Alfredo García, ingeniero en telecomunicaciones y operador de reactor nuclear.

Alfredo García, ingeniero en telecomunicaciones y operador de reactor nuclear.

Investigación

Alfredo García, ingeniero, a Pablo Iglesias sobre las centrales nucleares: "Menos populismo y más conocimiento"

El operador nuclear y divulgador ofrece ejemplos de convivencia con la energía nuclear de otros países en los que no supone una problemática social.

Más información: Pablo y Germán, los científicos que desmontan el mito de Chernóbil a través de 197 ranas: "Caminan a sus anchas"

P. F.
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Alfredo García, ingeniero en telecomunicaciones y operador de reactor nuclear, intervino el pasado lunes 5 de mayo en Las Mañanas de RNE, donde explicó el papel que desempeña la energía nuclear frente a apagones como el ocurrido en España el lunes 28 de abril. "Había muy poca potencia instalada y en funcionamiento de centrales nucleares, lo que contribuyó también a que no hubiera estabilización en la red ante la fluctuación que se produjo y que, posteriormente, provocó la caída de toda la red", explicó.

"Hay un renacimiento de la energía nuclear a nivel mundial", afirmó García en su intervención, añadiendo que "las grandes tecnológicas están apostando por la energía nuclear". A continuación, en el turno de debate, Pablo Iglesias, exlíder de Podemos, comentó que "nadie quiere vivir con una central nuclear o un 'cementerio nuclear' cerca de casa". Tras calificar el argumento de 'falacia ad populum' -sostener que algo es cierto porque mucha gente lo cree- y lamentar no haber podido replicar, el ingeniero explica en su cuenta de la red X el caso de la central de Pickering.

Situada en la provincia de Ontario (Canadá) y en los márgenes del gran lago del mismo nombre, esta central nuclear construida en 1965 es una de las más antiguas del mundo todavía en funcionamiento. Esta instalación "con 8 reactores nucleares", sostiene García, "tiene una extensa área urbanizada a su alrededor con unos precios muy elevados de las propiedades". Efectivamente, el área de Pickering es famosa por sus viviendas de lujo, que alcanzan valores de uno a 40 millones de dólares pese a ser colindantes con la central.

"En Canadá no están de acuerdo", responde desde su cuenta García a Iglesias. "La clave: más divulgación, más conocimiento y menos populismo". Lo cierto es que a lo largo de las décadas que lleva en activo se han producido incidentes, dos de ellos -en 1983 y 1994- calificados de importancia 'grave' pero sin afectación a la población. En 2020 se produjo un aviso del sistema de alertas que obligó a evacuar el área en seis kilómetros a la redonda, pero se achacó a una falsa alarma. Desde entonces, todos los residentes tienen un kit con tabletas de yoduro de potasio.

García también ha contestado desde sus redes a la afirmación realizada en el programa de que "la energía nuclear causa más muertes que otras energías durante los accidentes nucleares". En la mente de todos está el desastre de Chernóbil, cuya siniestra fama alimenta las teorías más descabelladas. Sobre el accidente del 26 de abril de 1986, tras la explosión del reactor 4 murieron unas 30 personas, unas 200.000 fueron evacuadas, y se estima que más de medio millón estuvieron expuestas a la radiación.

"Solo Chernobyl (1986) causó muertes por la radiactividad", sostiene el ingeniero. "Ni Three Mile Island (EEUU, 1979) ni Fukushima (Japón, 2011) causaron muertes. En lugar de lanzar opiniones sin fundamento, convendría que quienes participan como tertulianos en medios públicos consultaran estudios e informes científicos. Así, al menos, estarían ganándose el sueldo con rigor y aportando algo útil a la sociedad".

Para ello cita una publicación de Our World in Data que recoge que, efectivamente, se ha relacionado la catástrofe de Chernóbil con casos de cáncer de tiroides en Ucrania, especialmente por la contaminación de la leche de consumo por yodo-131, que oficialmente causaron 15 muertes. Sobre el desastre de Fukushima de 2011, el gobierno de Japón reconoce que un trabajador falleció a causa de cáncer de pulmón por exposición a la radiación.

No obstante, esto se debe poner en relación con la mortalidad asociada a otras formas de energía, en especial el carbón (25 muertes por cada 150.000 personas) y el petróleo (18). "No hay ninguna energía que cause menos muertes y que pueda garantizar el suministro energético, que sea independiente de los ciclos día/noche y de los fenómenos atmosféricos. El rival tecnológico y económico de la energía nuclear no son las renovables, sino el gas natural y el carbón", termina el ingeniero.