Tras la entrevista a Myke Towers, El Hormiguero ha recibido en su plató a Juan del Val, Nuria Roca, Cristina Pardo y Tamara Falcó. Normalmente, esta tertulia, donde se comenta la actualidad política y social, tiene lugar los jueves. Sin embargo, se adelantó a la tercera noche de la semana, de forma excepcional, para que mañana haya más tiempo para charlar con Felipe González, el último invitado de la semana.

Pablo Motos comenzó diciendo que iban a hablar poco de política. Sin embargo, acabaron hablando un buen rato sobre Milei, Pedro Sánchez o las futuras elecciones europeas. Y esto lo enlazaron con la asistencia de Alberto Díaz, novio de Isabel Díaz Ayuso, a los juzgados con una peluca para despistar a la prensa. “Peluca, dicen porque no hay ninguna imagen”, introducía el presentador. “¿No os parece que llama más la atención un famoso disfrazado?”, preguntaba a los colaboradores.

En concreto, Pablo Motos se dirigió a Tamara Falcó y le preguntó cómo se camufla. “Yo no me camuflo”, aseguraba la futura juez de Got Talent. “ A mí me persiguen todos los jueves los paparazzis pensando que soy tú”, le aseguraba el presentador. “A mí también me persiguen pensando que soy yo”, bromeaba la colaboradora.

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Tras esto, le preguntó sin cortapisas si alguna vez se había tenido que meter en el maletero de un coche para ir de un sitio a otro sin que la prensa le siga. “Alguna vez”, admitía la esposa de Íñigo Onieva, que parecía tener una técnica propia que no quería desvelar. “No eres famoso de verdad hasta que vas en un maletero del coche”, reía Nuria Roca.

"¿Me voy a ahogar?"

Sobre la experiencia de estar en el maletero escondida, Tamara contó que piensa: “¿me voy a ahogar? Sería mejor la foto. Y en el maletero no hay nada con lo que sujetarse, y está oscuro”. Sin embargo, cuando llega al sitio “dicen: ya puedes salir” y eso le genera mucha alegría. “Ya ni me acuerdo de dónde iba”, aseguraba sobre esta anécdota del maletero.

Sus compañeros intentaron tirarle de la lengua para que contase cómo lo había hecho. “No te voy a decir las técnicas, porque nos está viendo un montón de gente, pero ha evolucionado la cosa”, aseguraba con cierto aire misterioso. Aunque insistían, ella cortó la explicación: “¡No pienso decir nada, hombre!”. Eso sí, sacó pecho de tener “un marido que conduce muy rápido”, y admitió que “a veces tardamos hasta una hora hasta que los despistamos”.