Imagen de una granja de cerdos.

Imagen de una granja de cerdos. EuropaPress

Ciencia

La peste porcina acorrala al sector: "Puede llevar a sacrificar granjas de cerdos enteras"

Las medidas de bioseguridad y la contención del brote en Cataluña son fundamentales para evitar el salto de jabalíes a cerdos domésticos.

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Las claves

La peste porcina africana ha sido detectada en jabalíes silvestres en Cataluña, poniendo en alerta al sector ganadero español.

El virus es altamente contagioso y no existe vacuna, por lo que la única forma de detener su propagación en granjas es el sacrificio de los animales afectados.

La transmisión puede producirse de forma directa o indirecta, a través de vehículos, ropa, herramientas o alimentos contaminados, lo que refuerza la importancia de las medidas de bioseguridad.

El origen del brote no está claro, pero se baraja la hipótesis de restos de embutido contaminado; expertos subrayan la necesidad de concienciación para evitar dejar basura en el medio natural.

La irrupción de la peste porcina africana en Cataluña le ha quitado a España la etiqueta de territorio libre de esta enfermedad y ha puesto en jaque al sector ganadero. Se ha detectado en jabalíes silvestres, pero los expertos advierten de la importancia de contener este virus altamente contagioso para que no afecte a las granjas porcinas.

La aparición durante la semana pasada de una decena de jabalíes fallecidos, aparentemente, por el virus (dos confirmados y ocho todavía en estudio) ha obligado a las instituciones a actuar, desplegándose efectivos de la Unidad Militar de Emergencias para controlar el brote.

Yolanda Revilla, investigadora principal del Grupo de Peste porcina Africana del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM-CSIC), está bastante segura de que los casos no van a quedar ahí: "Lo más probable es que haya más [animales infectados]".

Advierte también de que, aunque no la pueden contraer los humanos, sí puede suponer un peligro para las granjas porcinas. La transmisibilidad del virus en esta especie hace que pueda saltar con un solo contacto del jabalí al cerdo doméstico, más sensible a la patología que el primero. "Puede llevar a sacrificar granjas enteras", manifiesta la experta.

Esto se debe a que, al menos de momento, no hay forma de erradicar el virus porque no existe una vacuna para combatirlo y prevenirlo. Por lo tanto, la única manera de frenar su propagación es mediante el sacrificio de los animales.

Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), es algo más optimista, ya que expone que el virus tiene una transmisión mediada por sangre, lo que significa que un animal tendría que entrar en contacto con este fluido de un ejemplar enfermo para contraerlo.

Para eso tendría que haber un contacto directo, por ejemplo, que uno de estos animales se comiera el cadáver de un ejemplar infectado. No obstante, también existe el contacto indirecto, que en este caso parece la opción más plausible y que puede ser, incluso, más peligrosa.

Así lo cuenta Carmina Gallardo, investigadora del Centro de Investigación Sanitaria Animal (INIA-CISA-CSIC) y experta de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). De hecho, la entrada del virus en una explotación ganadera se produciría de manera indirecta en la mayoría de los casos.

Lo haría a través de camiones u otros vehículos, ropa, calzado, herramientas, materiales, pienso o agua contaminada, entre otros. Por eso es fundamental mantener y reforzar las medidas de bioseguridad en todo momento, subraya la también experta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en peste porcina africana.

Tanto ella como Gortázar advierten también de que es un virus muy resistente y puede permanecer en carne, sangre, heces y superficies contaminadas durante bastante tiempo. Por ejemplo, aguanta hasta 18 meses en sangre refrigerada, entre dos y tres semanas en carne sin procesar y casi 3 años si está congelada, señala Gallardo.

Embutido contaminado

De momento no está claro el origen del brote que se ha producido en España y se barajan varias hipótesis.

Una apunta a un bocadillo con embutido contaminado que alguien podría haber lanzado al suelo en una zona donde pasan muchos camiones y hay áreas de servicio, según apuntó el consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación de Cataluña, Òscar Ordeig, en una rueda de prensa el pasado lunes por la mañana.

El origen es complicado de averiguar, pero Revilla, del CNB-CSIC, no cree que sea una teoría descabellada. Puede deberse a carne de un animal enfermo procedente de zonas con la presencia del virus si, por ejemplo, un turista extranjero llevaba comida procedente de su país.

En ese sentido, Antonio Rivero, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), destaca la importancia de la concienciación respecto a no dejar restos de basura en el medio natural y en zonas que tengan poco control de la basura para evitar este tipo de transmisiones.

"La concienciación es vital: tirar restos de comida en el campo puede parecer insignificante, pero para un país como España, gran potencia porcina, puede tener un impacto enorme", agrega Gallardo.

Una alta mortalidad

El especialista en zoonosis de la SEIMC cuenta también que la peste porcina africana es un virus con una alta mortalidad, acabando con prácticamente todos los ejemplares que se contagian. Una información que pone aún más de relieve la importancia de proteger a la ganadería porcina, aunque aún no se ha detectado ningún caso en granjas de la zona.

De momento no hay forma de saber el camino que puede seguir el brote de Cataluña y el riesgo de que salte a comunidades autónomas limítrofes, como Aragón, donde ya se está intensificando la vigilancia. "Depende de la evolución que tenga en los próximos días", dice Gortázar, del IREC.

España no es el único país de Europa luchando contra este virus. El Viejo Continente lleva desde 2007 luchando contra él. Afecta a potencias como Alemania, Italia y muchos territorios del este. Otros, como Bélgica, tuvieron brotes, pero han conseguido volver a estar libres de la enfermedad, cuenta Gortázar.

Esa debería ser la meta a perseguir por España, continúa el experto. Al no haber una vacuna contra la enfermedad no es sencillo, pero puede lograrse. Es necesario, eso sí, extremar las medidas de bioseguridad y contención.

La experta en peste porcina africana de la ONU está de acuerdo y señala que lo fundamental para evitar la expansión del virus es la contención inicial de los brotes, algo que ya está en marcha.

Si se aplican de forma rigurosa las medidas de bioseguridad en las granjas de las zonas afectadas por el brote, se hace un buen control de la población de jabalíes y la ciudadanía respeta las normas, "las posibilidades de que el virus salga del área afectada se reducen muy significativamente", destaca.

Si esto no ocurre, la situación puede complicarse. "Si el virus se establece en jabalí, como ha ocurrido en otros países de Europa, la lucha sería mucho más larga y complicada, pudiéndose establecer de forma endémica entre la población silvestre".