Olivia es modelo de tallas grandes (oliviasworld95/Instagram)

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Ciencia

Olivia (30 años), que adelgazó 34 kilos en pocos meses, no se corta: "Cambié mi dieta y comí este alimento a diario"

La correcta pérdida de peso debe priorizar la pérdida de grasa y el mantenimiento de la masa muscular, pero no siempre es fácil.

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Adelgazar va más allá de las presiones estéticas; dada la prevalencia de los problemas de obesidad y sobrepeso en el mundo occidental, con el consecuente riesgo de enfermedades metabólicas y crónicas, es una necesidad para muchos. Sin embargo, no siempre es fácil, ya que la clave está en perder la grasa acumulada sin menguar en masa muscular.

Olivia, una modelo de talla grande, ha compartido su propia experiencia personal a la hora de perder peso. En su caso, la joven ha llegado a perder 34 kg en un año gracias a mejoras en su estilo de vida, y más concretamente en su alimentación.

Esta influencer británica que vive en Toronto (Canadá), y que cuenta con más de 400.000 seguidores en su página, empezó a perder peso por motivos de salud, un proceso que compartió en sus perfiles. A lo largo de 12 meses, pasó de 151 kg a 117 kg.

Como explicó Olivia a Bristol Post: "Estaba harta de sentirme cansada todo el tiempo y no tenía energía para crear contenido. Llevaba una vida desestructurada e impulsiva, con exceso de comida y gastos, y sabía que tenía que tomar las riendas de mi vida o, de lo contrario, tendría más problemas".

A todo esto hay que añadir un diagnóstico de hidradenitis supurativa, una afección inflamatoria de la piel que alcanzó su peor momento en 2023. Tanto su estilo de vida poco saludable como su estrés le estaban pasando factura, lo que a su vez empeoraba esta afección.

"Me costaba más seguir en esta situación que hacer algo al respecto, así que decidí cambiar mi estilo de vida y superarlo todo. Lo hice, y nunca me he sentido más feliz". La clave de su cambio fue incorporar un tipo de alimento a su dieta: se centró en consumir más proteína.

Además, se comprometió a ser organizada y dedicarse a su nueva dieta. "La planificación y la constancia son lo único que funciona. He establecido como rutina entrenar y planificar mi alimentación todos los días".

Olivia se concentró en comer alimentos ricos en proteína sin restricciones de ningún tipo. Intentó ser realista con ella misma y sus necesidades. Sí admite que tomó decisiones más inteligentes: controló las porciones, y nunca se acostó con hambre. "Sabía que mi dedicación diaria a este cambio de estilo de vida me ayudaría a sentir y ver resultados meses y años después, y así fue".

Recordemos que la proteína es un macronutriente saciante, incluso más que las grasas. Consumir alimentos ricos en proteína ayuda a reducir el apetito, lo que en última instancia reduce la ingesta calórica total del día. Esto, a su vez, contribuye a evitar comer en exceso y picar entre comidas con frecuencia, lo que favorecería la pérdida de peso.

Por su parte, la proteína tiene un mayor efecto termogénico que otros macronutrientes. Este proceso implica que el organismo también consume energía en forma de calorías durante la digestión, y las proteínas tienen un efecto termogénico de un 20-30% en comparación al 5-10% de los hidratos, o al 3% de las grasas. En definitiva, consumir proteína también implicaría que el cuerpo use más energía para su digestión y metabolización.

Finalmente, cabe recordar que la proteína es esencial para el desarrollo y reparación muscular cuando se realiza ejercicio de fuerza. Asimismo, cuando se pierde peso, aunque la mayoría del mismo sea en forma de grasa, parte de este peso también será en forma de músculo. Consumir suficiente cantidad de proteína y realizar entrenamientos de fuerza de forma simultánea puede reducir la pérdida de masa muscular.