del sueño". Sin embargo, esta afirmación posee menos evidencia. Algunas revisiones señalan que la mejora del sueño podría relacionarse con la reducción de la ansiedad, o bien la activación del eje GABA, pero no existe evidencia de una interacción entre la manzanilla y la secreción de cortisol o melatonina.

Por su parte, cabe destacar que, tanto en el caso de la manzanilla como en el caso de otros productos naturales, no se debe olvidar el potencial efecto placebo o el mismo ritual de consumo de la manzanilla: aunque sus efectos sean modestos, el hecho de tener una rutina que implique tomar una infusión caliente para dormir ya puede dar lugar a una señal de relajación condicionada.

Respecto al uso y seguridad de la manzanilla, diversos estudios sugerirían que la dosis ideal serían unos 2 g de flores secas, que deberían tomarse en forma de infusión unos 30-60 minutos antes de dormir; no existe una clara dosis estandarizada, pero parece ser la cuantía promedio más aceptada.

Respecto a sus efectos, como explica @doctordeladieta, es posible que sea necesario consumirla de forma constante durante varias semanas y no solo una o dos noches. Además, su uso ha demostrado ser seguro tanto en personas de edad avanzada como en mujeres posparto, además de aquellas personas que ya sufren ansiedad leve/moderada.

En cuanto a limitaciones y precauciones, es importante recordar que se trata de una sustancia natural y no un fármaco, por lo que sus efectos esperables son modestos, pero a su vez su consumo no se ha asociado con dependencia o tolerancia posterior. Asimismo, la manzanilla debería evitarse en personas alérgicas a las plantas de la familia Asteraceae.

Como conclusión, la manzanilla sería un candidato prometedor en cuanto a producto natural contra el insomnio se refiere, especialmente si se busca mejorar la calidad subjetiva del sueño y reducir los despertares en personas que ya sufren un nivel de ansiedad leve o moderado. Recordemos que sus efectos esperables serían modestos, y que debería integrarse como complemento dentro de una estrategia más amplia contra el posible insomnio y estrés, y no como tratamiento único.