La periodista Sara Carbonero (41 años) Sara Carbonero en el concierto de Pablo Alborán.

La periodista Sara Carbonero (41 años) Sara Carbonero en el concierto de Pablo Alborán. José Irún / Europa Press

Ciencia

Sara Carbonero (41 años), alto y claro sobre el popular alimento de España que no toma jamás: "En mi casa no lo encontrarás"

La periodista es muy consciente de la importancia de la alimentación para prevenir las enfermedades graves en el futuro.

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P. Fava
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Sara Carbonero Arévalo, nacida el 3 de febrero de 1984 en Corral de Almaguer, Toledo, es uno de los rostros más conocidos del periodismo deportivo televisivo. Sin embargo, uno de los puntos más icónicos de su trayectoria vital ha sido la historia de su lucha y recuperación frente al cáncer de ovario, que superó en 2019.

Carbonero ha manifestado en varias entrevistas y artículos como este en Trendencias que, a raíz de enfrentarse al cáncer, se ha sensibilizado sobre la importancia de la alimentación para la prevención de las enfermedades, y ha realizado cambios significativos.

Entre los principales alimentos que ha decidido eliminar completamente de su dieta está el azúcar refinado. Así lo ha declarado la periodista rotundamente: "En mi casa no hay azúcar", abarcando desde el azúcar refinado a los ultraprocesados que lo contienen.

Esta medida no obedece a una moda, explica la periodista, sino a una decisión consciente y permanente para cuidar su salud y la de sus hijos. Carbonero basa su dieta en productos naturales y frescos, priorizando frutas, verduras, cereales integrales, pescado y carnes blancas.

Por el contrario, insta a evitar alimentos que considera poco saludables: además del azúcar refinado, recomienda evitar un exceso de lácteos, el gluten -aunque salvo intolerancias o alergias, esta proteína del trigo es perfectamente segura para el consumo general- y la carne roja, relacionada con un aumento de los problemas cardiovasculares y el cáncer de colon.

Carbonero insiste en la idea de que “somos lo que comemos”, y prefiere centrarse en productos frescos y naturales. Los ultraprocesados y refinados, explica, no aportan beneficios reales, pueden debilitar el sistema inmunológico y no contribuyen al equilibrio que busca en su vida cotidiana.

'Veneno blanco'

Muchos alimentos contienen azúcares simples de forma natural, como la fructosa de la fruta o la lactosa de la leche. Pero muchos otros alimentos consumidos hoy en día los poseen de forma artificial. Los alimentos conocidos como ultraprocesados suelen ser ricos en azúcares añadidos, cuyo objetivo es aumentar su palatabilidad; es decir, hacerlos más apetecibles.

No se trata así únicamente del azúcar que añadimos a bebidas y comidas. El Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) alerta de la alta presencia de azúcares añadidos en la cesta de la compra. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, cada español consume una media de 111,2 gramos de azúcar al día, una cantidad que cuadriplica los 25 gramos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"El azúcar que podemos añadir al café o al té no es nada en comparación con los azúcares que se encuentran en los alimentos ultraprocesados y pasan desapercibidos por los propios consumidores puesto que actualmente no es obligatorio declarar o advertir de este elevado porcentaje", ha afirmado la presidenta del CODiNuCoVa, Paula Crespo.

Al igual que con la harina refinada, otro 'veneno blanco', el azúcar refinado provoca rápidos picos de glucemia en sangre que luego bajan de forma drástica, aumentando así la producción de insulina y el hambre secundaria. Una vez se empieza a consumir azúcar, es complicado controlar la ingesta: su consumo produce liberación de dopamina, un neurotransmisor relacionado con el circuito de recompensa cerebral