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Ciudadanos y las 5 fuerzas de Porter

El exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera.

El exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera.

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El profesor Michael Eugene Porter, de la Escuela de Negocios Harvard, elaboró en el año 1979 un modelo para analizar el nivel de competencia dentro de un sector de actividad que fuera útil para establecer una estrategia empresarial. En política, al igual que en la empresa, disponer de una estrategia es indispensable para desarrollarse en un entorno que es altamente competitivo. Como ejemplo de estrategia política fracasada, contamos con el caso reciente del partido político Ciudadanos.

Posiblemente, Ciudadanos tendría hoy una dimensión diferente, si en su estrategia hubiera tenido en cuenta las Cinco Fuerzas de Porter. El modelo original de Porter establece cinco fuerzas a tener en cuenta en la estrategia empresarial: el poder de negociación de los proveedores, la amenaza de productos y servicios sustitutivos, el poder de negociación de los clientes, la amenaza de nuevos competidores y la rivalidad de competidores existentes. Trasladado al entorno de la política, estas fuerzas las podemos extrapolar a otras cinco fuerzas equivalentes y que explican bien el grave error de Ciudadanos:

1) El poder de los generadores de opinión: los generadores de opinión, como las asociaciones, los medios de comunicación, los intelectuales, las redes sociales, presentan a los ciudadanos los problemas de la sociedad y demandan a los políticos respuestas.

2) Las amenazas de propuestas políticas sustitutivas: las propuestas que los partidos hacen llegar a su electorado a través de los medios de comunicación para dar respuesta a las demandas anteriores son aceptadas en mayor o menor medida por el electorado, y estos pueden abandonar propuestas anteriores para aceptar propuestas nuevas.

3) El nivel de fidelización del electorado: los electores pueden ser fieles a unos partidos y no a otros en función de su apego al voto histórico, la importancia del voto útil, los factores emocionales, la opinión pública generada, etc.

4) La amenaza de nuevos competidores: la entrada en el terreno político de nuevos partidos puede alterar el statu quo, lo que origina una redistribución de fuerzas.

5) Rivalidad entre los partidos existentes: aunque un observador externo pueda pensar que un entorno de máxima rivalidad favorece a los partidos, esto es falso, porque la suma es cero, o más bien, negativa. Al contrario, un clima de acuerdo entre unos y otros favorece la materialización de las propuestas y esto, al menos a corto plazo, siempre produce un efecto aditivo, una mejor consideración social de los que la han impulsado y un mayor nivel de estima por sus electores.

Ahora veamos los errores de Ciudadanos relacionadas con estas fuerzas nuevas de Porter:

1) Ciudadanos no tuvo en cuenta la demanda de los grupos de interés de acercarse al PSOE tras los resultados de las elecciones de abril, al contrario, perseveró en su rechazo a cualquier diálogo con el partido socialista.

2) El mensaje de VOX caló mejor que el de Ciudadanos en su electorado, porque se percibió como más nítido. Al tiempo, el PSOE adoptó un perfil centrista que neutralizó el mensaje de Ciudadanos.

3) El electorado de Ciudadanos está poco ideologizado y no valora el voto histórico como el votante del PP y del PSOE, partidos a su derecha y a su izquierda, respectivamente. El mensaje del partido socialista de culpar a la derecha del bloqueo político era simple y primitivo, podía ser entendido de manera sencilla por los electores y perjudicó en particular a Ciudadanos, al que se consideró como el mayor responsable de no facilitar un gobierno moderado con el PSOE.

4) La entrada de VOX redistribuyó las fuerzas de la derecha, y en un entorno de emotividad y enconamiento, su trayectoria ascendente en las encuestas y en los medios de comunicación, permitió captar como voto útil una buena parte del voto de Ciudadanos.

5) Ciudadanos se empeñó en rivalizar con todos los partidos políticos. Como ejemplo, en el único debate televisado, Rivera tan pronto anunciaba que llegaría a pactos con el PP como tildaba a este de partido de generador de corrupción y a ponía en cuestión la integridad de su líder.

Por lo visto en las últimas semanas, y en particular en los últimos días, parece que los dirigentes de Ciudadanos, al menos los que tienen mayor poder en la organización, no han entendido nada de lo que le ha sucedido a su partido ni saben que acciones y estrategia llevar a cabo para enderezar el rumbo. Su obstinación conducirá a la desaparición del partido.

Señores dirigentes de Ciudadanos, analicen las cinco fuerzas de Porter de la política, entiendan los errores que han cometido y pónganse a trabajar en una nueva estrategia. Un partido de centro liberal sigue siendo necesario, más ahora que las fuerzas políticas están impulsando la radicalización de la derecha y de la izquierda, la denigración del adversario y las energías destructivas.