Tras la bola

Hablaremos de tenis, aunque también de viajes, ciudades, culturas y periodismo en primera línea de batalla. Porque hay cosas que no se ven, pero tampoco se cuentan.

 

Albert Ramos en el partido ante Viktor Troicki.

Albert Ramos en el partido ante Viktor Troicki. Agencias

Cruzar la línea

La escena tuvo lugar en la pista 17 de Wimbledon, donde no hay Ojo de Halcón. Albert Ramos y Viktor Troicki buscaban el pase a la tercera ronda en un quinto set de vértigo, eléctrico y lleno de vaivenes. Con 5-3 y 30-30 para el español, sacando para cerrar la victoria, la locura. Ramos disparó un ace que el juez de línea señaló malo, pero que el árbitro corrigió dándolo bueno y colocando al número 36 a un punto de la victoria.

“¡No!”, gritó a viva voz el serbio. “¡No! ¡Mírala! ¡Por favor mírala!”, prosiguió, señalando la bola que tenía en la mano. “Eres el peor juez de silla del mundo. ¿Qué estás haciendo? ¿Has visto la pelota? Eres muy malo”, cerró Troicki lanzando la bola fuera de la pista con un raquetazo que le costó una sanción antes de perder definitivamente el encuentro.

“¿Sabes lo que has hecho? ¿Sabes lo que has hecho? ¿Sabes lo que has hecho?”, le preguntó hasta tres veces al juez de silla tras acabar el partido. “Eres horrible. ¿Qué estás haciendo ahí?”, le preguntó, mientras el árbitro intentaba hacerle entrar en razón. “¿De qué quieres que hablemos? Eres el peor que he visto nunca. Ahora entiendes por qué te lo llamo, ¿no?”.

Mientras el juez de silla intentaba pedirle calma, Troicki seguía vomitando un enfado terrible. “¿Por favor, qué? ¿Por favor, qué? ¿Sabes lo que has hecho en un momento?”, continuó atacando el número 27 del mundo. “Lo siento, pero eres un idiota. Lo siento, tengo que decírtelo. ¿Por qué no miraste la pelota cuando te la enseñé? ¡Había sido fuera!”, le repitió. “No vi la pelota así”, acertó a decir el juez de silla. “Pero es que no viste nada hoy. No viste nada hoy, ¿lo sabes? ¿eres consciente de ello? Cometiste 30 errores. No contra mí, contra Ramos”, cerró el serbio, que luego volvió a criticar al árbitro frente a los periodistas. “No está capacitado para hacer un buen trabajo. Se lo he dicho, pero imposible hablar bien”, zanjó, consciente de que ahora le espera una multa económica.

“No sé qué ha sido la bola”, reflexionó luego Ramos en la tranquilidad de la sala de prensa. “El línea la ha contado mala, pero con las manos ha dicho que era buena y el silla ha corregido… No sé”, continuó. “Todos los árbitros se equivocan y puedo entender que se ponga tan nervioso si la ha visto fuera en un punto tan importante, pero quizás se ha pasado un poco”.

De eso no hay duda: Troicki cruzó la línea y bien cruzada. A gritos, la razón deja de tener significado.