Una lata de sardinas de las que podemos encontrar en el supermercado.

Una lata de sardinas de las que podemos encontrar en el supermercado.

Nutrición

Estos son los dos mejores alimentos en conserva del 'súper' y apenas los tomamos en España

Pese a lo que piensa el común de los mortales, las conservas mantienen las propiedades y son una excelente opción para mantener una dieta sana.

3 junio, 2023 03:30

Consumir conservas no está reñido con una dieta saludable. Depende, por supuesto, del tipo de conserva y de los ingredientes que la compongan. Es cierto que, en líneas generales, siempre es mejor un alimento fresco que una conserva, aunque no es suficiente como para calificar a las conservas como alimentos de segunda. 

"Son seguras para la salud, fáciles de almacenar, son una comida rápida y además son saludables, ya que mantienen las propiedades de los alimentos", señala José Luis Rodríguez, tecnólogo de alimentos. Conservas las hay en envases de aluminio o de cristal, en escabeche, vinagre, aceite o mucha sal, tal y como conservaban la comida los romanos.

Cuidado con la sal

De hecho, el tema de la sal es una de las razones por las que las conservas reciben mala fama. Tomar demasiada sal puede tener efectos perjudiciales en la salud y aumentar el riesgo de desarrollar diversas enfermedades. La principal preocupación asociada con el consumo excesivo de sal es su impacto en la presión arterial y la salud cardiovascular. "Por debajo de 0,25% es poca sal y por encima de 1,25% demasiada", advierte Rodríguez.

El consumo excesivo de sal es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la hipertensión arterial, ya que el exceso de sodio puede hacer que el cuerpo retenga agua, lo que aumenta el volumen de sangre en los vasos sanguíneos y ejerce presión sobre las paredes de las arterias. Con el tiempo, esto puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 

También aumenta la carga de trabajo del corazón y puede dañar las arterias, lo que lleva a la acumulación de placa y el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Esto puede conducir a enfermedades coronarias, ataques cardíacos e incluso insuficiencia cardíaca. También afecta a los riñones, ya que como responsables de filtrar los desechos y por ende, el exceso de sodio en el cuerpo, al consumir demasiada sal, pueden tener dificultades para eliminar el exceso de esta sustancia, provocando problemas renales. 

También fomenta la retención de líquidos, aumentando el riesgo de padecer obesidad; se vincula con la osteoporosis al promover una mayor excreción de calcio a través de la orina; y también con problemas gastrointestinales como el aumento de la acidez estomacal y la aparición de úlceras.

En escabeche

Según el CAE (Código Alimentario Español): los encurtidos son aquellos alimentos vegetales sometidos a la acción del vinagre, sal o azúcares. Mientras que la técnica del escabeche se refiere a alimentos de origen animal sometidos a la acción del vinagre, la sal y otros condimentos. Por lo que la única diferencia no estaría en el tipo de procesado sino en el origen del ingrediente principal vegetal o animal. En cuanto a las conservas en aceite, mejor de oliva que de girasol, señala el experto. 

"Las conservas al natural vendrían a ser las mejores, siempre y cuando no se pasen con la concentración de sal. Pero también es cierto que el aceite de oliva, además de sabor, aporta matices organolépticos al alimento", sentencia Rodríguez.

Carlos Ríos, nutricionista y autor del libro Come comida real (Paidós, 2019), llama a estos productos "buenos procesados" en este artículo de EL ESPAÑOL. Según él, a estos alimentos se les ha añadido o quitado ingredientes para "hacerlos más seguros, duraderos y agradables al paladar o para facilitar su consumo". Además, explica que no deben contener más de 5 ingredientes, ni más de un 10% de azúcares, harinas refinadas o aceites vegetales refinados.

Ahora sí, a partir de estos pequeños consejos e información sobre las conservas y sus tipos, se puede ahondar en cuáles serían las más saludables. Para ser justos, mejor escoger entre la más saludable de origen animal y la más sana de origen vegetal. Dos alimentos que según el último Informe sobre el consumo alimentario en España, elaborado por el Ministerio de Agricultura, apenas tomamos en España.

Empezando por el animal, las sardinas en lata estarían en lo más alto. Al ser un pescado azul son una gran fuente de ácidos grasos insaturados y omega-3. Unos nutrientes que tienen un impacto muy positivo en el organismo, afectando positivamente a la salud cardiovascular e incluso protegiendo el cerebro del paso del tiempo. El proceso de enlatado no merma los beneficios de las sardinas, que destacan también por su alto contenido en fósforo, selenio y vitaminas B y D.

En cuanto a las conservas de origen vegetal, las lentejas serían las reinas del super. Son famosas por su alto contenido en proteínas, fibra, minerales, ácido fólico, vitamina B6 y hierro, por supuesto, aunque se necesitaría un aporte extra de vitamina C para permitir su correcta asimilación. Lo bueno es que el líquido en el que están las lentejas en conserva, es el mismo con el que se cocinaron, por lo que puedes usarlo tranquilamente en tus guisos. Ahorrando mucho tiempo de cocción necesario cuando se parte de las legumbres en seco.