Rory Callum Sykes, junto a su madre.

Rory Callum Sykes, junto a su madre. X

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Muere Rory Callum Sykes, la estrella infantil de la televisión de los noventa, en los incendios de Los Ángeles

El joven de 32 años, que saltó a la fama por aparecer en 'Kiddy Kapers' de niño, es una de las víctimas mortales de estos incendios.

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El fuego no da tregua a Los Ángeles. Las víctimas de los incendios ya se elevan a 24, entre ellas, un conocido rostro de la televisión estadounidense de la década de los noventa. Se trata de Rory Callum Sykes, que murió en la casa de su familia en Malibú, en California, el pasado 8 de enero. 

Así lo anunció su madre, Shelley Sykes, en una publicación de X: "Con gran tristeza tengo que anunciar la muerte de mi hermoso hijo Rory Sykes en los incendios de ayer". El joven de 32 años se encontraba en una cabaña de esta finca familiar, que no tardó en ser devorada por las llamas. 

"No pude apagar las cenizas de su techo con la manguera porque el agua estaba cortada... Ni siquiera los 50 valientes bomberos tuvieron agua en todo el día", lamenta la progenitora del fallecido, en declaraciones la televisión australiana 10

Rory nació con ceguera y parálisis cerebral, discapacidades que en sus intervenciones televisivas cuando era niño. Igualmente de adulto, en sus charlas motivacionales. El británico saltó a la fama a finales del siglo pasado por su aparición en la serie Kiddy Kapers, en la que también participó su madre.

Según Shelley, su hijo pudo superar muchas barreras "con cirugías y terapias", con las que pudo "recuperar la vista y aprender a caminar". Rory, nacido en Reino Unido el 29 de julio de 1992, vivía ahora en California tras un largo tiempo asentado en Sídney, en Australia. El actor contemplaba "viajar por todo el mundo" en los próximos meses. 

Sobre Ronny, se sabe que era un usuario habitual del videojuego Runescape y que se describía a sí mismo como inversor y filántropo. De hecho, fundó la organización Happy Charity junto a su madre para "ayudar a los demás". 

El relato del intento de rescate que ofrece Shelley al citado medio es completamente desgarrador. "Él dijo: 'Mamá, déjame'. Ninguna madre puede dejar a su hijo. Tengo el brazo roto y no podía levantarlo. No podía moverlo", rememora, devastada, la mujer. 

"Su madre le echará de menos; sus mascotas, los pavos reales Edgee y Mickie, así como todos sus seguidores en redes sociales de todo el mundo", concluye Shelley en la triste publicación que compartió el 9 de enero en la antigua plataforma del pájaro azul.