Neveras con carne envasada en la sección de carnicería de un supermercado de Madrid.

Neveras con carne envasada en la sección de carnicería de un supermercado de Madrid. Eduardo Parra / Europa Press

Nutrición Carnes

Esta es la carne de cerdo más saludable del 'súper': puede comerse tres veces a la semana

Los cárnicos porcinos pueden formar parte de una dieta saludable si se eligen los cortes magros y se complementan con otros alimentos.

16 mayo, 2022 03:33

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Cada vez más guías clínicas y nutricionales aconsejan reducir el consumo de carne, y particularmente la carne roja y procesada. De hecho, la célebre Dieta Mediterránea, típica en España, incluye tradicionalmente un consumo "cárnico moderado", y compensado con alimentos de origen vegetal y pescado.

Si intentamos discernir qué productos cárnicos son más saludables entre todas las opciones actuales, los estudios sí defienden el consumo de unas carnes sobre otras. Las blancas, como las de pollo, pato o pavo, serían más aconsejables que las rojas.

Hoy analizaremos en particulas la carne de cerdo, mal llamada "carne blanca". Se trata en realidad de una de las carnes rojas más consumidas en todo el mundo.

Carne de cerdo: pros y contras

El cerdo, junto a la ternera, el cordero o el venado, es una carne roja. Esta característica se debe a que contienen más mioglobina, una proteína que retiene el oxígeno en los músculos, y se encuentra en más cantidad que en otras carnes como las de ave.

Por un lado, la carne de cerdo es densa en nutrientes, rica en proteínas de alta calidad, hierro, zinc y vitaminas B6 y B12. Destaca por poseer un menor precio que otras como la ternera o el cordero. Sin embargo, también es más rica en grasa que las carnes blancas, aunque con el paso de los años han ido reduciendo su porcentaje graso respecto a décadas previas.

Si se quiere evitar dicha grasa, es aconsejable elegir cortes lo más magros posible, como el lomo o el solomillo por ejemplo. De hecho, tanto lomo como solomillo de cerdo poseen el sello "Heart Check" de la American Heart Association (AHA), el cual indica que se trata de un alimento bajo en sodio y grasas saturadas. Aún así, hay que tomar esta información con precaución, pues no deja de ser una carne roja y no es aconsejable su consumo abusivo.

Por otra parte, la evidencia actual sugiere que las partes más magras del cerdo pueden incluirse dentro de una dieta saludable en general sin causar un aumento del riesgo cardiovascular. Uno de estos estudios sugirió recientemente el consumo de 2 o 3 porciones de carne magra de cerdo de forma semanal. 

Eso sí, se debe acompañar con otros alimentos típicos de la Dieta Mediterránea, como el pescado, legumbres, frutas y frutos secos, verduras y aceite de oliva. En conjunto, todos estos alimentos otorgarían protección cardiovascular. De nuevo, puntualicemos, siempre y cuando se prioricen las partes más magras y menos grasas de esta carne.

En la otra cara de la moneda se encuentran los alimentos basados en carne de cerdo que no tienen cabida en ninguna dieta saludable. Se trata de alimentos procesados y ultraprocesados como el tocino (bacon), las salchichas o las hamburguesas, entre otros tipos de comidas rápidas.

Como sucede con cualquier alimento ultraprocesado, un consumo regular de estos alimentos se habría relacionado con un aumento del riesgo cardiometabólico, y también con el aumento del riesgo de diversos tipos de cáncer.

Para finalizar, aunque las proteínas de origen animal suelen representarse como "de alta calidad", diversos estudios recientes abogan por una buena combinación de proteínas de origen vegetal, y priorizar siempre que sea posible lo vegetal frente al animal. La combinación de ambos tipos de proteínas podría ser lo ideal, siempre y cuando su origen sea fresco o al menos mínimamente procesado.