El debate de la rebaja fiscal está sobre la mesa. El Partido Popular, a través de su presidente Alberto Núñez Feijóo, abandera esta medida para solucionar la crisis en la que se encuentra España después de los últimos acontecimientos. Por su parte, el PSOE no quiere ni oír hablar de ello. Pues bien, en este contexto hoy la Junta de Castilla y León se ha estrenado con un paquete de medidas formado por 20 ejes por importe de 470,8 millones de euros, que incluye una rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y varias tasas autonómicas, lo que requiere la aprobación este año de una ley.

Así, el tipo mínimo en el tramo autonómico del IRPF pasará del 9,5% al 9%, lo que dejará en el bolsillo de los contribuyentes 80 millones de euros en cuatro años, según los cálculos que ha estimado el portavoz y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.

¿Cómo lo notarán las familias de Castilla y León?

Pues en la declaración del próximo año, es decir, del ejercicio 2022. De esta manera, para un contribuyente con una cuota líquida de 12.450 euros anuales, la rebaja anunciada hoy supondrá 35 euros y 105 en el caso de autonomías con el gravamen más alto que el existente en la actualidad en Castilla y León . Como ha recordado Carriedo, en el caso de las unidades familiares que hagan la declaración conjunta estas cifras serán 70 y 210 euros.

Con esta medida, Castilla y León se convertirá en 2023 en la segunda comunidad con el tipo mínimo del IRPF más reducido de las autonomías. Este cambio en la tributación se hará mediante una ley que comenzará a realizarse en los próximos días. El objetivo es que llegue a las Cortes y se apruebe antes de que acabe el ejercicio, con efectos retroactivos para este año.