El Real Valladolid ha asegurado este domingo la permanencia en Primera División, después de ganar por 1-2 al Rayo Vallecano y ver como el Girona perdía ante el Levante, por lo que el Pucela llegará a la última jornada con los deberes hechos.

El encuentro se puso de cara muy pronto. Era el minuto 3 cuando Sergi Guardiola fue objeto de un penalti que con maestría convirtió Enes Ünal. Eso espoleó a los blanquivioletas, que controlaron el primer tramo del choque con balón aunque sin llegadas claras. Pero el partido cambiaría.

El Rayo Vallecano poco a poco ganó metros. Era el último partido de la temporada ante su afición, y trató de despedirse con buen sabor de boca. Achuchó y metió al Pucela en su campo, con varias ocasiones que a punto estuvieron de acabar en gol. Se hizo larga la primera mitad, pero acabó con 0-1.

Continuó el equipo de la franja apretando en la segunda, tras el paso de vestuarios. El Real Valladolid tenía entre manos una meta muy ambiciosa, salvarse, y quizá por esa presión los locales se hicieron fuertes. Más allá de un par de córners a favor de los visitantes, las ocasiones eran para el Rayo.

Tanto fue, que en el 73 un cabezazo de Medrán complicó el partido. Empate a uno. Parecía muerto el Real Valladolid. Y ahí emergió la fortaleza de un equipo que nunca se ha rendido a pesar de los golpes.

Moyano, desde la banda, buscó por alto a los atacantes. Unal, de cabeza, prolongó con un pase al hueco para Guardiola, que se hizo con el balón, galopó, encaró el área, recortó, y con un zurdazo hizo el 1-2.