El 3 de enero de 1944 un correo expreso que completaba el recorrido entre Madrid y La Coruña chocó contra una locomotora que se encontraba haciendo prácticas a la altura del túnel número 20 de la línea ferroviaria Palencia-La Coruña, a su paso por la leonesa localidad de Torre del Bierzo. Después, un tren de mercancías que transportaba carbón en sentido contrario se encontró con el cúmulo de amasijos y no puedo evitar una nueva colisión.

Se trata de uno de los accidentes ferroviarios más cruentos de la historia del país, aunque siempre ha habido muchas sombras en torno a la cifra total de fallecidos. En un primer momento, la autoridad judicial de Ponferrada señaló que habían sido levantados 58 cadáveres, sin embargo, la sentencia del posterior juicio al maquinista del expreso elevó la cifra a 83. Renfe, por otro lado, había contado 75. Lo cierto es que estudios posteriores apuntan a que la cifra oscila entre los 500 y los 800 muertos, dato que recoge incluso el Libro Guiness de los Récords como el tercer accidente más grave de la historia.

La confusión en torno a las cifras de fallecidos y el número de heridos se debe a la opacidad impuesta por el régimen franquista. El Gobierno vetó el acercamiento de periodistas a los trabajos de recuperación de cadáveres y a la investigación posterior. Las primeras noticias publicadas en los diarios de la época hablaban de tan solo 26 muertos. Más tarde, apenas reflejaban que entre los fallecidos se encontraban futbolistas del equipo de Betanzos que volvían de disputar un partido en Palencia.

La censura ordenada por el régimen tenía su origen en que la causa principal del accidente fue el mal estado de las infraestructuras ferroviarias después de la Guerra Civil y el escaso mantenimiento que se llevaba a cabo por entonces. Además, otra de las causas fue el retraso que llevaba el expreso que venía de Madrid, cercano a las dos horas, y el mal estado de los frenos de aquel vehículo, como se pudo demostrar después. Además, el choque se produjo en el interior del túnel y el incendio posterior provocó que se convirtiera en una ratonera mortal.

Cabe recordar que en el año 2002 un cortometraje de Ramón de Fontecha sobre el accidente de Torre del Bierzo, titulado 'Túnel Número 20', se alzó con el premio Goya al mejor corto documental. El metraje fue proyectado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid y narra la historia de un superviviente del siniestro, denunciando la censura y tratando de arrojar luz sobre una sombría catástrofe sobre la que aún hoy no hay demasiadas certezas.

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