Los virólogos recogen muestras ambientales de la zona para analizarlas al día siguiente.

Los virólogos recogen muestras ambientales de la zona para analizarlas al día siguiente. Cedida

Investigación

Científicos españoles confirman por primera vez que la gripe aviar ha llegado a la Antártida

"La mortalidad es bastante elevada", confirman los investigadores en la Base Antártica Española 'Gabriel de Castilla'.

26 febrero, 2024 10:29
P. Fava Pablo García Santos

Científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, han confirmado la presencia del virus de la Gripe Aviar Altamente Patogénica por primera vez en la Antártida. El virus se ha encontrado en dos muestras de skuas (págalos) muertas.

Los investigadores de la Base Antártica Española 'Gabriel de Castilla' en la Isla Decepción, liderados por Antonio Alcamí, confirmaron la presencia del virus el 24 de febrero. "Yo siempre cuento que si en una pingüinera tienes 60.000 ejemplares, entre pollos y adultos, con un 30% de mortalidad encontraremos miles de cadáveres", contaba a EL ESPAÑOL el investigador.

Los análisis han demostrado de manera concluyente que las aves estaban infectadas con el subtipo H5 de gripe aviar, y al menos una de las aves muertas contenía el virus altamente patogénico de la gripe aviar. Los análisis consistieron en PCRs específicas para el virus de la gripe y el subtipo H5, seguidas de una secuenciación de la región de corte de la proteasa, lo que define con una certeza del 100% la presencia del virus de la Gripe Aviar Altamente Patogénica. 

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Aunque la mortalidad por la Gripe Aviar Altamente Patogénica ha alcanzado el 40% en otras especies, las comunidades de pingüinos antárticos parecen estar resistiendo mejor. "Ahora mismo, los pollos están bastante crecidos, por lo que podría ser menos devastador. Aun así, la mortalidad es bastante alta", confirmaba a EL ESPAÑOL Ángela Vázquez, otra de las investigadoras.

Antonio Alcami y Ángela Vázquez en un collado que da acceso a la pingüinera.

Antonio Alcami y Ángela Vázquez en un collado que da acceso a la pingüinera. Cedida

"Este descubrimiento va a permitir a los programas polares nacionales estar preparados para evitar la transmisión de la infección por medios humanos y, sobre todo, evitar el contagio de las personas", explica el CSIC en una nota. Además, "demuestra por primera vez que el virus de la Gripe Aviar Altamente Patogénica ha llegado a la Antártida a pesar de la distancia y barreras naturales que la separan de otros continentes. Este hallazgo podría explicar, además, las mortandades de aves registradas durante el verano antártico".

La variante había sido encontrada en muchos lugares del hemisferio norte y, desde el verano pasado, también en el hemisferio sur. El virus se ha descrito recientemente en las islas subantárticas, pero hasta la fecha, aunque se habían comunicado mortandades importantes de algunas aves en el territorio antártico.

"Ningún país había demostrado la presencia de dicho virus en territorio antártico", subraya el comunicado del CSIC. España puso en marcha el protocolo frente a la gripe aviar altamente patogénica en la Antártida en el mes de noviembre, antes del comienzo de la campaña, "que todos los participantes en el programa siguieron escrupulosamente". "Hay muy pocos países que hayan montado un laboratorio de este tipo en la Antártida", valora Alcamí en su conversación con este diario.

Esta confirmación ha sido posible gracias a la colaboración internacional, especialmente con Argentina, y a la coordinación del Comité Polar Español. Las organizaciones internacionales antárticas que han colaborado han sido: Scientific Committee for Antarctic Research (SCAR) y Council of Managers of National Antarctic Programs (COMNAP), que han sido informadas de los descubrimientos, tal como lo exige el Tratado Antártico.