Fue presentada como una de las implicadas en la Operación Lezo, aunque en realidad lo que interesaba era su currículum sentimental. La actriz María José Cantudo visitó Sábado Deluxe la pasada noche, en un encuentro en el que acabó exaltada y amenazando con poner demandas a troche y moche.

El hilo principal de su intervención fue su relación con el empresario mexicano Ramiro Garza, con quien trabajó en una película en los años 80. Lo que no esperaba la andaluza es que el programa preparase prácticamente un Hormigas Blancas sobre su presunto idilio, recordando lo que se publicó en la prensa de entonces, con un anuncio de boda incluido, así como diferentes vídeos de ella en plató afirmando y negando la relación con Ramiro.

"Si me habéis traído aquí lo tengo que contar yo"

"Nunca he tenido nada que ver con Ramiro Garza. Ni siquiera hemos cenado solos", afirmaba la artista, algo que no acababa de cuadrar con el resto de informaciones, y negó que el empresario le regalase un piso o joyas. Cuando María Patiño quiso preguntar más detalles, la Cantudo se enfadó pues quería llevar la voz cantante, y hasta mandó a callar a la presentadora.  "Si me habéis traído aquí lo tengo que contar yo", reclamaba la protagonista de El Huerto del Francés, entre otras películas.  

El programa tenía más vídeos preparado sobre la relación de Ramiro y ella, entre las que había declaraciones de periodistas mexicanos en los que se dejaba ver la relación de Cantudo con empresarios de aquel país, María José estalló. "No conozco a nadie en México. He rodado allí pero no he salido con nadie por la noche", se defendía, y afirmó que "lo que se ha hecho esta noche aquí es una barbarie. Todo es mentira. Voy a demandar todo lo que pueda".

"Voy a denunciar aunque me quede sin un duro"

Irritada, afirmó que "el vídeo que me habéis puesto aquí no lo voy a perdonar nunca, ni a nada ni a nadie" y que va “denunciar esto aunque tenga que quedarme sin un duro. Voy a ir contra televisiones, periodistas o contra quien sea". Anteriormente, también afirmó que demandaría a Jesús Mariñas y a La Razón por informaciones erróneas sobre ella. 

Cuando aún estaba en pleno apogeo, María Patiño cortó a la invitada, y limando asperezas se sentó en el brazo del sillón de María José, mientras daba paso al siguiente tema del programa, que fue la salud mental de María José Campanario.