¿De qué manera se protege la identidad de los concursantes de Mask Singer: adivina quién canta para evitar que haya cualquier tipo de filtración antes de tiempo? Esta es una de las grandes dudas que ha generado el nuevo y exitoso talent de Antena 3.

Y es que la clave principal de este formato es no conocer la identidad de los participantes para así no desvirtuar su dinámica. Por ello, Antena 3 ha puesto en marcha varios mecanismos para evitar que ni prensa, ni el jurado, incluso ni los propios trabajadores de Atresmedia más allá de los necesarios, conozcan quienes son los famosos detrás de las máscaras.

Hay un nivel de secretismo nunca visto antes en una producción en España

Por ejemplo, muy pocos conocen en la cadena el lugar exacto donde se han llevado a cabo las grabaciones. Hay, a nivel interno, un nivel de secretismo nunca visto antes en una producción.

En Estados Unidos, uno de los lugares donde mejor ha funcionado el formato, la seguridad comienza con un acuerdo de no divulgación que deben firmar todos los concursantes, incluidos sus agentes y publicistas, tal y como contaba Izzie Pick-Ibarra, showrunner del programa, a la revista Billboard.

 "La temporada 1 fue difícil porque no sabían cuál era el programa... Mientras que ahora todos entienden la premisa y por qué les pedimos que firmen esas cosas", dijo.

Además de ello, los concursantes no tienen permitido acceder al set de grabación sin sus máscaras, e incluso tienen que disimular su voz. "Las personas con las que los cantantes pueden hablar, y las personas a las que se les permite conocer la identidad del cantante, usan un distintivo de tela en sus espaldas que permite a los concursantes saber que pueden usar su voz real para hablar con nosotros", cuenta Pick-Ibarra.

Alan Johnson, concursante de la versión británica, detalla que “el coche vino a recoger al señor Larkin (nombre ficticio) y en el asiento trasero había una bolsa. En cuanto llegamos a las puertas del estudio tuve que ponerme un pasamontañas, una visera, que se ve en el programa, y luego una sudadera con capucha que decía ‘no hables conmigo'''.

Además, cuenta, que cada vez que los concursantes iban al baño o salían de sus camerinos “tenían que tener todo eso puesto”, en alusión a sus disfraces. Por supuesto, ni los propios concursantes conocen la identidad del resto de contrincantes.

Joel Dommett, el presentador de The Masked Singer UK, explicó que "filmamos el programa con 500 personas, pero tuvimos que "deshacernos" de ellos en el momento de la revelación de la identidad". Solo a unas 30 miembros de la audiencia se les permitió quedarse y ver la gran revelación, y un total de seis personas de producción conocían todos los nombres de las celebridades involucradas. 

Y, precisamente sobre el público, en una entrevista con el Sydney Morning Herald , el jefe de televisión de Warner Bros Shawn Murphy, encargado de la versión australiana, contó que “el secreto es tan importante para el programa, que la audiencia del estudio que vemos aplaudiendo y reaccionando a las revelaciones de los famosos es falsa”.